5. un sueño revelador

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Entré por la puerta de mi casa subiendo por la escalera y fui directa a mi habitación, entré y cerré la puerta, luego me tumbé encima de la cama y suspiré, saqué de mi bolsillo el colgante de mi hermana y lo miré en busca de una sola respuesta

(¿dónde estás? ¿Dónde estás?).

Me preguntaba una y otra vez en mi mente y esperando que el colgante me diera la respuesta de algún modo pero poco después todo se tornó negro.

Escucho a lo lejos una voz dulce que me dice

-Coraline.... Coraline.... oh mi dulce hermanita pequeña.... cómo has crecido... ya casi ni te reconozco....-

es una voz muy bonita pero no la reconozco pero podría ser mi hermana

-¿Isabella?-

pregunto confusa

-sí hermanita y no tengo mucho tiempo antes de que ella se entere de que he logrado contactar contigo-

me dijo apresurada

-¿Donde estás?¿qué puedo hacer para ayudarte? Porfavor hermana, yo te puedo ayudar a escapar-

la dije a mi hermana llendo directa al grano

-yo... yo...-

se quedó muda por unos segundos

-¿Isabella? ¿Sigues... sigues ahí?-

pregunté nerviosa y confusa

-¡no! ¡no porfavor! ¡coraline! ¡coraline sálvate!-

Me gritó desde la oscuridad.

Me desperté de golpe y ya no tenía el colgante en mi mano, me levanté, miré en el suelo y no estaba, luego debajo de mi cama y tampoco estaba

(¿donde puede estar?)

Me pregunté en mi mente y y se me ocurrió bajar a la cocina, es allí donde lo encontré justo encima de la mesa, al lado de la llave del otro mundo lo cuál me pareció extraño, entonces me puse el colgante al cuello y cogí la llave y me la metí en el bolsillo con intenciones de ir al otro mundo pero mi madre apareció detrás mía

-Coraline pon la mesa que vamos a cenar ya-

me dijo sorprendiéndome, yo la hice caso y puse la mesa para comer, luego me senté y había revuelto de setas con ensalada para comer, se sentaron mis padres y aunque no me gustara la comida, yo me lo comí sin hacer ninguna mueca ni gesto de desagrado, luego me subí a mi habitación, me puse el pijama y me tumbé en la cama esperando a que mís padres hicieran lo mismo.

Después de unas horas cogí la llave del bolsillo de mi otra ropa y bajé al comedor donde estaba la puerta al otro mundo que aún conserva el arañazo que hizo la mano metálica de la otra madre.

Entonces saqué la mano de mi bolsillo, la metí en la cerradura y la giré... entonces la abrí y vi cómo se formaba el túnel de colores que deberé cruzar hasta el otro lado y cuándo lo crucé me sorprendí porque era la misma casa pero decorada con navidad, con bolas se colores y luces y un gran árbol en el comedor con una estrella en lo alto, luego seguí un camino de luces de navidad que me llevaron hasta la cocina y pude ver la otra madre cocinando cómo la primera vez que vine a éste otro mundo

-¿Coraline? ¡que alegría verte! ¿Pasarás las navidades con nosotros?-

me preguntó inocente cómo si no se acordara de todo lo que pasamos anteriormente

-sé las diferencias que hemos tenido en el pesado y los problemas que hemos tenido pero a pesar de ello, estoy muy orgullosa de tí como bien te pude decir en la carta que te envié y como bien que podido comprobar, la recibiste-

me dijo amable, era cómo si de algún modo con me guardara rencor por aquello que vivimos ella y yo cuando vine a éste otro mundo por primera vez y me quiso atrapar aquí...

Coraline 2. El regreso de la otra madreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora