Madre De Dragones-KatsuDeku

¡ESPECIAL DE SAN VALENTIN!

Ejem, ejem, buenas noches mis lectores, espero y hayan podido disfrutar de este lindo día.

Tenía pensado subir un capitulo de "Madre Dragón" pero, me después me di cuanta que le faltaba...no se, como ¡más pasión! >:v

Por ello, decidí subí mejor un escrito que tenía guardado UwU.

Espero y lo disfruten tanto que yo lo escribí.

Au. Harry Potter.
Katsudeku.

Nota especial: ya estoy haciendo un fanfic de este especial, esta en mi perfil hace más de mes jajaja me dio flojera avisar por aquí, pero aquí estamos xd

[♤♡◇♧]

Katsuki era un brujo sangre pura, sus padres eran hechiceros ocultos entre los humanos para tener una vida más tranquila. El menor de los Bakugou, que tenia cuatro, sabía de la magia, y que a sus 11 años llegaría su carta para ir a estudiar la prestigiosa escuela de Hotwatrs, donde se convertiría en un brujo hecho y derecho.

Pero había un problema, tenía nombre y apellido, alguien que lo cautivo siendo solo niños.

Midoriya Izuku, un niño de su misma edad.

De un cabello revoltoso entre oscuro y verde, sus mejillas decoradas por pecas que lo hacia ver más adorable, donde también encajar con unos ojos esmeraldas llenos de ilusión e inocencia. Era simplemente una criatura muy hermosa, hasta más hermosas que las sirenas.

Pero el problema en si, no era eso, no me molestaba que fuera un niño, tampoco que sea torpe y aveces muy ingenuo y tonto.
Lo que lo llenaba de pesar es que fuera un muglee, un humano sin magia.

Había cumplido diez años hace ocho meses, el tiempo cada vez iba en contra del pequeño Katsuki y ya no podría jugar con Izuku después de la escuela. Ya no podrían ir a la base secreta que ellos dos hicieron para contar historias de hechiceros y dragones, ya no podría Katsuki contar más historias de All Might, el hechicero más fuerte en los últimos tiempos. Solo para poder ver como los ojos de aquel niño brillar de admiración.

Ya no podría decirle cuando sean grandes que formen un futuro juntos. Porque Katsuki quería a su amigo más que eso, más que amistad.
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19 de abril.

Fue todo rápido, en un abrir y cerrar de ojos, ya está a unas horas de mi onceavo cumpleaños, en el aula solo hay unos tres o cuatro niños que decidieron tomar el descanso ahí dentro, el aire era cálido sin llegar a ser sofocante por la llegada de la primavera. Mi mirada sólo estaba posada en el ventanal desde mi asiento, viendo como el gran árbol de sakura floreció hace un mes.

Es mi último año escolar con los humanos, una vez resiva mi carta, en las vacaciones tendré que hacer los preparativos para viajar y ya no podre ver a...

-¡Kacchan! -un grito eufórico llena el silencio del aula, llamando mi atención y haciendo voltear a todos los que estaban ahí hacia la puerta, quien se veía un chico pequeño y delgado con una sonrisa que ilumina todo a su alrededor.

Corrió hasta mi puesto y voltee completamente mi cuerpo en la silla, para estar frente a él.

-¡Kacchan, Kacchan! Mañana es tu cumpleaños y la tía Mitsuki me dijo que no querías fiesta, pero le dije que trataría de convencerte para que dejes que lleves más amigos -emocionado contó como se vería genial si dejo ir más extras a mi cumpleaños. Comencé a sentir una presión en el pecho al recordar otra vez que mañana cumplía once años.