Me dejaste, todo por ser una simple humana.
Una historia de Amor de una simple humana y un vampiro que la termino dejando por un accidente.
100% MÍA
NO COPIAR
Soy la creadora de este libro por favor si encuentran un libro que es igual o muy parecid...
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Dos semanas había estado Paul sin hablar conmigo, desde que comenzó el curso nos habíamos hecho inseparables, haciéndome amiga de sus hermosos hermanos y hermanas pero, hacía dos semanas que no sabía nada de él, me evitaba en los pasillos y en las clases, que compartíamos, salía tan rápido que era imposible cruzarlo.
Revise mi teléfono por decima vez en el día, y el mensaje de Katie era el mas leído de mi teléfono, ella, quien había hablado numerosas veces me invitaba al cumpleaños de ella. Pensé en rechazar la propuesta, quería ir, pero no sabía si sería buena idea aparecer en casa de Paul cuando el estaba evitándome. Pero necesitaba explicaciones, necesitaba saber porque se comportaba así conmigo, así que acepte.
El resto de la semana, hasta el día de su cumpleaños, fue normal. Marlena, a quien me habían dejado invitar, también había venido, y habíamos quedado un par de veces a previo a la fiesta, también habíamos quedado para ir juntas a la casa de los Volkóv, por lo que pase a buscarla. Una vez allí Marlena fue secuestraba por Esme y llevada a la mesa de comidas, donde le haría degustar lo que había cocinado ella misma, por lo que me quede sola. Caminé hacía la sala, donde me encontré a Katie y Theo, quienes no paraban de sonreírse, les saludo desde la distancia y sigo caminando por la fiesta en buscas de caras conocidas.
De repente me doy cuenta, alguien a llamado mi atención, Paul Volkóv quien se encontraba rodeado por una chica que no paraba de reír coquetamente por cada una de sus palabras. Y entonces pasó, una pelota de fútbol movió tan rápido el aire con una sola misión, estrellarse en mi cara, golpeé la pelota contra el piso marcando un punto al otro equipo.
-¡Dios! Eso podría haber terminado muy mal, eres muy buena, ¿Juegas?- me dijo uno de los jugadores, invitándome a jugar con ellos.
-¡NO! es una obligación, nos están pateando el culo y somos uno menos juegas y punto- dijo una chica, la reconocí como mejor amiga de Ali Stuart o algo así.
No respondí, me quite mi campera dejándola sobre una mesa y me puse a jugar. La misión: Paul explícame que pasa en tu maldita cabeza, tendrá que esperar.
Después de un rato jugando, y de ganar, entramos a la casa y comenzamos a hablar de cosas sin sentido, recuerdo haber hablado de ropa y de cortes de pelo, pero no entiendo el porqué, quizá no me di cuenta por que cierto Volkóv tenía toda mi atención.
Los amigos de Theo fueron muy agradables, un tal Chris me invitó a uno de sus días de playa post fiesta, me sentí muy cómoda con ellos. De repente vi como Paul se levantó, dejando a la chica detrás, y caminó hacia una habitación, no me lo pensé dos veces, me despedí de los amigos de Theo y salí corriendo tras él, la misión a comenzado.
Le seguí hasta la entrada, parándolo antes de que comenzase a subir las escaleras y le pudiese perder.
-¿Paul?- le medio llamé dándole un golpecito en la espalda haciéndolo girar hacia mí.
-¿Si?- dijo el secamente, un escalofrío recorrió mi cuerpo...¿desde cuándo es tan frío? Creía que esa etapa de frialdad había acabado en la familia Volkóv, ahora me doy cuenta que no. Cuando por fin reaccioné Paul me estaba mirando directo a los ojos, no podía descifrar que pensaba, o que es lo que pasaba.
-Yo...yo quiero hablar contigo- dije soltando su brazo tras recibir otra mirada heladora por su parte.
-Bueno...no tengo todo el día- me dolió su frialdad, no la entendía y dolía, él me gustaba y creía que yo a él también, bueno, hasta que comenzó a ignorarme.
-Te ignoro porque ya he perdido demasiado tiempo contigo- dijo haciendo que cada palabra se sintiese como una puñalada al pecho.
-¡¿Cómo!? ¡HE GASTADO LA MAYOR PARTE DE MI TIEMPO Y ENERGÍAS EN TÍ, AGUANTANDO TUS MIERDAS, AGUANTANDO TUS LLORERAS POR TU PASADO!¡MALDITA SEA PAUL, CREÍA QUE HABÍA LLEGADO EL MOMENTO DE SER ALGO MAS QUE AMIGOS!- le reclamé con la vista aún fija en el suelo, clavando mis uñas en las palmas de mis manos, haciéndolas sangrar.
-¡QUIZÁ POR FIN ME DÍ CUENTA DE QUE NO NECESITO A UNA NIÑITA QUE ME AGUANTE!- gritó, haciendo que por primera vez en toda la discusión se sintiese fuerte, fuerte para levantar la mirada y enfrentarme a esos ojos, ahora helados por una gélido invierno establecido.
- ¡ERES UNA MALA PERSONA PAUL!¡HAS JUGADO CONMIGO Y MIS SENTIMIENTOS!¡ESO TE HACE UN TERRIBLE VAMPIRO!- grité mientras las lágrimas surcaban mi cara.
-!SOY UNA MALA PERSONA QUE NO QUIERE SEGUIR PERDIENDO EL TIEMPO CON ALGUIEN COMO TU! ¡ SAL DE MI VIDA!- antes de que me diese cuenta el mordió mi cuello haciendo que la sangre brotara de este...Caí al suelo de rodillas, no podía parar de llorar, dolía demasiado, quité una de las manos de mi cara colocándolas en el cuello, agarrando fuerte esa zona intentando agarrar el dolor para impedir que se expandiese...
