OMEGA (BTS)

Capitulo 3

El mundo se había oscurecido afuera, dejando el dormitorio finalmente en completa oscuridad. Los ojos de Jin se habían acostumbrado a eso hace un tiempo, cuando se había despertado de su sueño, pero sabía que tendría que encender la pequeña lámpara junto a la cama durante la noche mientras cuidaba a Yoongi.

Su segundo ciclo había ido bien al igual que el primero... junto con el tercero, cuarto, quinto y sexto. Los primeros tres habían sucedido todos en la misma hora. Jin estaba preocupado, sabiendo lo muy sensible que estaba Yoongi en su situación actual, pero lo había superado fácilmente. Bueno, lloriqueando y haciendo pucheros todo el tiempo, pero cuenta.

Jin sabía que el primer celo de un omega golpeaba con más fuerza, el cuerpo trataba de adaptarse a las nuevas hormonas lo mejor que podía. Un calvario molesto, de verdad.

Claro, su propio conocimiento personal era limitado sobre Namjoon, Jungkook y su única ex novia, pero había leído lo suficiente en línea cuando se dio cuenta por primera vez, con un poco de terror, de que él era el alfa de la manada.

Se preguntó si tal vez era porque Yoongi estaba pasando por eso tan tarde en su vida, que su cuerpo estaba poniéndose al día. Jin frunció el ceño. Tendrían que hacerle una prueba, quizás una revisión médica. No era normal presentarse a mediados de los veinte.

Yoongi murmuró algo mientras dormía, tratando de acariciar más profundamente la garganta de Jin con su mejilla.

El pobre se quedó sin aliento después de todo y básicamente se había desmayado por el agotamiento. Jin estaba más que feliz de ser una almohada humana por el momento.

Todavía olía demasiado dulce, el olor flotaba pesadamente en el aire, probablemente permanecería así hasta que se le pasara el celo. A lo largo de las pocas horas, Jin había notado que de vez en cuando percibía un soplo de... algo. Un olor fugaz que nunca podría precisar lo suficientemente rápido como para comprender. No lo había olido desde que Yoongi se había quedado dormido. No tenía idea de lo que podría ser.

El propio Jin también estaba cansado, pero su estúpido cerebro alfa solo le había permitido tomar pequeñas siestas en lugar de dormir, una parte primaria de sus instintos se preocupaba por los intrusos. Sabía que habían reforzado la seguridad en el edificio y en su propio apartamento después de un incidente aterrador hace casi un año cuando un fanático loco irrumpió y acorraló a Jimin, pero aún así, los instintos.

Abrazó a Yoongi con más fuerza contra su pecho ante el recuerdo, mirando con cautela hacia la puerta.

El celo les afectaba a todos, las feromonas despertaban algo en los alfas. No era solo follar y proteger, aunque una persona más joven o alguien no muy versado podría pensarlo así. No, despertaba la profunda necesidad de cuidar, el sexo solo era parte de ello. Jin tenía que cuidar de Yoongi de todas las formas posibles, hacerlo sentir seguro, mantenerlo feliz. Saciaba algo primitivo en Jin saber que él era el que aliviaba a sus omegas de todas y cada una de las molestias, ya fueran los dolores o la fiebre interminable. Sus prioridades siempre serían las necesidades de sus omegas. Era euforia, mejor que sus propios hábitos.

El celo también arrojó su período refractario por la ventana. Normalmente, a Jin le tomaría alrededor de treinta minutos para que su nudo se deshinchara (más tiempo si había pasado un largo período sin tener relaciones sexuales) y era más o menos lo mismo para los otros alfas. Sin hacer crecer un nudo la espera era más corta. En un día normal, Namjoon y Jungkook tendrían un período de espera corto. Cuando estaban en celo, era mucho, mucho más corto.

Yoongi siempre había estado justo en el medio de la manada con su período refractario. Más corto que los alfas, pero más largo que los omegas.

Ahora, en medio de su celo, Jin estaba bastante seguro de que no tenía período de espera. O si lo hizo, debe haber sido un minuto o dos. Después de la primera vez que se anudó y comenzaron a relajarse, Yoongi se volvió inquieto y duro. Jin había tenido que masturbarlo ocho veces antes de que su nudo se hubiera bajado. Actualmente, había un verdadero desastre en ambos vientres.