Capítulo 10 - Final de la Primera Parte

821 94 48
                                    


Perspectiva de Karsten

Casa tras casa, rincón tras rincón

Desde que me enteré que mis hijos estaban desaparecidos no he dejado de buscarlos por todos lados, asumiendo que deberían estar escondidos en alguna de las casas ahora vacías

Crash

Desde hace un rato el cielo había comenzado a oscurecerse, hasta el punto que incluso un poderoso trueno parece haber caído cerca de aquí seguido de algo de lluvia

Karsten - mierda...

Dejé a mis compañeros leñadores cuidando de los niños refugiados en la escuela, prácticamente todos los aldeanos ya están refugiados a la espera de una buena señal

Mujer - ¡¡Alguien!!

O al menos casi todos

Algo alejados de mí un grupo de lo que parecen ser niños acompañados de una monja caminan bajo la lluvia, pensando que alguno de mis podría estar entre ellos rápidamente me apresuré

Monja - señor, por favor necesito un lugar seguro para los huérfanos

Karsten - siga hacia adelante hermana, el hospital es el refugio

Monja - gracias *jadeo* a-allá atrás solo habían hombres peleando pero no entiendo nada más

Karsten - no se preocupe, todo saldrá bien solo tiene que esconderse. ¿Ha visto a una niña pelirroja i a un chico alto para su edad de cabello negro?

Monja - eh? Ehhm si... ¡Si! Una chica de cabello rojo, la pequeña Arysia... Estaba detrás de mí hace unos momentos...

Mis ojos se abrieron de par en par mientras mi aliento se hacía más lento

Karsten - muchas gracias, el camino a partir de aquí es seguro pero deben darse prisa

Monja - gracias gracias, que el Dios del agua lo bendiga

Karsten - se lo agradezco

Ahora tengo una dirección, no puedo perder más tiempo...

************

Perspectiva de Deacon

Crash

Al momento de utilizar este cuchillo para cortar mi piel un rayo cayó justo a mí lado, cegando mi vista por unos instantes

Para mi sorpresa, incluso después de varios segundos no sentí dolor por el impacto, si no que... Repentinamente comencé a sentir una ligera picazón en mi mano que rápidamente se transformó en dolor

Deacon - gggr ¡Aaahg!

Se sentía como si quemara, como si la parte debajo de la piel de mi brazo izquierdo se estuviese quemando en carne viva

Me dejé caer de rodillas casi escupiendo espuma por la boca debido a las circunstancias, notando a penas el como aquel monstruo de venas oscuras se alejaba del hombre rubio y venía lentamente hacia mí

Sirius - ¡A un lado!

El sujeto rubio se apresuró a tratar de golpear el enorme hombre de musculatura casi deforme, no teniendo efecto alguno sobre él y siendo enviado a volar por un gran golpe del gigante

Agni - uhhh... Tú..

Balbuceó una palabra antes de tratar de sujetar mi cabeza con su enorme par de manos

Agni - ... Uh?

Sin embargo, antes de que pudiera ponerme las manos encima sentí como una extraña sensación recorría mi cuerpo

Reencarnado en una Princesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora