Tentación (SasuNaru)

28 Sacrificio

– Sigo teniendo mis dudas respecto a su decisión, señor –comento Naruko 

– No hay de que preocuparse, sé que mi hijo lograra su misión. es lo menos que puede hacer en comparación con las grandes responsabilidades que le esperan

– ¿Usted cree que este verdaderamente preparado?

– Espero que así sea –suspiro despacio– ¿Tienes todo preparado?

– Aún no

– Entonces date prisa, termina con esto de una vez

Minato cruzo la puerta que separaba su salón principal con su despacho dejando a Naruko con un mal sabor de boca. Su hora había llegado, su motivo de existencia estaba por llegar a su amarga cúspide.

La vida de Itachi se termino como un suspiro; así como había terminado con la de su padre el cual asesino con la forma mas vergonzosa e infame de todas. Su alma ardería en el infierno por semejante ofensa; de eso se encargo Sasuke.

– ¿Saben el castigo que merecen los traidores? –pregunto Sasuke de pronto

Nadie respondió

– La traición se paga con sus vidas, pero hoy seré benevolente –enuncio el Uchiha mirando a la multitud postrada– Yo no los condenare, ni les arrebatare su miserable vida

Algunos murmullos y gruñidos de alivio se extendieron entre  los quimeras y bestias

– Sera mejor que se vayan antes de que me arrepienta de retractarme

Una ola de demonios y bestias se levantaron y se desvanecieron dentro de una ancha grieta oscura que se abrió en el suelo, las enormes serpientes y seres humanoides y voladores de los bosques se alejaron a toda prisa hacia la oscuridad de su hogar dejando solo a Shisui.

– ¿Que desea de mi, señor? –pregunto Shisui 

– ¿Que te hace pensar que deseo algo de ti? ¿Por que te encerró mi padre para empezar?

– Fui injustamente encerrado...

– No pregunte tu opinión, solo quiero saber el motivo –interrumpió el Uchiha

– Por que fallé en proteger a la Señora Uchiha

– ¿Hasta cuando? –volvió a preguntar

– Hasta que usted ordene

El cuerpo de Shisui desapareció por su propio portal demasiado aliviado. Sasuke, su señor, lo había dejado ir en libertad. Ahora extendía sus alas por los aires humeantes de azufre y calor directo a un camino que conocía de memoria. A miles de metros de su vuelo los cuerpos de los Demonios y Quimeras que se creían en libertad eran lanzados al inextinguible fuego después de ser asesinados por otros que ya los esperaban.

Uchiha Sasuke siempre cumplía su palabra. No había sido él quien los extermino pero habían pagado por su traición.

Naruto al fin había terminado de sacar una de las espadas que atormentaba su hombro con un vibrante dolor. Su mente ignoraba el dialogo que había a su alrededor y solo se concentro en libarse de esas espadas que lo atravesaban.

– Vaya vaya ¿A quien tenemos aquí?

– ¿Con que nuevo señor eh?

– No me alegra en absoluto