Recuéstese en una posición cómoda sobre las sábanas y golpeé tres veces su almohada para que esta se abombe lo suficiente. Si, por su contra parte, se encuentra fuera de casa; asegúrese de estar sentado sobre un asiento de consistencia placentera y acompañado de un café. Evite sacudir la cuchara demasiado rápido o manchará las páginas de esta obra, o en su defecto, su pantalla.
Deslizando los pulgares dentro de esta obra podrá visualizar cómo los personajes principales no son arquetipos de la normalidad, pero al mismo tiempo, todos los poseemos. El primer personaje nos acompaña desde el vientre materno, utilizando una máscara, ocultando que en verdad es una kalopsia. El Amor, el personaje número uno nos embriaga de deseo y esperanza, nos encadena por completo y nos reduce al silencio; pero lo aceptamos sin rechistar. ¿Pero qué sería de la existencia sin pasar un catorce de febrero más acompañado de la soledad? ¿Qué sería de aquellos casquivanos o de los míseros réprobos del amor?
Pasarás capítulo por capítulo conociendo a un personaje importante que se escurre de nuestras manos cada que terminamos un día castigándonos a nosotros mismos, o cuando continuamente la enfrentamos de forma apócrifa. La Vida, protagonista subestimado y poco recordado. Bienaventurados aquellos que tienen la osadía de despedirse de esta con una sonrisa en el rostro y por voluntad propia. Cuando lea cada sección pregúntese si en realidad está viviendo o si únicamente se está limitando a respirar y a perderse en sueños e ilusiones quiméricas. Cada que pase al siguiente capítulo, cuestiónese si está inundado en una paramnesia o simplemente busque un espejo lo suficientemente grande para observar su rostro y, discuta con su reflejo, si lo que ve es auténtico o se trata de una floraina engendrada desde sus entrañas.
Pero es que ha pasado tanto desde que comenzó a leer el primer párrafo de este texto y no se ha dado cuenta de que algo nunca se detuvo. Se propaga entre nuestras sonrisas y se refracta a través de nuestras lágrimas. Este personaje podrá parecer un semidiós, un ente capaz de ser invisible mientras nos mata y nos hace prosperar. El Tiempo tiene una cualidad excéntrica, no pronuncia un solo sonido, pero está seguro de que escuchará muchos lamentos e ilusiones. Sus orejas, tan colosales como la gran ausencia de su lengua, son inundadas de plegarias para viajar a un momento que no le corresponde. La Vida ve al tiempo como un verdugo y el Amor lo respeta como a un sacerdote, pues el primero sabe que cuando la carrera de aquel reloj termine, la Vida también morirá; y el segundo, considera que entre más perdure un amor, más sempiterno será. Verdugo o sacerdote, el tiempo solo es un afásico que no se cansa de transcurrir.
Es probable que mientras sus ojos vayan recorriendo las páginas y su cerebro ande reflexionado, este se comience a llenar de pensamientos apópticos. Pero no tiene de qué preocuparse, que el último personaje estará ahí para aconsejarlo. La Muerte se sentará en su regazo para consolarlo. El último personaje con personalidad esotérica, debería ser la protagonista de la obra, pero la humanidad se ha encargado de convertirla en la antagonista. Considerada un intríngulis, una recóndita murria y una réproba de su propia existencia; la Muerte no solo es la víctima de los que huyen de ella, incesantes, aunque siempre esté pisándoles los talones. La decisión de considerarla una protagonista o una villana solamente será de usted, lector.
Cuando termine de leer esta obra es probable que ya se haya terminado aquella taza de café. También debió de haber levantado de aquella cama para ir a cambiar su estereotipo de trabajo por un montón de billetes; siempre y cuando esta obra no le haya contagiado una clinomanía y, contrario a lo dicho, siga yacente sobre aquella almohada. Pero, de forma convincente, podré decir que cuando haya llegado al final de esta historia, habrá realizado una nueva amiga. ¿Podrá ser que la Vida lo embelese con su facundia? ¿O será que la Muerte lo deje ciego ante su apoteosis?
Una vez lea la última palabra de esta obra, levántese y busque un espejo. Obsérvese, incluso tal vez, de forma verídica por primera vez. No lo piense dos veces y haga ese cambio que este libro le ha propiciado. Pues, aunque el Tiempo seguirá difundiéndose como en un maratón, y el Amor sea una flama en espera, usted seguirá en esa utópica liberación de la muerte adoptada por la sociedad. Pero, esperamos que usted, lector, internamente sea capaz de abrazar a la muerte, aceptando aquella distopía de la que estuvo huyendo desde que la luz inundó sus luceros. Esperamos que, cuando la Vida le ceda el paso a la Muerte, usted sepa que está adentrándose a una nueva aventura.
Tiempo promedio de la lectura: Una vida.
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Personajes
La Vida. ⚜️
El Tiempo. ⏳
El Amor. ♥️
La Muerte. ◼️
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(Camino de La Vida, texto siguiente)
(Camino de El Tiempo/ No disponible por el momento)
(Camino de El Amor/ No disponible por el momento)
(Camino de La Muerte/ No disponible por el momento)
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Texto inspirado en Instrucciones para llorar de Julio Cortázar.
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Pensamientos apoptóticos #CA2022 #PGP2022
Poésie"La motivación humana es la utópica liberación de la muerte" Tiempo. Amor. Vida. Muerte. Los pensamientos dependen de estos entes, son indispensables y relevantes. La vida es una elegía ya que el hombre vive para huir de la inevitable muerte. ¿Por q...