Sin alma...

Un falso suicidio y una nueva realidad.

En un mundo sin esperanzas... las personas se suelen aferrar a varias cosas: Dinero, sueños, ideales, promesas, religiones, etc. Pero de todas las que acabo de comentar... la mayoría elige la religión. Se suelen aferran a un Dios, hay varios Dioses que la gente dice que existen, pero el que más prevalece a lo largo de la historia es el Dios católico. Muchos dicen que existen, basando sus argumentos en cosas posiblemente incomprobables, y otros dicen que no... que no existe realmente, basándose en la ignorancia. Pero hay algo que los dos tienen en común: "La incertidumbre de si de verdad existe."
- ¿De verdad existes? (Pregunto un joven cristiano)

- ¿De verdad existes? (Pregunto un joven ateo)

- ¿De verdad existes? (Preguntaron muchas personas)

Pero lo que ellos no saben... es que más allá de las nubes y del todo lo que alguna vez podremos ver... había un cielo ¡Sí! Ese cielo que tanto proclaman los siervos de Dios. Una esfera de luz enorme, que si quería se podía transformar en el sol, Emma Watson, incluso tú; si tú, el que está leyendo esto, aburrido sin saber que hacer. El Dios que tanto adoras, si está observándote. O... ¿No? Un gran ángel con forma de humano se acercaba ah aquella esfera de luz, la cual se estaba transformado en un chico de pelo liso amarronado, con una figura en buen estado, una espalda ancha, manos con largos y dañados dedos y con unos ojos de color g%/#" y una estatura de 1.75m.
-Señor, los humanos es guerra que tendrán.

-Gabriel, Gabriel, Gabriel, unos de los ángeles más poderosos de toda mi armada y mi humilde asistente, gracias por la información.

-Ah sus órdenes señor. La otra diosa esta...

- ¡Kazuma! no te comas las nubes. (Exclamo una chica de pelo azul)

- Déjame en paz... mejor dile a Megumin que deje de explotar el patio sagrado. (Respondió un Kazuma muy... no importa) -

-¡Oye Darkness! Podrías dejar de jugar con Luci y venir a ayudarme, que me quede sin energía por las explosiones. (Dijo una Megumin muy exhausta)

- Lue-go voy, es que me está dando... con todo su poder mágico. (Respondió entre varios gemidos)

Luego de que Gabriel recordara eso, prefirió decir.

-Están jugando tranquilamente en la casa que les ofreció aquí en el cielo.

-Me alegro mucho de que les allá gustado la casa...Pero luego de que dijera eso, su cara se tornó con una expresión totalmente seria.

-Oye, no quiero que todos los humanos mueran. Es la creación que más eh querido desde los dinosaurios.

- ¿Qué quiere hacer?

-Y si... ¿elegimos a otro para que vaya a otro mundo?

- ¿Cómo la otra vez?

-Si, como ah aquel hombre.

- Y... ¿a quién?

-Y si enviamos a este chico. (Se señalo a el mismo)

-Pero ese chico...

- ¿Que? Ya sé que esta jodido... pero a donde lo vamos a mandar, ¿realmente importa eso?

-Pero las enfermedades...

-El ya paso por las cuatro a la vez, y multiplicado por cuatro.

- ¿Seguro que lo quiere hacer?

-Ya te eh dicho anteriormente que no cuestiones lo que decido. (Dijo con un tono algo enojado)

-Señor.

-Dime Raphael.

-La Diosa dragona esta esperando en la sala de reuniones, al igual que los demás Dioses.