Capítulo 5

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— ¿Estas segura que quieres ir? —una chica pelimorada te miraba mientras te acomodabas tu ropa para la cita que tenias— sabes que te puedo reemplazar.

— Gracias, pero estoy bien —respondiste observando cada detalle del uniforme que representaba a tu pandilla— además supongo que ya llego mi momento de enfrentarlos.

— No tienes porque ir, nadie sabe que eres nuestra lider —te dio una mirada preocupada— ¿Y si vuelven a hacerte daño?

— Gracias por preocuparte, pero ya no soy la niña de 12 años que conocieron.

— Se me hace extraño que hayan elegido hacer una reunión, sobre todo con una persona que saben que posiblemente no exista.

— Ya se, supongo que Manjiro sigue siendo igual de perceptivo, pero aunque todos los recuerdos regresen... quiero verlos a la cara cuando yo misma les declare la guerra.

Tomaste la nota que una de tus miembros habia encontrado clavada cerca del templo donde habían puesto la pancarta, la reeleiste mentalmente para prepararte de lo que sea que pudiera venir.

"Quisiera convocar una reunión de paz con su lider. No creo que una pelea sea la solución mas sensata. Llegaremos a un acuerdo si nos vemos cara a cara. Atte. Comandante de la Toman"

Soltaste una pequeña risa sarcastica al leer lo ultimo.

— De todos modos el secreto iba a revelarse tarde o temprano —retomaste la palabra.

— Me sigue pareciendo una estupides.

— No te enojes —abrazaste a la contraria— si quieres puedes acompañarme, pero no podras decir nada, solo observaras.

— Ja... no puedo desobedecer una orden de nuestra lider ¿Cierto?

— No lo se, nunca lo has intentado —le sonreiste.

— Porque te tengo respeto desde que nos conocimos, y por ayudarme ese dia, es que estoy en deuda contigo.

— No tendrias porque, yo no cobro mis favores, ademas eso fue hace mucho tiempo.

Te dirigiste a la puerta del local mirándola de reojo.

— Vamos Me, mi declaración de guerra no se hará sola —volviste a sonreír mientras veías como se acercaba a ti y tomaba las llaves de tu moto.

— Tu no conduciras —te tapó el camino antes de que si quiera tocaras la moto.

— Pero... Es mi moto —hiciste un pequeño puchero mientras la veías.

— Una moto que casi chocas la última vez, odio a la Toman tanto como tu, pero no dejaré que los aplastes con una moto fuera de control

— Vamos... Solo será una pequeña lesion para ellos, amortiguaran mi caída

— ¿Y dejar morir a mi comandante? No gracias

La chica se subió en la parte de adelante del vehículo y te dirigió una mirada.

— O también puedes irte en tren si no quieres ir conmigo —lo pensaste un momento, pero el viaje en tren sería más tardado y más pesado, y no podías perder el tiempo, al menos no ahora.

Tomaste uno de los cascos que estaban colgados en una manija de la moto, era negro con un dibujo de mariposas blancas, te lo pusiste y ajustaste para subirte a la moto, la subcomandante hizo lo mismo y arrancó la motocicleta haciendo que el aire empezará a chocar con tu cara.

Te encantaba esa sensación, sentir el viento en tu cabello, mirar un espectáculo de luces, dejando la ciudad atrás, te gustaba eso, pero también te daba un aire de nostalgia y tristeza al recordar la primera vez que también sentiste esa sensación.

Queen Of Meen [Tokyo Revengers]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora