𝑷𝒂𝒓𝒂𝑵𝒐𝒓𝒎𝒂𝒏

Capítulo 13: Verdad. Parte 2

──── T/n's pov ────

Vi a Norman caer de nuevo en la sala de registros desde el techo. Bajé la escalera y me acerqué a la escotilla. Sabía que los zombies estaban allí, pero tengo que ver si Norman estaba bien.

Abrí la cerradura, abrí la escotilla y vi a los zombies.

—¡Fuera de mi camino! —grité. Parecían asustados y me dejaron pasar.

Baje las escaleras, abrí la puerta y vi a Norman tirado en el suelo. 

—¡Norman! —grité y corrí hacia él, pasando junto al libro quemado. Estaba inconsciente. 

—¡Vamos, Norman! ¡Despierta! ¡Por favor! ¡Te necesito! —dije, sacudiéndolo para tratar de despertarlo, con lágrimas en los ojos. 

—Uf… —escuché decir a Norman. 

—¿Norman? —pregunté.

—¿T/n? —dijo, levantándose. 

—¡Norman! —Lo abracé fuerte—No vuelvas a asustarme así nunca más.

Él me devolvió el abrazo, pero luego jadeó.

Miré hacia arriba para ver a los zombies.

Norman tiró de mí hacia atrás y puso su brazo frente a mí, estábamos de espaldas a los viejos discos.

Nos quedamos así un rato mientras el cabeza de zombi bajaba la cabeza.

—¿Cómo pudieron? Ella solo era una niña. No era diferente a nosotros —dijo Norman.

El zombie líder trató de venir hacia nosotros. 

—¡¡No se nos acerque!! —Norman gritó y el zombie se detuvo. 

—Deben detener la maldición —el  zombie habló.

—¿Qué? ¿No quieren matarnos? —pregunté.

—Ustedes pueden hablar con los muertos. Con nosotros. Con ella. Necesitamos que lean del libro para que todos volvamos a la tumba —dijo.

Norman recogió el libro arruinado. —¡Pero no funcionó! ¡Es un cuento de hadas!

—Es un libro  para dormir —dije.

Vi que Norman empezó a entender todo  y  se levantó. 

—¡¿Es eso, verdad?! —los zombis se alejaron de él—. Un cuento para poner a dormir a la  niña otro año.

Me levanté junto a Norman. —¿Y ahora necesitan nuestra ayuda porque somos los únicos que podemos leérselo? —pregunté. 

—¡Tomen su libro! —Norman dijo, arrojándoselo al zombie—. Léalo usted mismo.

El zombie solo miró hacia abajo. 

—¿Por qué lo hicieron? —preguntó Norman. 

—Estábamos asustados  —dijo.

—¿Pero de que? —pregunté. 

—De ella —dijo y caminó hacia los otros zombies—. Yo pensaba que estábamos haciendo lo correcto. Estaba equivocado. Ahora, este es nuestro merecido. Creímos que sabíamos  nuestro camino en la vida, pero en la muerte, estamos perdidos. Ayudennos, por favor.

Me acerqué al libro arruinado. 

—Cada año, alguien ha leído la historia en su tumba. Antes de nosotros, fue el Sr. Prendergast, y antes de él, hubo otros —me dirijo a los zombis y Norman—. Pero la maldición no termina nunca. Nada mejora. No es suficiente.

—¿Qué es lo que harán? —preguntó el zombie jefe. 

—Algo que nadie ha hecho—dije y miré a Norman.

Miramos hacia el techo roto. 

—Tenemos que hablar con ella —Norman y yo dijmos.