𝑹𝑨𝑰𝑵𝑩𝑶𝑾 ※ markhyuck

01

Los últimos meses habían estado llenos de alegría, ambos jóvenes se habían hecho más cercanos, Donghyuck al haber vivido tanto tiempo en el extranjero (Alemania), necesitaba mejorar su coreano y Mark no se negó en ningún momento a ayudarlo.

— No puedo creer que tu coreano es casi mejor que el mío. —Mark se hizo el ofendido.

— ¿Casi?, pero si ya te superé por mucho. — Donghyuck le enseñó su lengua en forma de burla.

— Ja-ja, si no fuera por mi, no podrías hablar con nadie.

— Lo que tú digas, Mork. —Sonrió de lado, provocando que el corazón de Mark se acelere un poco.

En esos meses el pelinegro tenía un gran enigma rondando por su mente.

¿Cómo es que Donghyuck descubrió su sexualidad? ¿Habrá algún síntoma?

Por supuesto que no, imbécil, no es una enfermedad como para tener síntoma alguno.

Entonces, por primera vez, tuvo valor de preguntarle lo que le había estado quitando el sueño por un tiempo.

— Hyuck. —Lo llamó en un susurro, sonriendo al ver como el castaño se sonrojaba debido a como Mark le había llamado.

El menor hizo un ruido algo similar a un "¿mmh?", dando a entender que lo escuchaba.

— ¿Cómo?... —Respiró profundamente tomando más valor.— ¿Cómo te diste cuenta de... que eras... homosexual?

— ¿Eso? mmh —Pensó un momento, la pregunta lo sorprendió, no iba a mentir, pero sabía que en algún momento a Mark le daría curiosidad ese tema.

— No lo sé, simplemente... lo supe y ya, desde que entré a la adolescencia sentía como los hombres me atraían más que las mujeres. No pasó mucho tiempo para darme cuenta de cómo ne sentía, y qué me gustaba. Aunque no necesariamente tienes que ser homosexual para que te atraigan hombres, así funciono para mí. No es muy complicado de explicar, ni entender.

— Oh.

— ¿Por qué preguntas? ¿Crees que por pasar tiempo conmigo te estás volviendo como yo? —Soltó en un tono burlón en un tono burlón imitando a un zombie.

— ¡Hey! No bromees con eso.

— Lo sé, lo sé. Solo que es divertido verte molesto, te ves tierno.

Y aquí vamos de nuevo. Mark se sonrojó.

— Entonces... ¿Sólo lo supiste, y ya? —Mark a éste punto ya estaba nervioso debito al, no tan leve, coqueteo del menor.

— Yup —Donghyuck vió el, quizás, muy notorio nerviosismo de Mark— No tengas pena en preguntar lo que quieras, no me molesta. A menos que te moleste estar con alguien como yo —Bromeó—

— ¡DONGHYUCK!

— Ya, ya, está bien, me detendré. Pero... —Tomó un respiro para hacer un poco más dramático todo— ¿Quién es el joven que tiene el privilegio de confundir tu corazón de hielo? Porque, no creo que te haya venido esa duda muy de repente.

Si tan sólo supieras que eres tú, Lee Donghyuck, el castañito con ojitos de bambi.

— Nadie, solo tenía curiosidad.

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