Reparando Corazones [Jae Yeol y Eli Jang]

capítulo 3

Con Yenna en sus brazos dormida, él miraba el techo del pequeño cuarto donde ambos vivían.

Necesitaba un respiro.

La dejo con cuidado de no despertarla y le entrego un pequeño peluche de Elefante marrón que la pequeña niña abrazo con fuerza aún durmiendo.

Tomo un abrigo blanco y un paraguas por la lluvia, por último se aseguró de cerrar bien la puerta para evitar cualquier inconveniente.

No quería que nada malo le pasará a su pequeña princesa y luz de vida.

...

Llevaba un par de minutos caminando, talvez media hora, el olor de tierra mojada llegaba a su nariz, un olor que la mayoría disfrutaba y el no era la excepción.

A su mente llegaban recuerdos de Heather y él, ambos juntos entre risas pasando buenos momentos.
Se lamentaba de los errores que cometió en el pasado, pero sabía que del pasado no se vivía y menos de recuerdos.

A lo lejos en una banca bajo la lluvia, un chico de pelo rubio ignorando el agua fría que caía del cielo y los vientos fuertes que movían bruscamente las hojas de los árboles; parecía tranquilo "disfrutando del clima" posiblemente.

Le causó gracia y tristeza a la vez.
Tomo asiento al lado del rubio y tapo de la lluvia a ambos con el paraguas.

– Te preguntaría qué es lo que piensas, pero dudo que me respondas, aunque tu silencio me gusta, es tan.... Místerioso – Empezó hablando de forma burlona mirando como el otro escribía en su teléfono para luego enseñárselo a él.

-«Las cosas son difíciles estos últimos meses»- leyó en su mente y asintió comprendiendo o eso quería creer.

– Oh, creo que entiendo - pensó de nueva cuenta en Heather y como más que nunca sentía un vacío en su pecho, su mirada se posó en el cuerpo contrario y como temblaba levemente.
- ¿Cuánto tiempo llevas bajo la lluvia? Te vas a enfermar –

Una ráfaga de viento hizo temblar de sobre manera al más bajo, y de forma involuntaria le puso su abrigo, tal vez quería protegerlo de alguna u otra forma.

-«Gracias»- escribió Jae de forma rápida.

Le tendió el paraguas – Ya es tarde, deberías volver a casa, toma el paraguas para que no te sigas mojando – explico su acción.

El rubio se negó, le ofreció de nueva cuenta y el contrario se volvió a negar, así pasaron un par de minutos hasta que el le ofreció un trato – Entonces llévate tan siquiera el abrigo para que no tengas frío –

Sin más remedio y sin quejas Jae accedió a su palabra.

[...]

Sin explicación alguna volvió contento a su "casa" y miró a su hija que seguía durmiendo.

Le escribo su número al rubio en un papel que llevaba por suerte al igual que un lapicero, y si él tenía otra vez suerte, podrían volver a encontrarse, está vez sin que sea una casualidad del destino.

...

Su corazón se estaba acelerando, sus manos se encontraban sudadas y su impaciencia estaba acabando con él desde adentro.

¿Estaba así por tan solo esperar el receso? Si, y más que por el receso, era por qué tenía que entregar el abrigo a Eli y tenía nervios.
Era tan extraño para él estar así, una sensación que casi no experimentaba y que no disfrutaba mucho,  desde lo de Park.

Respiro hondo para calmar los nervios, cosa que su amigo no paso por desapercibido, de echo; le estaba preocupando desde hace tiempo, el rubio.

– Jae - llamo la atención de su amigo, una ves que el profesor salió al baño - ¿Te encuentras bien? – Hyung hablo de manera calmada.

El rubio no dijo nada pero sabía que el pelinegro lo entendía ¿Cómo? Ni idea pero eso era algo que agradecía.
– ¿Estas seguro? Te noto impaciente, sabes que podemos...charlar? – Dudó de sus propias palabras.

El pelinegro asintió a las palabras no dichas de Jae.

– Así que cosas familiares, está bien yo también e pasado por problemas familiares pero todo estará bien, ya verás – Explico mientras daba pequeñas palmaditas en la espalda de su amigo y después volvía a su asiento.

El rubio, que jugaba con sus anillos de manera impaciente, intentaba creer en las palabras de su amigo.
"Todo estará bien" el también quería creer eso,  por que nada es mejor que la ignorancia en estos casos.

...

Salió al baño minutos antes de que tocaran la campaña, por lo que todavía faltaban dos minutos para que tocaran pero él ya había ido a la cafetería.
Grande fue su sorpresa al ver a Eli comiendo de manera tranquila, está vez, sin ninguna chica a su lado.

Tomo valor de dónde no había nada.

El ahora peli blanco estaba muy concentrado en su teléfono y no noto al rubio a su lado, así que Jae tuvo que tocar su hombro para llamar su atención.

– Hola Jae – una hermosa sonrisa a los ojos de Jae, se posó en los labios del peli blanco, el chico guardo su teléfono y el otro saco el suyo, empezando a escribir.

-«Hola, quería darte tu abrigo»—dió un corto mensaje a través de su móvil.
Eli negó - Está bien, no importa quédate el abrigo se te ve mejor a ti - hablo sin pensar generando un leve sonrojo en el contrario, realmente era uno de sus poco abrigos y le tenía cierto afecto a ese, se lo había regalado Heather.

La campana sonó y como si fuera arte de magia, la cafetería se llenó de alumnos de distintos departamentos, al igual que su mesa se llenó de chicas que se sorprendieron al verlos juntos, pero no dijieron nada, Jae estaba bueno al igual que Eli, con plus de actitud misteriosa, un deleite para ojos de todas.

– ¡Eli! ¿Quién es tu amigo? – era más que obvio que sabían quién era, pero aún así respondió.

– Es Jae Yeol del departamento de modas – explico mientras sonreía de manera inocente hacía la chica que mostró su interés por el rubio.

– ¡Eli, te ves muy bien con el pelo blanco! –hablo otra y él agradeció.
Bombardearon a ambos con preguntas que él de pelo blanco, muy amable respondía si es que podía y si no era el caso, el rubio daba el mensaje y Eli lo transmitía a las chicas.

Tiempo después de que la campana fue tocada, los amigos de Jae entraron a la cafetería, mientras él seguía en la mesa de Eli, rodeados de chicas.

Cosa que les resultó curioso a ellos, pero viendo que su amigo parecía más animado que de costumbre, lo dejaron pasar.