My Good Old Fashioned Lover Boy ⎯𝐈𝐧𝐭𝐞𝐧𝐚𝐛𝐨

O2

Una semana había pasado volando, durante esta semana todos los detalles faltantes para la boda se estaban llevando a cabo.

Gustabo estaba despreocupado, tomándose su tiempo de prepararse y checando su celular a cada minuto que pasaba por si su hermana necesite algo, quién estaba seguramente con los retoques de maquillaje y peinado, aunque a ella no le gusta usar mucho, pues tiene una piel suave y sus ojazos azules resaltan brillantes.

El rubio, colocándose su traje nuevito y bien planchado, se miró al espejo con poses extrañas y caras "seductoras" se arregló el cabello de forma que quede elegante y justo sonó su teléfono. Al  momento lo tomó y atendió.

⎯Gus, no me lo vas a creer.  ⎯empezó a hablar Horacio, con voz apenada. En resumen, se quedó varado en medio de la carretera, su coche decidió no funcionar. Gustabo mensajeó a su hermana que llegaría tarde para la ceremonia, chistó la boca y tomó las llaves de su auto para ir junto a su mejor amigo.

⎯Eres gilipollas, te dije que lo llevarás al mecánico y el terco dice "Solo es un sonido pequeño, no significa nada".  ⎯lo dijo en tono infantil, para mirar a Horacio con su traje nuevo que le quedaba muy bien, su mirada seria rápido se distorsionó a risas y los dos tontitos rieron por unos segundos.

Llamaron a la grúa, que tardó en venir, para ese entonces, la ceremonia debió de haber culminado, entonces irían directo a la celebración de la boda. Estaban algo lejitos pero llegarían bien.

Julia se encontraba besando a Jack en el altar, el cuál con cuidado había posado sus manos en las mejillas de la pelirroja correspondiendo a aquel beso, ya que la menor de ambos tuvo la iniciativa, luego de aquello la boda finalizo. Fue el día más feliz de la vida de Julia, pero faltaba su hermano. Tomo la mano de su ahora esposo y salió de la iglesia seguidos de su familia.

Eran las 22:30 pm, todos estaban en un gran hotel, el cuál fue arrendado por Jack para celebrar la boda, después de todo es el Superintendente, tiene dinero de sobra. Todos bailaban, había una enorme fiesta, Julia estaba con sus amigas presumiendo su hermoso anillo de bodas, sus amigas estaban fascinadas, todos opinaban que Conway sería el esposo perfecto.
Las risas se oían por doquier, todos compartiendo y bebiendo, mientras Jack estaba en una mesa, solo con rostro arrogante bebiendo del whisky más costoso del lugar, no le gustaban las fiestas, la hizo solo para complacer a su esposa.

Julia salto de la alegría al ver a su hermano llegar junto a Horacio.

⎯¡Los extrañe! ⎯Abrazó a ambos con fuerza. ⎯Pasen a comer algo o a beber, pero no se alcoholicen, ¿entendido? ⎯Julia estaba demasiado contenta.

Horacio sonrio y se fue directamente a la barra del bar con Gustabo.
Ambos amigos reían y soltaban chistes malos, pero la pasaban bien, sin darse cuenta eran las 00:45, casi todos estaban alcholizados.

⎯Uff, ¿y ese papucho? ⎯Dijo Horacio mientras bebía una cerveza y miraba a un ruso alto a la distancia.

⎯Está bueno, si.  ⎯afirmó Gustabo, tomando su cerveza y mirando a la dirección que miraba Horacio. Tratando de ser disimulado pero estaba un poco tomado entonces era más atrevido que estando sobrio.

⎯Mira, mira el de allá.  ⎯dijo Gustabo, viendo a un hombre de traje, color de cabello azabache, musculoso y con cara seria en una esquina tomando cerveza, desinteresado, capaz sea uno de los compañeros de universidad antipáticos de Julia, pero estaba jodidamente bueno. Horacio asintió, aunque él estaba más pendiente a las expresiones frías y leves, muy leves sonrisas del ruso con cabello platinado.

⎯Joder tío, los conocidos de Julia y de su esposo están jodidamente buenos ⎯Soltó de broma Horacio. ⎯El ruso de allá me enamoró. ⎯Se río.