•Especial II•

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Por muy extraño que parezca, JiMin ahora tenía a tres alfas detrás de él a cada momento mientras trataban de llamar su atención

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Por muy extraño que parezca, JiMin ahora tenía a tres alfas detrás de él a cada momento mientras trataban de llamar su atención.

No le molestaba, increíblemente se sentía bien con eso, con el pasar de los días y muchas preguntas de por medio, había descubierto que el chico realmente eran hermanos y que al parecer la Diosa Luna le había jugado de una extraña manera pues ellos eran sus destinados.

Algo increíble y para quienes los veían JiMin parecía simplemente un Omega oportunista que quería estar con los Min por su reputación y familia, pero vaya, era todo lo contrario, los mayores le habían propuesto cortejo inmediatamente se conocieron un poco, pero Park había declinado pues los rumores en los pasillos eran horribles ademas, quería conocerlos mejor antes de dar ese paso.

Aunque por supuesto, Aquellos tres eran tan perseverantes como atractivos, algo que le causaba gracia y duda era el hecho de que ninguno parecía incómodo con el hecho de tener el mismo objetivo, de hecho, es como si ellos realmente se hagan la idea de estar los cuatro juntos.

Eso era extraño.

-Vamos, Minnie, solo te pido que aceptes esto ¿También dirás qué es demasiado?

Agust no le rogaba a nadie, pero ese día había llevado regalos para el Omega y este simplemente los rechazó de manera amable, es decir, él no le veía nada de malo en aceptar el reloj y el ramo de flores que le había comprado.

-Si acepto un regalo así tuyo, tendré que aceptar lo que me den tus hermanos y no quiero nada de eso. No me interesa lo material, Agust, se lo dije a YoonGi y se lo dije a Suga.

TaeHyung normalmente reía de esas cosas, era irónico ver a los trillizos frustrados pensando en algo que el chico sí quiera aceptar. Es decir ¡Le habían ofrecido de todo! Era increíble, Suga incluso hizo una línea primaveral de ropa solamente inspirada en JiMin.

-¿Podrías al menos aceptar una?

Del ramo, sacó un girasol pequeño y lo extendió hacia el menor, este lo observó con algo de duda, pero al final, sonrió tomando aquella flor y llevándola a su propia oreja haciéndola resaltar entre su cabello plateado.

El corazón del alfa se aceleró ante tan bella escena y pensó, que quizás el regalo no era el problema, sino el tipo, así que esa misma tarde le había obsequiado un arreglo completo de girasoles a JiMin... Uno que había rechazado igual a otro lo anterior.

YoonGi que había escuchado a su hermano quejarse toda la tarde sobre aquello, entendió un poco lo que sucedía.

Para regalar al Omega, únicamente buscó una marca de chocolates que pudiera gustarle, compró una tableta, una regular. Puso en esta un listón y fue hasta donde se encontraba JiMin caminando hasta sus clases de danza.

Lo detuvo con un pequeño toque ganándose una mirada extraña y algo afligida de parte del menor.

-YoonGi... Si vas a regalarme otra cosa, por favor ahorratelo...

Bueno, pudo ver en sus ojos que estaba algo cansado de todo eso, pero también que mantenía aquel pequeño girasol que le había dado Agust, así que respiró tomando valor y extendiendo el chocolate.

-Solo quería darte eso, no es nada de otro mundo, TaeHyung había dicho una vez que te gustaban así que lo traje para tí.

Sus miradas se encontraron unos momentos y la mano del Omega fue hasta aquel obsequio tomándolo con cuidado, eso sin dudas hizo sonreír mucho a YoonGi. Por fin había descubierto que JiMin no quería cosas extravagantes.

Ya sabe que no debería regalarle aquel costoso collar que le había comprado hace a penas un día.

Luego de eso JiMin siguió a sus clases dejando a aquel alfa atrás, y al salir de su entrenamiento, lo que encontró fue a Suga, se preguntaba qué tenía pensado.

-Minnie... -El chico de olor a canela, que catalogaba como el más hablativo de los Min, se cercó a él poniendo entre sus manos algo pequeño, liviano y poco perceptible.- Es para ti.

Al ver lo que le había dejado se encontró con una pequeña pulsera de tela tejida, tenía una cuenta con una J en medio y algunas pequeñas de cristal que brillaban. No pudo decir que no a ese regalo, porque se notaba a leguas que fue el mismo Suga quien lo había hecho.

-Gracias.

Con una sonrisa y sin perder el tiempo, es que JiMin se puso su pulsera, color amarillo aunque pasaba desapercibida y así dejando el corazón de los tres Min con muchos sentimientos encontrados.

Más por Agust que seguía indignado porque no habían aceptado su arreglo de girasoles.

Ese fue el día en que JiMin silenciosamente había aceptado ser cortejado por los alfas Min, o al menos los dejaba intentarlo.

Los alfas de JiMin [MYG+PJM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora