Por ellos...

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Tenía mucho miedo. En mi garganta había un nudo que no me dejaba respirar bien. Manejaba mi carro lo más rápido que podía bajo aquella tormenta y con mi teléfono en la otra mano marcando el mismo número una y otra vez sin recibir ninguna respuesta. Sabía perfectamente cómo era su familia, hasta se podría decir que me querían (razón por la cual seguíamos siendo una pareja) pero no eran unos padres normales. Más de una vez tuve que abrirle las puertas de mi casa porque sus propios papás lo habían botado de su casa. Aquí me encontraba en una situación similar, pero esta vez salí huyendo de mi casa a buscarlo durante la madrugada con una tormenta que no me dejaba ver el capó del carro. Llegué a la calle que tanto conocía y me bajé en frente de su casa con la misma ropa en la que estaba durmiendo cuando me llamaron desde su casa -porfavor ven ya a salvarnos- fue lo único que logré escuchar de la voz llorosa de su hermano pequeño.

Abrí la puerta de su casa de una patada y supuse que no se escuchó debido a los gritos que estaban de fondo en la casa. Al primero que conseguí fue a su hermano menor, quien estaba escondido debajo de una mesa. Tenía la cara llena de moretones, marcas de manos por todos los brazos de los agarres y varios rasguños -donde está tu hermano?- le pregunté subiendolo a mi carro dejandole mi Ipod para que se distrajera -yo...- me dice, entendía su incertidumbre...tenía tan solo 7 años, el shock tenía que ser muy duro -cariño, entiendo que estás asustado pero ya estoy aquí...solo necesito que intentes recordar dónde está tu hermano para buscarlo e irnos- dije intentando aguantar las lágrimas -cre...creo que estaban en la cocina- sin responderle, tomé aquel bolso que un día de crisis mi novio había dejado en mi carro y entré de nuevo a ese infierno que llamaban hogar.

Caminé a la cocina silenciosamente para intentar escuchar lo que ocurría. Mantuve mi calma y cordura durante unos escasos minutos hasta que lo escuché gritando de dolor. Tomé el bate del bolso y, mojada por la lluvia, corrí a la fuente del escándalo. Lo primero que ví fue a su madre y a su padre -Levántate del suelo y pelea como el hombre que te enseñamos a ser- dice su padre pateando su zona torácica mientras él escupía sangre en el suelo y su madre se reía mientras encendía otro cigarro. No pude aguantar más y corrí detrás de su padre, quien se llevó el primer golpe con el bate tumbandolo al suelo y permitiendo a mi novio arrastrarse hasta estar detrás de mí. -Venga quien quiere otra?- dije maniobrando una vuelta al bate con la mano dándole -no podías resolver esto tú? eres más imbécil de lo que pensábamos- dice su mamá levantándose de su asiento apagando su cigarro que estaba sin terminar.

La madre se acerca a mi, mientras yo estaba en posición de protección hacia mi novio -no voy a dejar que le hagas más daño- dije dándole las llaves de mi carro para que saliese con su hermano. Mientras él salía yo me armaba de valor porque sabía que su familia era reconocida por su labor militar y probablemente no saldría de ahí. Se dió la vuelta y con lágrimas en los ojos asintió en tono de despedida y mientras yo le veía recibí el primer golpe. Escuché la puerta de la casa, me había quedado con sus padres a solas.

De pequeña, cambie muchos hogares ya que por maltrato de mis padres, cada cierto tiempo un vecino denunciaba y me mandaban seis meses a vivir con un desconocido hasta que por buen comportamiento les dejaban tomarme de nuevo...funciona bien el sistema no? Un día recuerdo perfectamente dejar los platos en la cocina porque tenía mucho que estudiar. Pasó el tiempo hasta que llegaron mis padres y olvidé completamente lavarlo. Escuchaba gritos y los pasos tan peculiares de mi padre junto al sonido de los tacones altos de mi madre. Tomé un trofeo y me escondí -ya no más- decía a mi misma mientras abrían la puerta, lo último que recuerdo es ver a mis padres inconscientes mientras hacía un bolso y huía de casa.

Desde el suelo, voltee a ver a los padres y recordé esa escena a la perfección -es tu momento de salvar a alguien que no puede por sí mismo- pensé mientras observé por la ventana como él esperaba unos minutos a ver si me daba tiempo y salía de esa casa. Desde la ventana del carro observó como su padre empezó a caerme una paliza mientras su madre agarraba una pistola pequeña y paraba a sus hijos de mi carro. Al ver eso, él no tuvo más opción que arrancar dejándome en ese lugar haciendo lo que él nunca tuvo el valor de hacer, pelar.

En su vida había ido tan rápido por la carretera -BUSCA UNA COMISARÍA UNOS BOMBEROS ALGO- le decía a su hermano pequeño mientras buscaba una manera mediante autoridades de ayudar a su chica -no puedo perderla...- murmuraba entre lagrimas.

Desde la casa, ella lo daba todo para que ellos no buscarán a sus hijos, estaba entregada a lo que viniera y lanzando cosas de aquella casa del terror conseguía ralentizar al padre. Sin darse cuenta, la madre apareció silenciosamente con aquel arma que utilizaría para parar el carro y sin pensarlo, disparó al pecho de la chica. Agarrándose el pecho derecho pensaba -mierda no me queda mucho tiempo- y observaba a ambos padres intentar conseguir las llaves de casa para irse. Recordaba la adrenalina que sintió aquel día en el que escapó de casa -solo una vez más- dijo y se levantó del suelo lleno de sangre para tomar un adorno de la mesa de centro del salón de aquella casa, silenciosamente se acerco al padre.

Luego de que este cayera al suelo solo le quedaba a la madre -eres muy tonta niña, luchando por alguien que no vale la pena- caminaba hacia la chica mientras ponía presión en la herida -aunque recuerdo que tambien escapaste, vaya influencia eres, capaz eres una dramática y no te hacían nada o simplemente por rebeldía odiaste a tu madre- cada palabra que decía, le causaba más odio...como era posible que una madre pensara así? los hijos tenian que crear sus vidas propias, no dejar que se las crearan -no fuiste buena mujer y no supiste callar y seguir ordenes- comenzó a llorar recordando las golpizas de su padre, los insultos de su madre y todo lo que había ocurrido antes de ella escapar -¿porque los hijos no dejan el drama y hacen lo que sus padres decidan?- dijo la madre.

Esa fue la gota que colmó el vaso y que la hizo tomar la desición de terminar con todo. A su lado consiguió el arma de balines de goma del hermano pequeño y recordaba que podían llegar a doler mucho por lo que la recargó con las dos balas que tenía al lado, miro al techo mientras suspiro y dijo -por vosotros- mientras salió de su escondite y enfrento a la madre.

Dos horas después llegó la policía a aquella casa que se convertiría en noticia mundial la mismísima mañana siguiente"chica toma en sus manos la venganza contra el maltrato en una familia" o veias titulares como "Padres salen heridos por la novia de su hijo". Dependía mucho el titular en el que lo leyeras. Detrás de la policía llegaron ambos hijos buscando a la chica que esperaban que estuviese escondida -Dos bajas y un herido en la cabeza- escuchaban decir a los policías -cuerpo uno, mujer, causa de muerte...desangrada por una bala en el pecho pero tenía varios hematomas previos- decía un policía mientras otro anotaba y guardaba la evidencia -cuerpo dos, causa de muerte...derrame cerebral causado por una herida con un balín de goma en el ojo- agregó otro de los que se encontraban en la escena -el sobreviviente meterlo en la ambulancia, esta en un estado muy crítico-.

Pasaron las camillas con las víctimas y el chico se acercó a su novia que no era más un cuerpo helado y sin vida, le tomó la mano y dice -gracias- mientras una lágrima caía por su mejilla -gracias por darnos un futuro-.

Deep thoughts, Dark feelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora