"El inicio se repite bajo la vista de otra persona."
Un sonido agudo, un sonido proveniente del viento, eso fue lo primero que percibió Zack al abrir los ojos.
Se levantó un poco adolorido, el cuerpo le temblaba. Observó dónde se encontraba. El suelo estaba hecho de ramas y varias plumas se encontraban regadas junto a unos cuantos huevos de dos metros de altura. Se sorprendió al verlos ahí.
Zack sentía confusión, una gota de sudor recorrió su frente.
La enorme ave que secuestro a Zack aleteó cerca del muchacho, estaba a punto de gritar, pero una mano tapó su boca, empujándolo hacia atrás, desapareciendo cualquier sensación de incertidumbre; se escondieron detrás de unas ramas.
Zack forcejeó un poco, pero se detuvo cuando vio que el captor aflojó su agarre.
— No hagas ruido — susurró su captor cerca de su oído, por lo agudo de su voz supo que se trataba de una chica.
La extraña ave se posó en el nido, dejando caer sus enormes alas, con un plumaje de varios colores, compuesto en su mayoría con naranja y azul intenso, que resaltaba al volar.
Zack se soltó del agarre del desconocido, girando su cabeza, encontrándose que sus suposiciones eran ciertas.
Una chica de piel canela con ojos redondos color café, su cabello rizado en una cola de caballo; traía unos jeans claros, algo andrajosos, y una blusa suelta de tono rosa pastel algo rasgada.
— Mantente callado para que no note que estamos aquí —volvió a susurrar la morena, con el dedo índice cerca de sus labios en forma de silencio.
Zack no dejaba de observar a la hermosa desconocida. La chica no se dio cuenta de eso, su atención estaba completamente en el ave, percibiendo si hacía algún movimiento que les indicara que se haya dado cuenta de su presencia.
La morena tomó el brazo de Zack jalándolo para que retrocediera. La extraña ave comenzó a picotear en el nido, una gota de sudor frío pasó por la frente de Zack al percatarse de que no era la mejor situación posible.
El ave movía su cabeza de un lado al otro, extendió sus alas, comenzando a alzar el vuelo.
La morena llevó a Zack detrás de unos cascarones vacíos del nido, viendo al ave sobrevolar sobre ellos, alejándose con chillidos fuertes y agudos.
La chica suspiró recostándose en uno de los cascarones —¡Por fin se fue!
La chica puso su mirada en Zack, echando un vistazo rápido. Zack se sintió como si lo hubieran escaneado.
— Sí que te va mal —la desconocida miró con una ceja levantada.
Zack miró hacia abajo, observando su ropa, que se encontraba en el mismo estado que la de la chica, andrajosa; supuso que fue cuando tropezó con las copas de los árboles, ya que iba en picada o, cuando el ave lo sujetó para llevarlo al nido como comida de sus polluelos, que están a punto de nacer.
— No creo que a ti te vaya mejor —hizo lo mismo que la chica, observándola de arriba abajo con un tono altanero y sarcástico, como solo él sabía hacerlo—. ¿Cuánto tiempo llevas aquí?
— Unos dos días, creo —se sentó cruzando sus piernas—. ¡Diablos! Se exalta —¿Dónde está Darren? — Busco con la mirada, volteando la cabeza a todos lados.
— Aquí estoy.
A lo lejos se veía una mano alzándose en el interior del nido.
Para sorpresa de Zack, un chico salió de pronto cubierto de ramas y paja; el chico era algo alto, su cabello oscuro le cubría parte de sus ojos caídos. Zack quedó impresionado por la heterocromía del chico, que simulaba el amanecer y el anochecer.
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Darren: Entre dos mundos
AdventureDeriang como cualquier adolescente quería disfrutar las vacaciones. No esperaba terminar en casa de sus abuelos con su molesto primo Zack. Encerrarlo es la mejor solución para que deje de molestar. Todo se oscureció, Zack desapareció..... Deriang ca...