5. Encuentro

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El día tan ansiado y peligroso llegó.

El comité de los Ángeles partió al alba para llegar al mundo de los mortales. Minato, el jefe a cargo del ejercito y poderío de los seres divinos, iba a frente de su enorme comitiva de miles de ángeles. Naruto iba tras el como su hijo y futuro sucesor; tras él los sabios del Consejo Supremo de los Ángeles y los seguían el resto de seres.

El comité de los Demonios partio antes de la salida del sol. Madara iba sobre una bestia enorme de grandes cuernos amansada por su señor. Él era el líder de los ejercicios demoníacos y quimericos. Tras el iban sus hijos Itachi y Sasuke como un par de trofeos. Iba todo un ejercicio de bestias sin forma reconocible además de muchos cuernos, pieles de animales y sonidos grutales. Había bestias grandes y pequeñas, a pie y en el aire. Su ejercito era fuerte pero desorganizado, no como los ángeles.

Antes del mediodía estaban en su punto de encuentro, la sagrada cueva de los orígenes dónde los Ángeles y los Demonios fueron concebidos y creados, dónde el Ángel Original venció y fue vencido por su hermano el Demonio Original. Era un lugar sagrado para los seres divinos de todo tipo excepto para los humanos a los que todavía les era desconocida esa tierra.

– Señor ellos llegan –dijo Obito a Minato

– Pon en guardia a la tropa de respaldo

– ¿Será suficiente con ellos padre? –pregunto Naruto discretamente

– Todos están en guardia, cualquier cosa no solo ellos atacarán si no que todos lo haremos

– De acuerdo

– Que bueno que afile mi espada antes de salir –exclamo Lee, el hijo del tercer jefe de las tropas Reales

– ¡Silencio! Podrías ser castigado por tu insolencia –reclamo Neji, el mejor arquero de las tropas Reales

– Vamos, hay que ser optimistas –respondió Lee de nuevo

– Los demonios están entrando –dijo una voz lo que les hizo voltear a todos


Los Demonios entraron con su bestial ejército causando varios susurros entre los Ángeles. 

– ¿Que tanto hablan? –dijo Sasuke poniéndose al frente de la tropa

– Déjalo hijo –respondió Madara bajando de su bestia de transporte

– Lo lamento señores, no ha sido con la intención de ofenderlos –respondió Minato haciendo una seña para que todos guardaran silencio

– Bueno, estamos aquí por obligación y no por gusto. No quiero enojarme asi que acabemos con esto rápido

Entre el espacio entre un ejército y otro surgió de la tierra un ser extraño. Tenía forma humana pero sus características físicas decían los contrario. Era un ser femenino de cabellos verdes y piel muy blanca; sus labios eran rosas, sus ojos cafés claro y sus facciones delicadas y de cuerpo delgado. Tenía una especie de túnica verde brillante y que le cubría la mayoría del cuerpo y tenía en la mano una especie de cetro de colores dorados y plateados brillantes.

– Bienvenidos de nuevo a su origen. Sabía que vendrían, como siempre


Todos se inclinaron ante el ser para saludarla

– Yo, el líder los Ángeles la saludo señora –dijo Minato con una rodilla sobre el suelo

– Yo, el señor de los Demonios y Quimeras la saludo señora mía –dijo Madara inclinadose con una mano sobre su pecho

– Un gusto volver a verlos aquí señores. Veo que a pesar de los años su reinado sigue igual que el de sus antepasados –dijo la extraña y bella mujer mirándolos sonriente

Tentación (SasuNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora