Santana se sentía como una adolescente. Como una hormonal adolescente.
El principal motivo por el cual quería decirle que no a la rubia, era que tenía miedo de estar a solas con ella, porque si bien pasaron diez años, la atracción sigue ahí para ella.Y sabe que también para Brittany.
Desde que volvió de almorzar con sus amigos, buscó todas las maneras posibles para distraerse. Se puso a limpiar, a cocinar, a ver películas, llamó reiteradas veces a Carla para saber si necesitaban ayuda con el caso. Pero nada funcionaba.
En ningún momento pudo sacarse de la cabeza el hecho de que hoy canaria con su ex esposa después de diez años.
No tenia idea que le diria Brittany, porque conociendola, no le confesaria a ella lo que le dijo a Quinn, y el no tener una mínima pista, la ponía mucho más nerviosa.
Y su corazón casi se le sale del pecho cuando el timbre sonó.
—Mierda— susurró, mientras se miraba al espejo y se acomodaba el pelo.
Se dirigió a abrir la puerta, y cuando lo hizo, se quedó embelesada mirando a la rubia.
Si, era una adolescente hormonal. ¿Pero quien no lo sería con Brittany Pierce enfrente suyo?
La rubia llevaba puesta una blusa azul, la cual resaltaba sus ojos, y un short suelto color blanco, el cual resaltaba su piel dorada.
Santana estaba sin habla, mientras pasaba su vista por el cuerpo de su ex esposa. Sólo la sacó de su ensueño la mirada divertida de Brittany.
—Hola— susurró.
—Hola— contestó Santana, haciéndose a un lado— adelante.
La rubia sonrió, y pasó por su lado, situación que la latina aprovechó para admirar las perfectas piernas de su ex pareja.
—Un short tenía que ponerse— murmuró para si misma, mientras apoyaba su espalda en la puerta para cerrarla.
—¿Dijiste algo, San?
—No, no...— negó rápidamente— ¿Te molesta si ordenamos sushi? no tuve tiempo de cocinar nada— mintió.
—No, no me molesta para nada.
Santana le dijo que se acomode en el salón mientras ella iba a la cocina a encargar la cena, y en ese mini escape, le mando un mensaje a Noah diciéndole que era una mala idea esta cena, a lo que su mejor amigo le respondió «lo tenías superado ¿eh?»
Así que después de insultarlo en todas las maneras posibles en su mente, se dirigió hacia donde estaba Brittany, y si bien se sentó en el mismo sillón, lo hizo al otro extremo.
—Entonces... ¿de que queres hablar realmente?
—No sé, no nos vemos hace prácticamente una década. Quiero saber sobre vos— se encogió de hombros.
—Ya dije todo en la clase, Britt.
—Hiciste un resumen de tu vida, yo quiero saber con más detalle, San— dijo dulcemente, y a la latina se le derritió el corazón.
—¿Más detalle? ¿cómo que?
—No sé... ¿como fue tu experiencia en la universidad?— rió.
—Estresante. Aprenderme todas esas leyes...— negó con su cabeza— Si pudiera volver diez años atrás, elegiría otra carrera— rió— quizás hubiera trabajado en un viñedo... mi e... tengo una familia amiga que es dueña de uno, quizás les pida trabajo.
—¿Aplastando uvas?— sonrió Britt.
—¿Realmente se hacen así?— preguntó con una mueca, su ex se encogió de hombros, y estallaron en una carcajada— ¿Sería una imagen sexy, no crees?
—¿Vos aplastando uvas, en una camisa blanca arremangada, y con unos shorts del mismo color?— contestó Britt, todavía riendo— Pagaría millones solo por verlo.
—Esa imagen es muy de película.
Cuando dejaron de reír, se quedaron mirando fijamente a los ojos, y creció una enorme tensión entre ellas.
Si. Sexual.
—¿Que más queres saber?— preguntó luego de carraspear, intentando cambiar de tema.
—Dijiste... dijiste que tenias una hija. Sobre ella.
—Se llama Rebecca, tiene veinte... le digo hija porque la conocí cuando ella era casi una adolescente... una problemática adolescente— agregó riendo.
—¿Cuanto tiempo... saliste con su madre? ¿Cómo la conociste?— preguntó— ¿Es Italiana?
—Carla. Carla es su madre— contestó riendo por las preguntas de su ex— Ella creció allá, pero nació en Inglaterra. La conocí en mi tercer año en Italia, yo era algo así como la asistente de un abogado, Carla era la abogada a quien enfrentabamos. Cuando terminamos el caso, me la crucé en un bar, y hablamos... tuvimos una especie de conexión, y comenzamos a salir al poco tiempo.
—¿Por qué terminaron?
—Trabajar con tu pareja nunca es una buena opción— se encogió de hombros— Salimos durante tres años, casi cuatro. Los primeros dos fueron magníficos, pero el último no tanto, ya que éramos socias. Se nos hizo muy difícil separar el trabajo de lo personal, y nos dimos cuenta que era mejor separarnos— explicó— Es el día de hoy que seguimos como socias, y somos grandes amigas. De hecho, para mi es algo así como mi alma gemela.
—¿Quiere decir que cuando terminaste con ella no te escapaste del país?— preguntó con un poco de resentimiento, y otro poco de broma.
—Mi separación de ella no fue ni un poco dolorosa comparada a nuestro divorcio, Britt. Carla y yo... fue una relación más física que emocional— explicó— No me malinterpretes, la amé como pareja, pero la amo mucho más como amiga, sinceramente no me veía en un futuro casada con ella.
—¿Por qué? quiero decir si la amabas...
—¿En serio queres que te responda?
—Si.
—No es personal— aclaró— Pienso que el casamiento es algo de una sola vez, por lo menos para mi— suspiró— pienso que la gente que se vuelve a casar, es porque ama más a su nueva pareja que a la anterior...— Brittany al escucharla bajó la cabeza negando.
—No entiendo...— dijo con la voz entrecortada, afectada— Dijiste que Carla era tu alma gemela, pero que no te casarias con ella.
—Hay un dicho que dice que en la vida de una mujer siempre llegan dos personas... el amor de su vida y su alma gemela.
—¿No son lo mismo?— preguntó confundida.
—Son totalmente diferentes— respondió— El dicho dice que el amor de su vida será quien entrará a su corazón sin avisar, sin pedir permiso e invadirá su mente, sus deseos, su piel, y todos sus sentidos. La amará como nunca amó a nadie, y después de ella no volverá a amar igual. Este amor marcará un antes y un después en su vida, pero finalmente terminará la relación, y sufrirán demasiado para después continuar sus vidas por separado, aunque seguirán llevándose por dentro— contestó mirándola a los ojos.
—¿Y su alma gemela?— preguntó con los ojos llenos de lágrimas.
—Ella es quien vendrá a sanar las heridas que dejó el amor de su vida, le va a dar confianza nuevamente, cariños, y la ayudará a levantarse. Su alma gemela será todo lo que busca en una persona, y la querrá mucho, por ella sentirá mil emociones y aunque ella creerá amarla, en realidad nunca va a sentir por ella lo mismo que sintió por el amor de su vida— relató.
—¿A qué viene todo esto? ¿por qué me contas este dicho?
—Preguntaste el por qué nunca podría casarme con Carla, y la respuesta es porque nunca podría amarla de la manera en la que te amé a vos, Brittany.
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hola hola bestieeees.
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nueva oportunidad- brittana
FanfictionDespués de diez años, Santana vuelve a su ciudad natal por la boda de su mejor amigo.