Capítulo 1

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Buenas a todos los lectoreees! Debo admitir que Encanto me ha gustado bastante y cuando terminé de ver la peli esta historia llegó a mi cabeza. Así que tenía que escrbirla. Espero realmente que os guste y disfrutéis de la trama.

Un abrazo a todoooos!

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Mirabel no sabía cuánto tiempo llevaban en la tienda pero, a juzgar por la cara de cansancio de su madre y el dolor incómodo latente en sus pies, podría asegurar sin temor a que más de hora y media por lo menos.

Isabela no parecía estar conforme con ninguno de los vestidos que llevaba probándose por el momento. Podía tratarse del vestido más hermoso que hubiese visto en su vida, pero si su hermana percibía algún detalle o acabado que no terminase de ser de su gusto, por mínimo que fuera, descartaba el vestido de inmediato.

Entre la costurera y su abuela trataban de convencerla y mostrarle nuevos modelos, incluso le propusieron bocetos de vestidos que pudieran ser a medida, tal y como Alma deseaba. Todo tenía que ser perfecto, la boda debía causar sensación y furor.

Los Madrigal eran una familia muy poderosa, conocida tanto dentro como fuera del pueblo. La celebración tenía que estar a la altura de tal prestigio. Nada podía salir mal.

—Si lo desea señorita, podríamos añadir algunas flores por la falda y también en el velo.

—Que tengan el tamaño justo, no queremos que sean demasiado grandes. Debe ser un vestido que resalte de entre los demás, a fin de cuentas será la protagonista. Todos los ojos deberán centrarse en ella.

Isabela admiraba su figura a través del espejo, el vestido blanco resaltaba sus curvas y le favorecía. Aunque claro, ¿ qué podría sentarle mal a la perfecta Isabela?

Mirabel la miraba con una mezcla de sentimientos contradictorios, por una parte sentía envidia de lo hermosa que se veía su hermana con cualquier cosa que se pusiera; y por otra, sentía cierta nostalgia al saber que en poco tiempo su hermana sería una mujer casada. No lo admitiría jamás en voz alta, ni aunque la amenazaran de muerte, pero la iba a echar de menos.

Sintió una presión en su brazo y se giró para ver el rostro tierno de su madre.

—Está preciosa, ¿ verdad?

—Bueno, no hay nada que no le quede bien. —Mirabel rodó los ojos y se apoyó en la pared que tenía detrás, los pies empezaban a matarle.

—Tú también vestirás algún día así —su madre le pellizcó un poco la mejilla, sacándole a Mirabel una sonrisa — Pero espero que lo hagas con alguien que te ame tanto como tú le ames a él.

—Para eso antes alguien tendría que fijarse en mi — sonrió con desgana la chica.

—Créeme que lo hacen hija, lo que pasa es que tú no te fijas bien.

—Lo que tú digas, ma'.

Julieta respiró hondo y, tras dedicarle una caricia a Mira con cariño, miró a su hija mayor con pesar. Se mantuvo callada unos minutos, admirando a su bella hija ahí delante con su vestido blanco y ese rostro indiferente. Después soltó:

—Isabela lo está pasando mal últimamente.

Mirabel regresó la mirada a su hermana y vio la misma faceta de siempre, sonriéndole al espejo como si se considerara la criatura más maravillosa del mundo.

—Yo la veo igual que siempre, ma'.

—Hay cosas que solo las ve una madre, Mirabel— el tono de Julieta se fue ensombreciendo, adquiriendo una entonación melancólica— No todo es lo que parece.

En Tus BrazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora