𝑹𝑨𝑰𝑵𝑩𝑶𝑾 ※ markhyuck

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Mark seguía confundido.

Le habían gustado chicas antes. Sooyoung, la hermana de Jaemin era una de ellas, aunque al final resultó que estaba saliendo con otra chica. También Yerim, la estudiante de un grado mayor, vendía dulces para ganar dinero.

Pero ninguno de sus anteriores crushes pasados se comparaba con lo que Lee hacía con su corazón.

Mierda, Mark Lee, te gustan los hombres. Mark negó inconscientemente

O tal vez solo te gusta Donghyuck. Mark asintió algo dudoso.

— Hyuck. —Lo llamó, mientras observaba su almuerzo como si fuera la cosa más interesante del mundo.

— ¿Qué pasa, Makku? —Mierda, ahí estaba de nuevo esas mariposas en su estómago con el apodo que le dió el menor.

— Digamos que... si hay un chico, que siempre fue heterosexual... pero ahora cree que le gusta otro hombre, ¿eso lo hace... homosexual? —Donghyuck le miró por unos segundos con el rostro confundido, hasta que soltó una carcajada— ¡Hey! estoy siendo serio en este momento.

— Lo sé, lo sé... solo se me hace algo divertido que no veas lo obvio. —Mark le mira confundido, frunciendo el ceño, mostrando más sus características cejas de gaviota.

— ¿Lo obvio?

— Escucha; si le gustan las mujeres, sigue sintiendo atracción por ellas, y ahora le gusta o atrae un chico, no significa que sea homosexual, y que ya no le gusten las mujeres. —El pelinegro se encontraba sorprendido, como si el castaño acabara de revelar un secreto de la CIA.

— ¿No?

— Mark Lee ¿No sabes lo que es la bisexualidad, cierto?

— Oh. —Mark se sintió avergonzado por ser un ignorante.

— Con eso puedo verificar que no lo sabías. —Rió Donghyuck, sacándole una sonrisa a Mark, quién estaba más que contento por escuchar aquella hermosa risa.— Sabes... sigues haciendo preguntas muy específicas. ¿Cuándo vas a contarme quién es el chico que te tiene así?

Cuando tenga el valor suficiente para decirte que me gustas. Toma asiento, por que al parecer no va a suceder muy pronto.

— No soy yo, ya te lo dije.

Donghyuck hizo un puchero, estaba casi convencido de que Mark hacía esas preguntas por que él era el chico del que hablaba. Y tal vez, solo tal vez, tendría una oportunidad con el pelinegro. Pero cada vez que un pequeño rayo de esperanza aparecía, Mark Lee, inconscientemente, la aplastaba sin piedad.

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