Capítulo 2: Pasando el rato con Neil y T/n

4.3K 339 61
                                    

                   ──── T/n's pov ────

Neil y yo estábamos caminando a casa cuando noté que Norman caminaba solo. Neil se dio cuenta de que estaba mirando a Norman, así que me tomó de la mano y empezó a correr hacia Norman. Me sonrojé. Él era la única persona que sabía que Norman me gustaba.

—¡Norman! ¡Espera! —gritó, agitando su lonchera para llamar su atención. Definitivamente lo hizo. Se detuvo y soltó mi mano cuando estuvimos a su lado.

—Siempre te lo digo, Neil. Me-me gusta estar solo —dijo Norman.

—¡A nosotros también! ¡Estemos solos juntos! —dijo Neil.

Norman me miró y yo me encogí de hombros con una expresión de 'solo hazlo' en mi rostro.

—No dejes que te depriman —dijo Neil, hablando de Alvin y sus amigos—. Ellos nos hacen ese tipo de cosas siempre.

—¿Por qué? —dijo Norman.

—Porque soy obeso, y mis alergias me hacen los ojos de galán y sudo si camino rápido, y también tengo una lonchera con un gatito —él enumeró—. ¡Oh! Y tengo síndrome de intestino irritable. Creo que son muchos motivos.

—Para mí,  solo es por el rumor —dije.

—¿No te molesta? —dijo Norman.

—No, no puedes evitar el bullying, es naturaleza humana —dijo Neil—. Si fueras más grande y más tonto, probablemente también serías un bully.

Le di un puñetazo en el hombro por decir eso.

—¿Qué? Se llama "selección natural" —dijo Neil, diciéndolo mal.

—¡PSSST! —alguien dijo.

Los tres miramos hacia la estatua de la bruja.

—Esa estatua nos acaba de hacer "psst" —Neil susurró.

En ese momento, el viejo loco que vive en lo alto de la colina se asomó detrás de la estatua, luciendo realmente espeluznante.

—¿Saben quien soy yo? —él dijo.

—¿El vago apestoso que vive colina arriba? —dijo Neil.

—¡Les estaba preguntando a ellos! —dijo, señalándonos a mí y a Norman.

—Sí, lo sé —Norman dijo, agarrando mi mano mientras se alejaba de él—. Me dijeron que no hablé con usted. Lo siento.

—¿Y sabes por qué no deberías hablar conmigo? —dijo.

—¿Porque eres raro y loco? —dije.

—¡Veo fantasmas igual que tú! —dijo.

¡¿Esperar qué?! ¡¿Cómo sabe que puedo ver fantasmas?! ¡Ni siquiera conozco a este tipo!

—Y sé que no es lo único que ves últimamente, ¿cierto? —él dijo—. ¿Malos presagios? Cosas que no puedes explicar. ¿Caras extrañas qué te miran a través del velo?

Nos empujó hacia la estatua. —Ya que nadie les ha hablado de la maldición de la bruja, ¿verdad?

—De hecho, lo estamos viendo en la escuela —dijo Norman.

—¡Oh! ¡Sí! ¡Yo soy un árbol! —dijo Neil y el hombre suspiró.

—Hay algo que deben saber con urgencia —dijo, caminando hacia nosotros, retrocedimos y Norman colocó un brazo frente a mí.

—¡Es lo más importante que escucharán en su vida entera! ¡El destino del pueblo depende de ello! Escuchen con atención, ¡la maldición de la bruja es real! ¡Y ustedes son los únicos que pueden detenerla!
—dijo.

𝑷𝒂𝒓𝒂𝑵𝒐𝒓𝒎𝒂𝒏Donde viven las historias. Descúbrelo ahora