Capítulo 9

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En cuanto Stiles se alejó de la muchedumbre, comenzó a recorrer el bosque que años atrás había memorizado entre excursiones y juegos de captura a la bandera. Siempre le gusto la tranquilidad y frescura que existía cuando te rodeabas de pura naturaleza, se sentía como un refugio, lejos de estrategias de batalla, profecías, muertes y traiciones, dolor y sobre todo, lejos de dioses.

Para muchos, los árboles eran iguales o solo de diferentes especies, pero para el castaño, había un árbol que sobresalía del resto, o quizás era porque él le puso un peso emocional. Luego de la muerte de su madre y en su primer año en el campamento, con ayuda de Deméter, planto y cuido un árbol en honor a la mujer de su vida. Hoy, más de seis años después, era unos de los más altos y sanos del bosque.

Escalo hasta llegar a la cima y sentándose en la rama más gruesa que encontró, se quedó ahí, contemplando el cielo despejado que siempre cubría todo el territorio del campamento.

-¿Cansado? –cuestiono una voz proveniente de la rama a su lado.

-¿Qué crees?

-Lamento que tengas que pasar por esto nuevamente. –habló el Dios de las travesuras- Sabes que no puedes estar enojado conmigo toda tu vida, ¿Verdad? –continuo al ver que el joven no respondería.

-No estoy enojado contigo Loki, es decir, era parte de la maldita profecía y ambos sabemos que se puede retrasar al destino pero no evitarlo. Es solo que... No quiero ver a mis amigos morir y sé que yo no volveré y tengo miedo de lo que pueda suceder con mi padre y hay tantas cosas que me hubiese gustado hacer y pasar con mi familia y... simplemente no me siento listo para guiar a tantos chicos nuevamente. He visto algo de su combate y ellos, los más jóvenes no están listos ni para enfrentarse a un simple monstruo. –se terminó de desahogar Stiles, aun sin dirigir ninguna vez su mirada a su acompañante, era más fácil así.

-Sabes Mica, en Asgard, a los más jóvenes se les cuenta tus aventuras y enfrentamientos, todas tus batallas y logros, eres "El héroe semidiós" se sabe que tu camino no ha sido sencillo y por eso se te admira. Eres capaz de esto y de mucho más, hay destinos que no se pueden cambiar pero el tuyo, el tuyo aún no está terminado, puedes cambiar tu historia si así lo decides ¿Quieres vivir? Pues encuentra en espacio en blanco y escribe tu propio camino.

-Es la primera vez que te escucho hablar como una persona optimista, ¿Tan fea está predicha mi muerte?

-No quieres saberlo, cámbialo y te llevare a conocer distintos mundos.

Y con eso, el Dios desapareció.

-Vale, mejor voy escribiendo mi testamento.

[...]

Pasaron aproximadamente dos horas para cuando el castaño volvió al área de las cabañas, pero no se detuvo ahí y simplemente camino hasta llegar a la orilla del río.

Luego de su destierro, se mantuvo lo más alejado que pudiese de cualquier fuente de agua natural que hubiera, este sería su primer contacto con ella y estaba temeroso de sentirse rechazado. Haber tenido que pasar tanto tiempo sin contacto con el agua había sido duro para él y ahora estaba frente al momento que tanto estuvo esperando y no se animaba a dar ese último pasó.

Sin que el castaño se percatase de que gran parte del campamento, incluyendo al director y el grupo de su medio hermano, se había reunido a unos metros de él para observar la escena. Algunos hasta comenzaron apuestas de lo que sucedería, los mayores y aquellos que pelearon espada con espada junto a Mieczyslaw decían que el mar recibiría a su rey a lo grande, y otros, los más jóvenes, apostaban a que lo rechazaría, creían firmemente en que Percy era el único "merecedor" como hijo de Poseidón.

El agua en cuanto entro en contacto con su piel se abrió paso y lo abrazo, rodeándolo por completo, los peces se volvieron locos a su alrededor y era realmente un espectáculo fantástico para ver. Alzándose unos cuantos metros en un lo que parecía un tornado con él parado en la punta, un grito animado y de pura alegría se pudo escuchar alrededor.

Perseo, quien se encontraba entre los campistas veía la escena rojo de furia ya que el mar nunca había reaccionado así a su toque, podía sentir la mirada y sonrisas burlonas de los amigos de Mieczyslaw y otras de viejos compañeros de batalla del mismo.

La manada, por otro lado, no podía creer lo que pasaba, nunca creyeron ver a quien ellos llamaban "humano débil e inútil" siendo recibido de tal forma por el mar, es decir, habían visto su interacción con los dioses, pero esto era simplemente maravilloso y hasta hace unos momentos improbable.

Parecía que se estaba formando una fiesta entre todos los animales marinos que estaban cercanos a la zona, los peces saltaban de un lado a otro y las aguas se veían más vivas y energéticas que nunca.

Cuando las aguas se calmaron y el castaño volvió a tocar el suelo, los campistas que se acercaron unos pasos pudieron escuchar una divertida conversación.

-Sería un honor formalizar tu boda Nemo... No, no creo que sea buena idea... Sabes, estoy seguro que caerá a tus aletas sin necesidad de eso... Claro, ahora ve con los demás, avísame cuando lo consigas y diles a los demás que pueden venir por mí si lo necesitan... Sí, yo también los extrañe. –era gracioso ver como mantenía una conversación con un pez del tamaño de su mano, se ponía serio, sonreía o parecía confundido a medida que la charla avanzaba.

-Estas de vuelta. –sonrió Thalía.

-Estamos de vuelta. –le corrigió el castaño, girando para ver a sus amigos con una sonrisa.

-Ya quiero patear el trasero de la presumida, esta vez no aguantare sus idioteces. –farfullo la hija de Ares, mirando de manera amenazante al grupo del otro hijo del océano- Aunque no me molestaría destrozar algunos lobos. –soltó sonriente luego de dirigir esta vez su mirada a la manada. Estos temblaron levemente ante ella, haciéndola sonreír más.

-No puedes matarlos... a ninguno. –aclaro divertido Stilinski.

-Aguafiestas.

-Infantil.

-Fla-cu-cho.

-Te-ñi-da. –imito su manera de hablar, haciendo su voz más aguda en el proceso.

-Fantasma.

-Hey... ese es Nico. –el nombrado levanto la mirada al ver su nombre y convoco a las sombras para rodear al castaño, quien parecía demasiado alegre de lo que cualquier otro estaría luego de hacer enojar al hijo del rey del inframundo- Con cariño. –agrego cuando comenzó a sentir a las sombras pinchar sus costillas suavemente, cosa que le provocaba leves risas.

-Vete al diablo.

-No es mala idea, siempre quise probar las invocaciones. –murmuro pensativo.

-Ni se te ocurra Mieczyslaw. –advirtieron ambas jóvenes del grupo, provocando sonrisas traviesas en los otros dos.

¿Mieczysław?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora