Salí del hospital con la ayuda de Mattheo. Él estuvo conmigo desde que me internaron por intento de suicidio y anorexia. Desde que vi mi peso en la balanza me di cuenta no estaba bien, pesar 38 kg con 17 años no es un peso saludable, pero Alice quería seguir bajando sabiendo que si seguía moriría.
Me miraba al espejo viendo cada uno de mis defectos: mi cara, abdomen, brazos, piernas, etc. Me costó reconocer el reflejo. Abrí un libro para desconectar y al ver las letras me terminé de agobiar. Quise dibujar como suelo hacer, al final creo que solo me estresé. Vi varios mensajes por responder y tampoco es como que lo quiero hacer. Llegué al punto de vacío que ni yo quiero estar al lado mío, sabiendo que ya perdí la batalla conmigo misma.
-Alice vino Coraline- hablo Mattheo desde la puerta.
-Que pase- dije sacando mi cabeza del libro.
-Hola linda- susurró ella.
-¡Coraline!- corrí a abrazarla.
-Te extrañé-dijo mientras se separaba del abrazo.
Hablamos un rato de como llegue a este punto omitiendo sobre los vampiros. Ella se estaba por ir, pero la escuché como hablaba con Mattheo, que se quedaba en mi casa para cuidarme.
-"No necesito a una niñita" le dijo, "No quiero seguir perdiendo mi tiempo con alguien como tú". Y con esas palabras casi se ahoga, encontrando dejar de comer como una droga. Por poco se pierde en la agonía y la ayuda de su familia jamás existió. El reino se está preocupando y todo por la culpa de ese estúpido vampiro que la abandono. Sabes ver a mi alma gemela así me mata y más cuando recibí la llamada de su madre diciendo que venga a su casa porque Alice se intentó suicidar.- hablo con enojo Mattheo.
-Tienes razón, pero ella no sabe de nuestros mundos y no podemos echarle la culpa de enamorarse- susurró Coraline.
[ ]
Me adentré en el bosque y comencé a caminar sin rumbo alguno, solo disfrutando del frío aire que corría y el sonido de algunos pájaros, además del ruido que producía el agua corriendo, este aumentaba cada vez más a medida que yo avanzaba.
Sin darme cuenta ya me encontraba bastante adentro del lugar, me senté sobre una gran roca que dejaba mis pies colgando sin poder tocar el suelo y solté un gran suspiro.
-Este pueblo no es tan malo.- afirmé.- claro que todo sería más fácil si estuvieras aquí...
Llámenme loca, pero la esperanza de que Paul pudiera escucharme era lo único que hacía que me aferrara a seguir con mi vida. Lo único que opacaba la sensación de vacío en mi pecho. Sensación que se instaló luego de la pelea que recibí aquella horrible noche.
-Me estoy esforzando- hablé.- pero estaría bueno estar aquí contigo...
Al decir esas palabras me levanté de esa grande roca para dirigirme a casa al imaginar que la comida de seguro ya estaba lista.
[ ]
Luego de la cena y de haber ayudado a Mattheo con los platos sucios, subo las escaleras para ir a mi habitación, tomar lo necesario para darme una ducha y dirigirme al baño.
Abro la puerta y del closet saco mi pijama que consistía en un viejo pantalón de algodón bastante suelto y una sudadera grande.
Con mis cosas en mano salgo de mi cuarto para ir hasta el baño al otro lado del pasillo.
Entro en este y comienzo a llenar la tina, una vez tiene la suficiente cantidad de agua me meto en esta, disfruto del contacto del agua caliente con mi piel, provoca que todo mi cuerpo se relaje instantáneamente, dejo salir un suspiro y cierro mis ojos, dejando que mi mente al igual que mi cuerpo se relaje, y trate de olvidarme por un momento de todo.
Fue demasiado por un día, necesitaba una desconexión antes de lo que comenzaba al día siguiente.
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Estrellas del Amanecer
VampireMe dejaste, todo por ser una simple humana. Una historia de Amor de una simple humana y un vampiro que la termino dejando por un accidente. 100% MÍA NO COPIAR Soy la creadora de este libro por favor si encuentran un libro que es igual o muy parecid...