Izuku se ve enredado en una situación con dragones, lo que lo llevará a circunstancias donde tendrá que probarse que es digno de protegerlos. Y se dará cuenta que es más que un guardián para ellos. Y claro, llevándolo a conocer a quien sería parte d...
El silencioso bosque de la madrugada no se veía interrumpida por ningún tipo de sonido, el viento se mecía con suavidad, el frío que provoca la neblina era palpable hasta que entre los árboles se ve una sombra moverse a una velocidad casi animal. No se oía su pasar, solo como el viento corría a una dirección.
Entre las copas de los árboles una ligera sombra va tras del mismo paso de sombra que corría, un aleteo corta el aire haciéndolo sonar.
Corría a todo velocidad, mientras jadeos se emitía sin control, sintiendo sus pulmones arder por el esfuerzo de respirar de forma forzada, la mancha negra que se movía tras los árboles toma forma de un joven humano, sus piernas comenzaba a entumecer y tratar que el terreno no fuera un obstáculo para la huida, intentando de no dar un paso en falso y caer.
Tomo ruta por el sendero algo angosto rocoso de una montaña de rocas mientras a sus espaldas como poco a poco se acercaba, un impulso casi inhumano que logro dar hacia arriba de una pared de piedra fría del laberinto de rocas oscuras para dar al otro lado y saltar hacia abajo, correr, eso era lo único que pasa por la mente del chico. Hasta que el ya conocido sonido de aleteo, junto al piso vibrar por el peso de algo caer hacia sus espaldas, el joven de cabello verde musgo se alarmó más por el gruñir de la criatura.
Voltea a ver que tan cerca esta y solo divisé neblina de la mañana fría, desconcertándose frena de golpe y comenzo a buscarlo por los alrededores desesperado, gran error.
El deslizar de unas piedrillas caer aun lado, lo alertó, al alzar la mirada jade fue tumbado hacia el suelo por unas patas escamosas emitiendo un grito ahogado, solo para abrir los ojos y encontrarse con unos dientes filosos cerca de su rostro pecoso bañado en sudor.
Al verlo abrir su cavidad bocal comenzó a suplicar.
-¡e-espera, espera! ¡no lo hagas! -trataba de cubrir su rostro pecoso con sus brazos, pero estos fueron apresados por sus garras a cada lado de mis costillas, horrorizado, suplica lo inevitable para ver su trágico final...
La bestia escamosa color rojo escarlata daba lengüetazos en todo su rostro y cae en su chaleco verde, llenando a todo su paso con saliva pegajosa mientras veía juguetón su cometido e intentaba inútilmente de soltar su brazos para tratar de defenderse de su lengua que le causaba cosquillas.
-¡jajajaja e-esta bien! Tu ganas Carmison ¡para! -suplico ya aceptando la derrota, notando que ya se quitaba de encima de el, se irguió para quedar sentado, notando como toda la saliva de su pecosa cara caía hasta su chaleco verde bosque . Volteó con mala cara al dragón sentado en sus patas traseras, quien solo sacaba su lengua con diversión y jadea...como un perro. Un gigante perro con alas.
- eres injusto, te dije sin lamidas, la saliva no sale fácilmente de la ropa -reprocha indignado y el solo inclina su cabeza y se dedica a verlo desentendido, suspira resignado para levantarse tratando de quitar un poco la viscosidad de su cabello y cara- bueno, hay que volver, es suficiente entrenamiento por hoy y los demás nos esperan.
Dicho eso el escamoso dragón se pone en sus cuartos patas esperando a que lo monte, ya hecho abre sus grandes alas y emprende vuelo hacia su hogar.
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