31 TENTACIÓN

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𝒰𝓏𝓊𝓂𝒶𝓀𝒾 𝒩𝒶𝓇𝓊𝓉𝑜

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Naruto se sentía adormilado mientras el chorro de helada agua le caía por la espalda. Sus alas a la vista estaban tensas pero caídas. Eran más grandes y de un impecable blanco que deslumbraban; todo su cuerpo se veía más desarrollado y fortalecido. Estaba a punto de dejar de ser un niño para convertirse en un autentico hombre, si se podía llamar a si mismo hombre.

Se sentía tan libre, pero al mismo tiempo tan presionado y estúpido. Sentía sobre su piel helado los cálidos besos del azabache, sus mordeduras y sus susurros en su oído.

-   Solo tú no te das cuenta de lo majestuoso que te ves, primor

-   Solo tú piensas así, Sasuke

-   Solo tengo que ser yo quien te vea así -respondió el azabache besando sus fríos labios con una lentitud exquisita

El rubio siguió el beso tomando al azabache por el cuello pegándolo por completo a su cara

-   No sabes cuanto te amo, primor

Naruto al fin abrió los ojos y vio al Sasuke mas majestuoso que sus ojos hayan visto.

-   Moriría por ti y eso tenlo claro -dijo el azabache acariciando con sus dedos tersos y con un anillo de oro bruto en él los labios tímidos y desnudos del rubio- Nuestra hora ha legado, así que vístete para la ocasión

El azabache se desvaneció en un segundo a través de Skire que quedo suspendida en el aire por un par de segundos para después también desaparecer

Al rubio lo embargo un intenso terror y con él una excitación inmensa.





Un par de bestias amorfas estáticas como horribles gárgolas coronaban la entrada del salón mas importante de palacio mientras el Consejo Supremo de los Ángeles entraba a la sala observando con repugnancia y miedo aquellas bestias que exhalaban humo apenas visible. En un palco los 12 consejeros tenían un gesto aburrido mientras Tsunade, Ibiki y Obito tenían una mano puesta sobre sus espadas rodeando el trono que terminaba de adornar la sala del lado angelical.

-    No puedo aceptarlo -sentencio Naruko conteniendo las lagrimas

-    Es el mejor recuerdo de tu madre que puedo darte, Naruko

-    Dáselo a Naruto, no quiero tener más recuerdos de mi casa en aquel abismo. Moriré de tristeza

-    Naruto tiene el suyo, es su garantía como futuro líder de nuestra raza y su esencia real -rechazo Minato

Naruko tomo el collar de claro azul y lo coloco en las manos de Naruto que estaba a un lado de su padre

-    Te dejare a cargo de mi vida, Naruto

Ella lo abrazo con honda ternura aún más fastidiada de aquel atuendo lleno de piedras preciosas e incómodo. Se sentía desnuda a pesar de que su espalda estaba cubierta por un fino velo blanco. Parecía una autentica novia en aquel vestido y una verdadera ceremonia aquel salón con aquel esposo.

-    Apresúrate a salir -dijo Minato para después salir de la habitación dejando a sus hijos solos

Naruko entonces se quebró en los brazos de su hermano mientras lloraba todo su miedo

-    No quiero, Naruto. No quiero ir -sollozaba la rubia

Naruto solo atino a abrazarla en el suelo mientras aguantaba con increíble calma a su hermana

Tentación (SasuNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora