"Hola, soy Alice Greenwood. Tengo 17 años, casi 18, y he estado en el hospital por unos meses. No quiero dar muchos detalles de eso, pero quiero decir que hubieron días buenos y muy malos. El peor día fue cuando la doctora le dijo a mis padres mi trastorno alimenticio, mi hermano menor no podía creer por lo que había pasado esos meses que me fui de casa. Según los doctores perdí mucho de peso, pero yo no me daba cuenta, me seguía viendo igual de gorda en el espejo. Nunca me he sentido así de mal en mis 17 años. Solo quiero decir que no me siento bien..."
Terminé de escribir el texto.
Sentía que debía expresarme más, pero la escritura era lo que más me conectaba a mi. He escrito varias cartas, una de ellas fue a Paul, pero mas que nada todas eran dirigidas a Mattheo. Me di cuenta que ese chico es tan perfecto para mi. Cada vez que lo veo mi mente reproduce "I wanna be yours" de Arctic Monkeys. Al parecer soy de esas chicas que le gusta su mejor amigo, pero el no es solo mi mejor amigo, es como mi alma gemela. Me encanta su cabello, su bella sonrisa, pero sus ojos son los mas lindos del mundo.
Estoy en la casa de Marlena y ella dijo algo que me saco totalmente de mis pensamientos.
-Hey, crees que no me di cuenta de como miras a Mattheo- ¿Cómo miro a Mattheo?
Nunca me había dado cuenta de eso. Ni siquiera admitía mi pequeño enamoramiento hacia el. Siempre me enfoque de Paul desde un principio, de como se veía, actuaba, lucia, entre otras cosas. Ahora que lo pensaba Mattheo siempre fue muy lindo para mis ojos, pero esquivaba este pensamiento con miedo.
-¿Yo miro a Mattheo? ¿Cómo lo miro a el?- le pregunté.
-Es muy obvio Alice. Lo miras con ojos de enamorada. Además, el te mira de la misma forma.- dijo de manera como si siempre hubiera sabido.
-No, el nunca me miraría así.- dije, intentando no creer cada una de sus palabras.
-Si vos decís, pero el desde que lo conocí te miro de esa manera y no soy la única que se dio cuenta. Dalia y Jess también lo hicieron.- habló.
-Bueno, si tu lo dices-hablé,mientras miraba la hora de mi celular dando me cuenta que ya era demasiado tarde-. Mar, me tengo que ir. Nos vemos mañana, te quiero.
-Adiós linda, nos vemos otro día.- dijo despidiéndose.
(...)
Mientras caminábamos, Mattheo parloteo felizmente sin que yo tuviera que esforzarme para mantener viva la conversación. Me puso al corriente sobre como le iban las cosas en su casa, y me contó todo sobre sus dos mejores amigos que había conocido.
-Buenos amigos, entonces.- enarqué una ceja.
-Sí que lo son. Solo no te metas con las cosas que les gusta. Se lo toman muy mal, ¡y se te echan encima después!
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Estrellas del Amanecer
VampireMe dejaste, todo por ser una simple humana. Una historia de Amor de una simple humana y un vampiro que la termino dejando por un accidente. 100% MÍA NO COPIAR Soy la creadora de este libro por favor si encuentran un libro que es igual o muy parecid...