Sin alma...

Otro lugar

Cuando el joven abrió los ojos, vió a varias personas alrededor de el muy felices por su llegada.

-Muy bien señor mago (Dijo un hombre con una corona y con ropa que posiblemente fuera cara)

-Gracias por su valoración majestad. (Respondió muy humildemente)

Un medico que estaba ahí, se percato de que el chico estaba muy palido y que desprendía mucha sangre de sus muñecas.

-Mi señor, el joven que acaban traer la reino esta en grave estado, pido permiso para atenderlo. (comentó la joven un poco preocupada)

-¡Atiendanlo inmediatamente! (Gritó el Rey)

Al momento en el que Rey hablo, lo subieron a una camilla y lo llevaron al centro medico del palacio.

-Listo, como nuevo.

Como por arte de magia las heridas de Machiko habían desparecido.

-¡Bien! hice un nuevo record, 3 minutos con 13 segundos.

Machiko observo sus muñecas y no vió ni una sola cicatriz, en sus brazos, estómago y piernas no había ni una sola marca.

-Gracias.

-Oye, ¿Como te hiciste todo eso?

-No creo que quieras saber como y porque tenía aquellas marcas.

-Bueno, realmente no importa, de todas maneras... van a ver todo. avisa al Rey que todo esta listo.

Un guardia que estaba en la puerta corrio hacia el salon principal. El chico se inclino y miro fijamente a los ojos del rey.

-Señor, el joven ya esta curado.

-Traigan al observamentes a la sala de interrogación.

Bajando hacia uno de los pisos subterraneo del castillo, se encontraba una habilitación con una iluminación tenue, con una mesa y dos sillas en el centro del cuarto.

- ¿Cual es tu nombre? (Pregunto el rey)

-Me llamo Machiko Surujilla.

-Mucho gusto Machiko, yo soy Rey German Ahane. Por la seguridad de nuestro reino esto mago que esta a mi lado va a hurgar en tus recuerdos ¿Hay algún problema con eso?

-No, no hay ningún problema.

-A lo mejor sientes algún escalofrío.

El mago puso sus manos sobre la cabeza de Machiko y cerró sus ojos para concentrarse. Después de unos segundos el mago quito las manos muy rápidamente y al darse la vuelta, vomitó en el vidrio que permitía que los demás observaran.

-Que bueno que no me contó nada (Pensó la doctora que lo había atendido)

- ¿Que fue lo que viste? (Pregunto el Rey muy exaltado)

-El...el es... un demente, ¿Como pudiste soportar todo eso? (Preguntó el joven muy asustado)

El mago estaba empezando a gritar, ya que no se le iban las imagines de la cabeza.

-¡YAAAAAA! ¡ACABEN CON ESTO!

-Hagan que se duerma.

Pero antes de que terminaran el hechizo, el mago tomó la espada del rey y se la clavo en la garganta, dandole una muerte inmediata.

-Si, definitivamente me alegro de no haber insistido en que me cuente.

-No sé que fue lo que el vio, pero de seguro fue algo horrible.

El rey agarró de la mano al chico y le dijo.

-Si sigues vivo es porque eres fuerte, así que tomaré la muerte de este mago como muestra de tu lealtad.

Mientras que el rey le hablaba a Machiko, alguien tocó la puerta.

-Pasé.

-Señor el joven más prometedor a ser un nuevo soldado mágico esta esperando en la arena de entrenamiento.

-Que oportuno. Bueno Machiko ¿Preparado para tu primera batalla?

-Como usted ordene mi señor. (inclinandose y poniendo su mano sobre su pecho)

Un chico con pelo negro, con una piel blanca pero no muy bien cuidada, ojos rojos y avivados, una camisa blanca con botones azules, por encima una chaqueta verde con lineas blancas, un pantalón muy elegante y flexible de color café, unos guantes de cuero tambien café y unas botas tambien de cuero y cafés. estaba con una sonrisa esperando la llegada de su contrincante para empezar su vida como solado mágico