𝑹𝑨𝑰𝑵𝑩𝑶𝑾 ※ markhyuck

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— Te dije que no salieras, el clima estaba muy frío. —El menor entró a la habitación del mayor con un plato que contenía sopa de verduras, Mark estaba enfermo.

— Si no iba, no hubiera alcanzado a comprar el jue- —Tosió, escondiendo su boca en su antebrazo, para no contagiar al castaño—... el juego, y Jaemin iba a burlarse de mí. —Hizo un puchero.

— Pero tu salud es más importante que un estúpido juego. — Donghyuck se encontraba molesto.— Bebe la sopa, te hará bien. —Le entregó el plato, poniéndolo en su regazo.— Me voy a quedar haciéndote compañía hasta que duermas... y que ni se te ocurra aparecerte por el colegio mañana, porque yo mismo te arrastraré de nuevo hasta tu casa, seguro seguirás así durante unos días más.

— Hyuckieeeee~ —Trató de parecer adorable, y lo hizo.

Pero Donghyuck no se iba s dejar convencer tan fácil.

— Nada de Hyuckie. Es por tu bien, ¿Ok? —Le dió una mirada suplicante a Mark.— No te sobre esfuerces, no sigas tomando frío, o voy a venir a regañarte el triple.

— Está bien, Hyuck.

Lo que pareció ser unos días, se transformó en una semana. Una semana donde Donghyuck iba a la casa de Mark ni bien terminaba sus clases, le cocinaba algo, pasaban el rato, y esperaba a que durmiera para luego regresar a su casa.

Luego de eso, Mark ya se encontraba recuperado casi por completo, por lo que estaba listo para regresar a clases.

Se levantó, arregló y desayunó algo rápido, dirigiéndose al colegio, dejándole una nota a sus padres, quiénes no volverían del trabajo hasta la noche.

Al llegar, fue a su respectivo salón, sentándose en el lugar de siempre Esperaba a un Donghyuck gritándole que aún no estaba 100% curado y que debería de volver a su hogar antes de que volviera a empeorar.

Lo buscó con la mirada, mirando por todo el aula, giró su vista hacia fuera de esta, y lo que observó cuando le encontró, no fue nada agradable para si mismo.

Se encontraba hablando, muy animadamente, demasiado diría el, con un tipo que no conocía, y desde ahora, no le agradaba.

Salió del lugar, trotando hacia donde se encontraban los dos, poniendo un rostro neutral tratando de no hacer tan obvios sus celos.

Cuando llegó con ellos, se acercó lentamente y abrazó a Donghyuck desde atrás, aferrándose a su cintura y poniendo su cabeza en uno de sus hombros.

— Buenos días, babe. —Rara vez usaba ese apodo, era uno cariñoso. A Donghyuck no le molestaba, pero no es muy común que Mark se muestre tan afectivo— No te vi en tu pupitre junto al mío, y creí que te había sucedido algo... pero veo que estás bien.

— Oh, gracias por preocuparte hyung. —Su rostro se encontraba rojo, estaba sonrojado a más no poder por la repentina posesividad y acercamiento de Mark.

Por los nervios olvidó al chino frente suyo, que les observaba con una ligera sonrisa.

— Hyuck, no me dijiste que tenías pareja. —Soltó Renjun, sacando a Donghyuck de su trance.— Se ven bien juntos.

El pelinegro al notar el apodo que usó para referirse al menor, pegó al castaño más a su cuerpo, envolviendo sus brazos con un poco más de fuerza en su cintura.

— Nosotros no s-.

— Gracias. —Interrumpió sonriendo.— No nos conocemos, ¿verdad? Soy Mark.

— Renjun. —Miró al pelinegro frente a el con una sonrisa divertida.

El timbre indicando que debían volver a sus clases sonó.

Mark soltó el agarre que tenía en Donghyuck, aunque ninguno de los dos quería salir de esa acogedora posición. Despidiéndose del chino y regresando a su lugar en el salón, siendo seguido por un castaño que caminaba en silencio, con una tormenta de preguntas en su cabeza.

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