Entrenamiento

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Mientras que atendían a Machiko en la clínica, en otra parte del infinito universo, estaban muchas personas reunidas alrededor de un gran televisor, en la cual habían terminado d transmitir la vida nuestro joven protagonista.

- ¿Qué les parece? (Dijo Dios con los ojos puestos en todos los presentes)

- ¿Porque habrías de escoger a una persona como él, para que siga sufriendo aun más de lo que ya sufrió? (Pregunto Yuno con la mirada puesta en aquella bola de luz)

La bola de luz se acento sobre las nubes y se convirtió en el chico que acaban de ver.

- ¿A caso estas cuestionando mis decisiones o simplemente te da pena el chico? (Dijo Dios mirando fijamente el alma de Yuno)

-No lo estoy cuestionando. ¿Pero... porque eligió al muchacho?

- ¿Tu que hubieras echo? ¿Lo hubieras matado? ¿Salvado? ¿Amado? ¿Hacer que sepa lo que vale? O ¿Devolverle su pesar? Pues yo hice todo eso mandándolo ahí.

-Pe...

-Shhhhh, está pasando algo interesante. (Dijo Dios mientras se sentaba en el piso)

Machiko y Kairi estaban almorzando en la cafetería del colegio. Mientras que comían, Kairi notó algo extraño en su amigo.

-Machiko ¿Estas bien? Parece que estas más cansado que de costumbre.

Kairi se acercó a Machiko para tocarle el brazo, porque no le hacía caso. Apenas tocó su brazo, Machiko se alteró y brinco sobre su silla.

-Ahh, perdón no te escuché.

-Perdóname tu a mí, no te quería hacer daño. ¿Seguro que estas bien?

-Si, no te preocupes.

Mientras los dos amigos hablaban, apareció una sombra detrás de ellos, tapando a los dos chicos.

- ¿Tú eres el que no puede utilizar magia verdad?

Una Joven de pelo amarillo, con ojos rojos como el mismo fuego, con un cuerpo que parecía fideo y una piel blanca, pero con pequeñas manchas amarronadas, que portaba una modificación del uniforme, utilizando guantes verdes, y la chaqueta azul. Se había presentado ante ellos.

-No es que no pueda, es que no funciona como debería.

-En fin, me acompañan los dos un momento.

- ¿A dónde quieres que vayamos? (Pregunto Kairi poniéndose a la defensiva)

-Tranquilo oye, solo quiero mostrarles algo en el patio.

Los dos estudiantes, se levantaron y siguieron al chico hasta el campo.

-Bueno... mierda ¿Dónde está? Esperen aquí un momento.

Y el chico salió corriendo devuelta la cantina.

-Machiko, mejor vámonos.

Pero cuando los dos se dieron la vuelta, chocaron con un chico, logrando que la taza de café le callera sobre el traje. Machiko levantó la vista, y vio a un joven con el pelo marrón, un cuerpo que a simple vista parece normal, pero que está bastante duro, una piel morena, unos ojos tan azules con la profundidad del cielo, y más alto que alguien de veinte años ósea 1.80, portando el uniforme del colegio el cual no tenía ni una modificación y solo era una chaqueta blanca con cote de ''V'' en la parte inferior, pantalón negro, guantes blancos y zapatos negros y una sonrisa tan amable como la de una madre.

-Te pido disculpas, te traeré servilletas de inmediato.

-No hace falta, ellos se van a hacer cargo.

De repente, tres estudiantes más, salieron de la nada, los cuales eran tan grades como el profesor de educación mágica. Uno tomo a Kairi, inmovilizándolo, el otro agarro a Machiko por los brazos y el ultimo empezó a golpearlo en la barriga. Fue tan repentino, que los ojos de los dos compañeros se abrieron como si hubieran visto a un fantasma. El que tenía agarrado a Machiko lo soltó y le puso su pie encima, mientras que otro lo estaba pateando.

-Eso te enseñara a ver por donde caminas. (Dijo la persona que tenía una mancha de café encima y que mantenía esa sonrisa)

-Ma-chiko. (Dijo Kairi con una voz quebrada)

-Ya déjenlo en paz.

Le quitaron el pie de encima y para que KAiri no se pudiera mover, le dieron un puñetazo en pecho, haciendo que caiga al piso sin aire.

-Qué putas acaba de pasar aquí.

-No pasó nada. De hecho, ya me tengo que ir.

-Primero tienes que ir a la enfermería (Dijo Aiko, mientras se acercaba)

-No tengo tiempo para eso.

Machiko se levantó del piso y con el mayor dolor del mundo, empezó a correr, hasta perderlos de vista.

Después de un rato corriendo, llego a una sala donde la luz era tan opaca que solo le permitía ver una silueta de una persona. El sujeto se paró de la silla y con una voz femenina le pregunto.

- ¿Estas listo para tu entrenamiento? 

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⏰ Última actualización: Jul 21, 2022 ⏰

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