Capítulo 3 "Recorrido"

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Una respiración lenta, profunda y densa, el calor en su cuerpo es reconfortante, cada uno de sus sentidos alerta, se enfoca en seguir vivo, inhala, exhala, su pecho se infla con cada una de sus acciones.

El fugaz recuerdo que lo invade de repente, la presión fantasmal de suave tacto en su cintura y la imagen de esos ojos tan hermosos, se siente como el despertar de un sueño, un sueño dulce y tormentoso a la vez, él sabe que no ha sido un producto de fantasías, la realidad lo reclama.

Bate sus pestañas eliminado cualquier rastro de sueño, se incorpora más tranquilo, por unos segundos gozando del silencio, las memorias de lo ocurrido llueven rápidamente confundiéndose un poco.

Una respiración, dos respiraciones, tres, cuatro, denso, caliente y avivador, sigue con vida, aunque cada segundo las cosas se complican cada segundo, es graciosa la manera en que el mundo confabula en contra del omega de ojos verdes, por ironías de la mente maquiavélica de aquella fuerza magnética llamada destino, ahora debe medirse a su nuevo entorno para sobrevivir... Nadie dijo que sería fácil, pero tampoco que se rendiría.

Sus pestañas se sacuden lentamente, los sobrantes del sueño se evaporan, el recuerdo lo golpea como un tren a toda marcha, jadea y se levanta de inmediato.

Esa mirada que fue capaz de hacerlo temblar, mueve su cabeza por la habitación como si el chico estuviese oculto.

Estás despierto, es buen signo - casi salta cuando aquel Alfa rubio habló.

Lo observa detenidamente, ojos verdes azulados, Harry los ha visto en otra parte, tiene una sonrisa que Harry también ha visto anteriormente, el chico es alto, de hombros firmes, contextura de Alfa, cabello lacio y rubio con un matiz casi ceniza, su olor es a madera de abeto y un persistente toque de rosas, inmediatamente se relaja, Luke, es el Alfa de Luke.

¿Puedo ver el golpe de tu cabeza? - pregunta acercándose hasta quedar a su lado, está algo dudoso - aunque no lo parezca soy doctor, me he encargado de verte desde que los idiotas de Zayn y Niall casi te matan por accidente, me disculpo por eso, ya conociste a mi Omega y mis adorables cachorros, soy Michael.

Harry - el chico se acerca y mira su cabeza, estudia aquel golpe sin llegar a tocarlo, cosa que Harry agradece.

Ya casi no es notorio, te desmayaste por el susto y la presión se te bajo, a demás no has comido nada en cuatro días, lo necesitas, no es bueno que un Omega tenga tantas cargas y no está alimentándose bien, ahora mismo te estoy dando de alta, en los próximos días puedes experimentar dolor de cabeza, pérdida de memoria, un letargo para algunas cosas, quizás mareos y dificultad para concentrarte, posterior a eso estas bien, son síntomas normales luego de una contusión cerebral – explica luego de analizarlo.

¿Cómo pasó eso? - pregunta sorprendido, duda que lo hiciera en el callejón, el chico se ríe

Niall y Zayn te dejaron caer, te diste contra el piso desde el maletero - informa y Harry hace una mueca - te daré espacio para que te cambies, te espero afuera, vamos a desayunar y a que conozcas al jefe.

Sin más el Alfa sale de la habitación con una elegancia envidiable, Harry simplemente se levanta, se siente algo perdido, la lujosa alcoba es enorme, camina y abre la primera puerta, todo tipo de ropas se dibujan frente a él, muy parecido a su casa, oh cuanto demoro en crear aquella habitación y llenarla de trajes carísimos y perfectos, sin duda le haría falta su colección de trajes Gucci, al igual que zapatos y otras cosas, es un armario, se aparta de allí muy asombrado, la siguiente puerta es un espacioso baño, más que un baño lucia como una habitación propia, un enorme mueble de madera pulida se alzaba aún lado, en la pared del otro costado un enorme espejo con bordes negros, por si fuera poco en el centro la habitación se encontraban dos pares de columnas griegas que sostenían el techo, justo allí había un jacuzzi, en la esquina derecha conducía a una ducha espaciosa y de estilo griego, muy hermosa, camino hasta el lavado que se sostenía en mármol blanco en aquel mueble de madera, no fue complicado encontrar toallas y enseres para la limpieza de su cuerpo, se miro al espejo una vez cepillo sus dientes y lavo su rostro, no lucia tan mal, acomodo los mechones largos de su cabello, sus preciados rizos casi rozaban sus hombros, no deseaba cortarlos, luego de una ardua batalla con su propio desorden ondulado se rindió, desayuna en pijama no era una opción, por lo que luego de una lucha entre lo correcto y lo idea, termino tomando algunas prendas del armario, su vestimenta consistió en una sudadera blanca pues hacia bastante frio, típico de Inglaterra en otoño, pantalones jeans ajustados y un par de zapatillas para correr, todo aquello parecía ser de su talla, algo que lo dejo sorprendido, luego de mirarse al espejo decidió que se encontraba presentable.

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