PV AILEEN:
Las cosas habían mejorado últimamente lo único que me tenía preocupada era Lando, algunas veces lo sentía distante y otras muy cerca, no sabia que pasaba por su mente y lo necesitaba, necesitaba saber que era lo que pasaba por su cabeza.
Hoy era viernes y eso implicaba que Lando se quedaría a trabajar en casa, así que decidida deje la universidad una hora antes para poder ir a verlo.
- Señorita Aileen – la voz de Fernando el guardia de seguridad de Lando abriéndome la puerta me hizo sonreír
- Como estas – digo mientras me acompaña hasta la sala que se encuentra sola
- Muy bien, el señor se encuentra en su habitación – dice guiñándome un ojo y sale dejandome sola
Camino hacia la cocina para ver si Agata se encontraba en casa, pero al no verla por ningún lado me hace sentir aliviada de estar sola con él.
Subo las escaleras lentamente tratando de no hacer ruido hasta llegar frente a su puerta.
- Amor – digo lentamente abriendo la puerta y su mirada rápidamente se encuentra con la mía dejando los papeles en su escritorio para levantarse
- Pasa – dice tranquilamente y yo lo obedezco entrando
- Creí que estabas en la universidad – dice manteniendo la distancia conmigo
Dejo mi mochila en el suelo a un lado de la puerta para caminar hacia el y tomar lentamente su mano entre las mías.
- Podemos hablar – digo mirándolo a los ojos
El asiente y entonces lo jalo lentamente hasta tirarlo a la cama conmigo quedando frente a frente en silencio.
- Yo te amo – digo y puedo ver como baja la mirada, pero eso no es impedimento para continuar – Te amo y se que algo sucede por tú cabeza que te impide acerté a mi y te aleja algunas veces, pero aun así te amo Lando y porque te amo quiero decirte esto y darte la oportunidad de tomar una decisión – digo tomando su mano y entonces nuestras miradas se vuelven a encontrar
- A que te refieres – dice
- A que, si no estás seguro de esto o no quieres hacerlo no te impediré alejarte de esto, lo mas importante para mi es que tú estés cómodo y seguro de lo que quieres hacer y tener en tú vida y si yo no soy esa mujer, aunque me duela lo acepto y te dejo libre – digo acariciando su mejilla derecha mientras trago las ganas de llorar ahí mismo
- No – dice rápidamente tomando mi mano y me mira con miedo
- No quiero ser un impedimento para ti – digo lentamente, pero me interrumpe
- No, no quiero dejarte ir, no quiero que me dejes, yo te amo y lo hare cada día solo tenia miedo, miedo a entregarme y que me dañaras o que todo esto se terminara en algún momento – dice con angustia
- Jamás te haría daño, primero me muro antes de lastimarte y si algún día llega a suceder quiero que me lo digas para poder remediarlo, pero estando juntos amor, aquí estoy para escuchar tus angustias y tus felicidades, cada vez que quieras aquí estaré para escucharte y resolver las cosas juntos como una pareja – digo derramando unas cuantas lagrimas que él limpia con sus pulgares para después atraerme hacia el y abrazarme mientras mi rostro queda contra su pecho
- Soy completamente tuyo y a partir de hoy te entregare todo de mi muñeca, mis tristezas, mis penas, mi amor, mis alegrías y mi corazón – dice besando mi cabeza mientras yo simplemente lo abrazo con fuerza haciéndole saber que siempre estaré ahí con él
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RAMÉ
RomanceSolo vasto una mirada para caer ante ellos. Una mujer dulce, amable, inocente y tierna fue dejada sin rumbo. Y a pesar de ello ¿Quién es capaz de resistir el pecado más placentero que se puede llegar a experimentar? Se decía que todo aquello que...