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Jimin estaba demasiado nervioso, y tenía miedo, mucho miedo, quería que su plan funcionara para tener a Yoongi de vuelta. Caminaba cada vez más cerca de aquel parque, donde pasaría todo. Donde le diría todo.

¿Y si lo rechaza de nuevo? No y no, no se permitiría perderlo de nuevo, daría lo mejor para por lo menos arreglarlo, si el no quiere estar con el, lo entendería completamente, solo quería disculparse para que el pálido ya no doliera.

La inquietud lo asechaba, cada paso más cerca que daba más era el miedo que lo atormentaba. Pudo ver un pequeño letrero en una de las esquinas del gran lugar. "Parque de los destinados", lindo nombre. Tal vez tenía razón.

Lo vio, vio al chico que esperaba. Camino lentamente detrás de el, Yoongi miraba unas flores rosas que parecían surrealistas, su color era intenso y el olor era suave.

Tan concentrado en las flores estaba que no sintió una presencia detrás de el, continuo observando las flores hasta que algo o alguien tocó su hombro. Por inercia volteó a ver, esperaba a Taehyung pero a quien vio hizo que doliera su corazón.

Jimin estaba parada enfrente de el, observándolo con esos ojos profundos su mirada parecía perdida mientras se centraba en su rostro, los labios de Yoongi se abrieron un poco por la sorpresa, ¿que hacia el aquí y ahora? No entendía.

El más pequeño sintió como la mano contrario agarraba su muñeca, bajo la mirada a esta y anhelaba tanto agarrar su mano y nunca soltarla, pero no podía. Le dolía tanto y solo quería salir de allí, pero al mismo tiempo su corazón le pedía a gritos quedarse.

Por esto se quedó en su lugar, dejando al rubio observarlo por un rato más. Hasta que por fin se animó a hablar, dio un gran suspiro y cerró los ojos, después de unos segundos los abrió de nuevo aún mirando al chico enfrente de el.

-Yoongi... ¿podemos hablar?

En ese momento el lado emocional de Yoongi se apartó para dejar entrar al racional, cual le decía que se fuera. Eso era lo que debía hacer, aunque no era lo que quería.

Sin otra opción quito el agarre de su muñeca y susurró un "No tengo nada que hablar contigo", un poco bajo pero lo suficientemente alto para que Jimin lo escuchara.

Yoongi empezó a caminar lejos de allí, sentía su pecho ser comprimido y su corazón retorcerse, sus ojos se llenaban de agua que deseaba salir en forma de lágrimas. No quería mirar atrás pero no tuvo opción cuando sintió un abrazo por detrás, unos brazos fuertes sosteniendo su cintura cálidamente.

-P-porfavor.... solo escúchame Yoongi.

Suspiro, no podía decir que no ahora que se estaba así, no quería separarse de su abrazo. Era lo que tanto pedía y lo obtuvo. Aunque, no quería empezar a llorar por el pequeño afecto, se separó y se volteó. Cara a cara.

-Yoongi.... porque...

El rubio extendió su mano con intención de limpiar la pequeña lágrima que salió de los ojos del pálido, pero este quito la mano de su camino, Jimin se quedó allí, quieto y dolido por todo. Inhalo y exhalo varias veces.

-Habla de una vez. -dijo Yoongi.

-Yoongi... se lo qué pasó.Se lo que viste y lo que piensas, verás, yo.. -sus palabras se perdían, no sabiendo que decir vio al pálido cabizbajo y agarró aire de nuevo- Yo creo que-

-¿Crees? ¿Por lo menos sabes lo que siento? ¿O lo qué pasa? Deberías estar seguro y dejar de solo creer.

-No es eso, Yoongi, yo puedo explicarte.

-¿Explicarme? Claro, explícame por qué me haces todo esto.

Yoongi no solo dejaba salir su dolor si no también esa frustración, la frustración de la situación y de el dolor que sentía, de no saber el "por que".

¿Por qué? | JimsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora