EL CABALLERO DE NIMROD

Todo Está Escrito

Historia alternativa sin fines de lucro.
Mundo alterno: Una lejana tierra mágica.
Los personajes pertenecen a Keiko Nagita.
Portada: Paty Andrew

En un lejana tierra llena de magia y criaturas fantásticas, un viajero cabalga a por una montaña cuando de pronto su caballo falso el paso y le tiró, el jinete descendía por la empinada rodando sin control, de pronto cayó en lo que parecía ser una cueva... Lo que encontró lo dejó estupefacto.

Una joven de hermoso parecer con cabellos castaños largos y rizado descansaba en lo que parecía un ataud de cristal, era tan bella, no podía dejar de admirarla. ¿Quién era?, y ¿por qué se encontraba ahí?,¿Dónde estaba?
¿Era un sueño acaso?
Sumido en sus pensamientos perdió la noción del tiempo, cuando de pronto escuchó una risa que le estremeció, su piel se erizo y un inmenso temor se apoderó de él.

-¿Es hermosa no es así?
Podría ser tuya, si la ayudas a despertar.

-¿Co-co-cómo podría ayudarle?-cuestionó con dificultad sin atreverse a girar para ver a su interlocutor-.

-En la tierra de Nimrod, hay una gargantilla con un bello rubí en el centro, debes traelo y la dama despertará.
Solo recuerda que es una misión secreta. Sí logras la misión, ella te compensará.

El joven resolvió en su mente y corazón que lo haría, así que sin pensarlo más se dirigió hacía el valle de Nimrod, era un viaje largo pero valía la pena.

Mientras tanto en Ofir los reyes William y Priscila disfrutaban de una agradable cena en compañía de sus hijos: la princesa Rosemary y el príncipe Albert, así como huéspedes de la casa real, entre ellos el comandante de tropas Vicent, el consejero Real George, el Duque Terence gran amigo del príncipe Albert, la infanta Elroy, hermana del rey William.

-Muchas lunas han transcurrido desde que la tierra fue liberada de la opresión de los oscuros-decía el rey con su copa en alto- fue una gran batalla, mucha sangre fue derramada pero ahora hay paz en la tierra. Pronto nos uniremos a casa de Nimrod. El príncipe Albert y la princesa Candy unirán ambos reinos-sonreia de oreja a oreja mientras salían aquellas palabras de su boca.

El príncipe Albert parecía no agrardarle aquella idea, hizo una mueca con los labios.

-¿Cómo he de casarme con una jovencita a la que nunca he visto?, no estoy de acuerdo, fue un trato entre tú y el rey Erick.¿No había acaso otra manera de sellar su alianza?

-Hijo mio- exclamó la reyna Priscila dulcemente - las estrellas sellaron su destino, está escrito. Una nueva era inicia, seremos guiados por ustedes a una era de gran prosperidad y paz. Lo he consultado con los astros y la respuesta es siempre la misma.

Terence dirigió la mirada a su amigo y con un gesto le indicó que desviara el tema.

-En Uz habrá un gran baile para celebrar el cumpleaños de las princesas Annie y Paty. He pensado en aceptar la invitación y acompañar a Rosemary.

-¡Que felicidad hermanito!, me alegra que accedieras y ¿tú? Duque,
¿irás?

-¡Por su puesto, habrá muchas damas bellas para conocer!.

Los días pasaban envueltos en una apacible atmósfera, las jóvenes de toda la región hacían preparativos para asistir a aquella velada que parecía ser el evento más esperado de la época.

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En la tierra de Nimrod una dama de baja estatura y complexión robusta, corría por los alrededores del palacio. Sintiendo que su corazón no resistiría más por el esfuerzo, se detuvo y concentró toda su energía en gritar el nombre de su escurridiza princesa.