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Ansiedad: según Wikipedia cierto grado de ansiedad es normal, porque te mantiene a salvo de cosas peligrosas, como un panal de abejas. Esa sensación de que te pican las piernas y quieres alejarte lo más rápido posible, eso te mantiene alejado de las abejas. Esta es llamada ansiedad adaptativa... Algo tiene que ver con la adaptación, supongo. Adaptarse es no morir.

Pero cuando los niveles son demasiado altos y se presenta en situaciones que normalmente son de baja o nula respuesta, es llamada ansiedad patológica y es mala para quién la padece.

Ansiedad es sinónimo de miedo, de angustia. Y creo que no hay peor cosa que temerle a algo que no conoces, no has visto y no puedes controlar...

Al futuro.

Él le tenía un miedo increíble al futuro.

₊˚.༄ ࿐*:

¿Renjun-ssi?— la enfermera parece sopesar sus palabras, mirando en dirección a dónde se fue el muchacho.—Ah, sí. Vino hace unas semanas a hacer una cita pero siempre se iba cuando era su turno. Lo ví un par de veces en la recepción cuando llegaba así que escuché su nombre y lo ví irse, dos o tres veces.

—Dos o tres veces...—repite Jaemin en voz baja, sobando su barbilla—Gracias— y una bonita sonrisa con un guiño, antes de que de media vuelta y baje a pasos rápidos por las escaleras hasta la recepción.

[...]

Ruido.

Todo lo que distingue, es ruido. Ruido sin forma, sin tono, sin sentido. Por alguna razón que no entiende alguien ríe detrás y Renjun empuña las manos sudorosas sobre sus muslos pensando, asegurándose en voz baja que aquello tan divertido, es él. Que los ojos que siente taladrando su espalda no son otros que los de sus compañeros de clase, esos a los que tanta mofa les hace el chiste de que "Es alérgico a la gente". Y sacude la cabeza, tratando de convencer a su inseguridad de que algo puede ser divertido y no tiene que ser él, con su cuerpo encorvado contra la silla, o sus piernas que no han dejado de ir de arriba a abajo en un tic incontrolable. Pero ella siempre gana y cuando siente pasar a su lado a una chica que golpea su hombro con la mochila, se convence por completo.

Se están burlando de él.

—Me da tanta pena...—susurra con la mejilla recargada en el puño la más bajita entre las dos, cuyo cabello verde esmeralda llama la atención a diez metros a la redonda. —Míralo, Mingi, no le hace nada a nadie.

La pelirroja asiente, observando alternadamente de su libreta al chico al frente, en una de las butacas de en medio. Esta absolutamente segura de que Renjun no quiere estar ahí, pero alguien tomó con mala intención su sitio al fondo de salón de clases y al chico no le quedó más remedio que sentarse ahí, a la vista de absolutamente todos.

—Son unos patanes.—sentencia, cerrando la pequeña libreta cocida que lleva a todos lados—Bestias, que no pueden meterse con alguien de su talla...

Yui la mira con los ojos brillantes, hacia arriba, lista para soltar una bomba. —¿Como tú, princesa amazónica defensora de los débiles?

La chica se ruboriza de la punta del pelo anaranjado dividido en dos trenzas hasta el último centímetro de la piel entre los dedos de sus pies.

—¡Yah, no te burles de mí!— y con la libreta, golpea de forma torpe y mal atinada en el hombro de la más bajita.

Por la puerta va entrando la profesora y eso, de cierta manera, aminora el ruido del grupo. Poco a poco se escucha el remover de bancas y mochilas, todos sacando la libreta y pluma correspondientes excepto por uno solo, quien ya tiene lista la fecha en la hoja numerada.

Fuera de servicio || JaemrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora