la lujuria

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Yuto: queee.

Oppai:que pasa, no te gusta la idea.

Yuto: ¿creí que iba a hacer esto a la antigua?.

Oppai: ¿como es la antigua?.

Yuto: es la del sexo, un hombre y una mujer.

Oppai: shhh hablas de esa,  claro que no.

Yuto: porque no.

Oppai: porque eso está prohibido, la razón es muy simple, sin sexo hay más paz.

No podía creer lo que me estaba diciendo, no podría tocar a ninguna de las chicas del lugar,  por una estúpida regla.

Yuto: pero que hay de la lujuria que está matando a las mujeres.

Oppai: eso es porque las mujeres que tienen los niveles de lujuria muy altos, son una amenaza para la Paz del lugar, y son eliminadas.

Este lugar era una locura, cualquiera que tuviera la lujuria muy alta, era eliminado, esto parecía una dictadura.

Oppai: bueno te dejo trabaja tranquilo. Tienes solamente 3 horas.

Yuto: un momento, ¿no hay una revista para ayudarme?.

Oppai: no.

Fueron sus últimas palabras antes de dejarme completamente sólo.

Yuto: maldición... bueno creo que empezar ahora.

12 minutos después.

Yuto: mierda, no pudo hacer nada sin un video o una revista, no soy un cavernícola.

Me encontraba completamente frustrado, la general solo me dio 3 horas para llegar los 50 frascos. 

Yuto: al diablo con esto, prefiero estar en casa que en un mundo donde el sexo está prohibido.

Al final salí de la habitación, y me después a encontrar una manera de volver a casa. Estuve al rededor de 20 minutos buscando la salida, pero no encontré nada.

Yuto: donde rayos está la salida de este lugar.

Oppai: porque no estas trabajando.- dijo mientras estaba detrás de mí.

Yuto: ahhh, como me encontraste.

Oppai: tengo mí métodos, ahora vuelve a tu habitación.

La general me daba bastante miedo, no quería hacerla enojar, pero tampoco quería volver a ese lugar. Así que se me tenía que ocurrir algo.

Yuto: [ piensa Yuto, piensa.... mierda no puedo pensar mientras las tetas de la general no dejan de verme...un momento]. Disculpe mí general podría hacerle una pregunta.

Oppai: claro.

Yuto: dígame, usted sabe que es un masaje.

Oppai: no, yo siempre estoy ocupada y no se de eso. Porfavor dime qué es.

Yuto: bueno es algo más o menos, así- rápidamente tomé los pechos de la general y empecé a masajearlos. Solo esperaba que no me matara después de esto.

Oppai: ahhhh como te atreves ahhhh, a tocarme ahhh.

Ella casi no podía hablar, al parecer le gustaba mí masaje.

Yuto: hace cuánto nadie te toca de esta manera.

Oppai: desde que nací, ahhh no pares.

Su vos cada ves iba cambiando todo estaba saliendo excelente, incluso podía sentir los pezones de la general, poniéndose duros.

Oppai: ahhhh, ya basta...- dijo mientras sujetaba mis manos.- escúchame chico no se quién te crees pero no creas que esto no va a tener un castigo, ahora quiero que me veas en mí oficina a las 20:00 P.M. está claro.

Yuto: muy claro.- dije asustado.

La general se dio media vuelta y se fue del lugar dejándome completamente sólo. Creo que había cometido un gran error...

19:50 P.M

Me encontraba en mí sona de trabajo, los minutos que faltaban se me hacían interminables, no sabía cómo la general iba a castigarme, pero de seguro no iba a ser divertido.

Cuando el reloj marcó las 20 salí y me dirigí hacía la oficina de la general, yo estaba temblado de miedo, rezando que la paliza que me de no sea tan dolorosa. Toque la puerta y la voz de la general me dijo que pase.

Yuto: porfavor no me mates.

Oppai: porque voy a matar a mí Pitudo  personal.- dijo con una voz muy sexy, y rápidamente empezó a quitarse la ropa.- ahora ven aquí.



HaremDonde viven las historias. Descúbrelo ahora