Tentación (SasuNaru)

17. Castigo

⚠️⚠️ AVISO ⚠️⚠️
EL SIGUIENTE EPISODIO CONTIENE ESCENAS SEXUALES Y DE VIOLENCIA
SE RECOMIENDA DISCRECIÓN

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𝒰𝓏𝓊𝓂𝒶𝓀𝒾 𝒩𝒶𝓇𝓊𝓉𝑜

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Al momento, Naruto no se detuvo a pensar en Hinata y lo que le pasaría si ella reportaba que Naruto se negó a hacer su misión acompañado y dejando a su "futura esposa" sola. No pondría feliz a su padre, y mucho menos a su amigo.
Volo buena parte del dia hasta llegar a un pequeño pueblo, o más bien un pequeño campamento cerca del bosque Púrpura dónde habitaban seres mágicos sabedores de la magia contra los renegados y sus hechizos fuera de los básicos.
Solían encargarse de cuidar a los humanos que caían en sus hechizos y mentiras; pero ,como los humanos siempre hacían, consideraban a estos seres sobrehumanos y por lo tanto una amenaza y fuente de riqueza.

Naruto espero a los humanos durmieran y luego de hundirlos en el profundo sueño del olvido libero a los seres mágicos que estaban en cajas de metal con varios orificios para ser observados como fenómenos.
Libero a cientos de hadas metidas en un mismo recipiente y que les lastimo más alas al ser capturadas.
Libero a un grupo de duendes que corrieron despavoridos en cuanto pasaron tierra. Y con ellos corrieron también un par de Espíritus Naturales que volaron por el aire y se desvanecieron poco después. Apesar de no haber sido vistos su mera presencia estaba ligada a los seres que de podían ver y tocar. Con los duendes se fueron también un par de pequeños dragones que más bien parecían reptiles comunes solo que más grandes y coloridos.

Las hadas agradecieron al rubio por liberarlas y se llevaron con ellas el pequeño cuerpo de una de las suyas que no soporto el encierro.
Naruto se quedó y reviso las memorias de cada humano que ahí estaba. Luego de revisarlas borro todo rastro del descubrimiento de los seres mágicos que habían encontrado
Busco también entre sus cosas encontrándose con varios escritos en "papel" sobre lo que habían visto. Luego de revisarlos se llevó aquellas hojas y las quemó en una lámpara que iluminaba la habitación donde estaba el que parecía ser su líder, un viejo barbudo y de aspecto poco amable.

Entre todo el grupo de hombres le llamo la atención el par de chicas que dormian en una pequeña tienda. De entre todas era la más pequeña y lo que parecía, más alejada del resto.
Se acercó y abrió la cortina que servía de puerta y se quedó asombrado al verlas.
Dos jóvenes, de menudo cuerpo y piel morena pero no muy oscura. Estaban desnudas y apenas cubiertas por unas sábanas pero en su piel a la vista había marcas que daban prueba a la placentera noche que los hombres pasaron con ellas.
Marcas en sus brazos, mordidas en el cuello y pecho, sus pechos a la vista rojos y aún húmedos. Naruto podría jurar que si retiraba la sábana podría encontrar aún más marcas sobre ellas. Sin embargo, no pudo entender si las lágrimas que aún estaban en sus ojos eran producto del placer o de la desesperación.
El Uzumaki las miro un rato un más, hasta que por fin reacciono ¿Por qué las había mirando tanto tiempo? Eran humanas que seguramente habían sufrido y sin embargo las había mirando como una especie de pintura, analizado e incluso sentido.

Luego de un rato de haberse paseado por el pequeño campamento no se resistió y regreso a dónde estaban las chicas. Entro en su tienda y sin entrenerse en mirarlas tocó sus frentes y se adentro en sus recuerdos. Se arrepintió casi al instante de haberlo hecho.

Sus lágrimas no eran de placer, eran de dolor y desesperación.
Eran esclavas de aquellos hombres que las habian secuestrado de otro campamento que habían saqueado y pasado por espada a todos. Naruto entendió entonces el por qué había tantos hombres: eran los prisioneros que habían tomado y las mujeres las únicas que no se negaron a ser sus "putas"
Pudo ver desde los ojos de la más joven que aún era una niña, no cumplía ni los 18 años humanos pero su cuerpo débil le daba apariencia de una niña. Había sido golpeada y brutalmente abusada por todos los viejos que se la habían llevado a ella y a su amiga. Si ambas estaban dormidas era por el sueño en el que las había metido y no por su propia cuenta, llevaban horas llorando y sufriendo se su brutal trato por lo cual dormir plácidamente no era una opción luego de su amargo rato.