Capítulo 11 - Empezando de Nuevo, Otra Vez

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Otro día más daba inicio.

Con la luz del sol en todo su esplendor, los cantos de las aves acompañan el ruidoso sonido del trabajo humano.

Frente a las puertas de un local de considerable tamaño, una chica de aires un poco extraños y apariencia curiosa se encuentra realizando estiramientos llena de entusiasmo.

Arysia - 1, 2, 3... 1, 2, 3

Moviendo su torso de un lado hacia el otro, estirando sus brazos y relajando sus hombros con un movimiento circular, ella se notaba extremadamente concentrada en lo que hacía.

A su lado en el suelo se encuentra una mochila hecha de cuero de aspecto pesado, llena a reventar y esperando por alguien lo suficientemente digno para levantarla.

Arysia - *bostezo largo*

La pelirroja se deshizo de la pesadez de sus ojos con una ligera palmada en sus mejillas, para después tomar una pequeña manzana que traía consigo y comenzar a comérsela.

Vestida con un pantalón y zapatos simples de color negro y una camiseta abotonada de color blanco, Arysia recogió su ya algo largo cabello rojizo en una coleta y tomó su pesada mochila preparada para salir.

Arysia - muuuy bien, aquí vamos otra vez

Con una última mordida la chica sostuvo la manzana en su boca, para inmediatamente después comenzar a correr en dirección a su siguiente destino.

Su próximo inicio

************

Perspectiva de Arysia

Siento el sudor bajar por mi frente mientras me dispongo a completar el recorrido en una sola vuelta.

No tuve tiempo para desayunar en casa así queeee, tomé prestada una de las manzanas del huerto de mi vecino sin avisarle. Estoy segura de que me perdonará pues le dejé unas monedas como compensación.

Me reí internamente mientras visualizo mi primera parada, un gran puesto de carnes situado en la avenida principal.

Carnicero - hmm? Pero si es el relámpago rojo!

Me detuve en seco mientras descolgaba la mochila de mi espalda y sacaba una bolsa de cuero atada medianamente pesada.

Arysia - muy gracioso señor Rufino, tan gracioso que se me olvidó reírme

Carnicero Rufino - puajajajajaja ahh esta niña, que traes para mí hoy?

Arysia - le traje la sal que solicitó hace unos días, guardela bien porque es valiosa

Carnicero Rufino - hmm si si, lo entiendo gracias niñita, con esto puedo conservar las carnes

Arysia - tengo 13 no soy una niñita

Carnicero Rufino - no quiero escuchar eso de ti hasta que al menos seas así de alta

Comentó haciendo un gesto con su mano derecha señalando lo alta que en teoría debería ser

Arysia - ah sí??! Pues usted podrá buscar sus propias cosas cuando esté así de delgado

Contesté haciendo señas en mi torso para enfatizar la diferencia de tamaños, causando las leves risas de algunos clientes alrededor.

Carnicero Rufino - ¡Pero cuánta fiereza! Me has dejado dolido y sin palabras jaja, anda con cuidado pequeña demonio, espero pruebes las carnes del festival esta noche.

Arysia - ¡Lo haré! Cuídese y suerte con el negocio

Me despedí alzando mi mano y retomando con mi camino, saboreando lo que aún queda de la manzana que es mi desayuno mientras ocasionalmente me detengo a saludar a las personas a mí alrededor.

Reencarnado en una Princesa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora