Homesick || Choni

Recuerdos

Tomo una taza del café al lado de mi computadora esperando que las ideas fluyan en mi cabeza, la noche ha pasado y el artículo aun estaba lejos de dar inicio, mi mente en blanco al igual que la hoja de Word frente de mí, pero era imposible al pensar que la próxima semana Cheryl cumpliría un año de estar en el otro mundo. Los recuerdos azotan constantemente en forma de sueños que se reproducen como película dentro de mi mente, sacudo mi cabeza; quito mis gafas y paso mis manos por mi rostro esperando concentrarme sin embargo es imposible así que dejo todo a un lado y me levanto de la silla de cuero que originalmente era del apartamento antiguo de Cheryl; sonrió al recordar la primera vez que fui a visitarla y como de algo tan sencillo pasamos a tener una relación de años. Me abofetee mentalmente al pensar que era una idiota en aquellos tiempos.

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Idiota, esa es la palabra que ronda mi mente después de la manera que reaccione frente a Cheryl después de su confesión puesto que debía aceptar que aquello me había tomado por sorpresa así que no la culpaba que ella se alejara de mi por mi actitud al punto de no responder ni las llamadas o mensajes de texto, el sentimiento de pesadez ocasionado por la culpa y la vergüenza de esa actitud mía era evidente, el malestar muy notorio al pensar que no pude responder ante aquella confesión pero ¿Qué se supone que debía hacer? Dos semanas habían pasado y lo único que supe de Cheryl es que por fin había aprendido a desactivar las confirmaciones de lecturas en sus mensajes, mi preocupación fue tanta que no tuve más opción que pedir auxilio a las únicas personas dispuestas a ayudarme así que sin pensarlo dos veces corrí y me subí al primer taxi que se estacionó, el taxista condujo con algo de prisa a causa de mi insistencia a través de las calles frías de Vancouver así que llegar al apartamento de mi hermana no fue un problema.

Al entrar al edificio saludé al recepcionista, tomé el ascensor y observé como los números cambian con cada piso que subía. Al abrirse la puerta del ascensor caminé hasta la puerta del apartamento que no había cambiado desde el día que Veronica se mudó; toqué la puerta esperando no interrumpir una escena o situación comprometedora con su esposa Betty, pero al tercer toque la puerta se abrió dejando ver a mi rubia cuñada con la ropa llena de pintura blanca.

—Toni —dice antes de chocar los puños conmigo —, Es un placer volver a verte —Betty abre la puerta y toma mis cosas para colocarlas en el estante a la orilla de la puerta. Estar con Betty en algunas ocasiones era incómodo ya que habíamos discutido hace algún tiempo por culpa de mi ex novio; sin embargo, las cosas empezaban a solucionarse gracias a Veronica quien trataba de evitar que nos matáramos por culpa de nuestros pasados.

— Betty necesito hablar con mi hermana —Comenté mientras jugaba nerviosamente con mis dedos —, De hecho necesito la ayuda de las dos —Agregué notando como Betty fruncía el ceño y cruzaba los brazo tratando de analizar con mis expresiones el lío que he cometido, Betty estaba a punto de reclamar pero fuimos interrumpidas por Veronica quien bajaba las escaleras junto a Eli, mi sobrina.

—Toni —Verónica camina hasta mi lado para poder abrazarme y en el acto note como Eli estiraba sus brazos para cargarla —Creo que ha extrañado a su tía —Sonreí al ver a la pequeña hacer popas de saliva con su boca —Dijo y observé a Eli antes de cargarla entre mis brazos — ¿Ha pasado algo? —Cuestionó mi hermana y recordé el porqué de mi visita.

—Necesito hablar con ustedes —Esa oración fue suficiente para que ambas comprendieran la gravedad del asunto. Luego de explicar la tormenta de decisiones que habían pasado las últimas semanas y de responder alguna que otra pregunta ocasional por parte de mi hermana o Betty fue que acepte todos los sentimientos que tengo por Cheryl, pero para poder hacer algo debía comprender su situación ¿Realmente Cheryl vale la pena como pasar mi vida con alguien que cualquier día puede olvidarme? La respuesta es absolutamente sí.