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jihyo no sabía cuándo había comenzado su fascinación por lee cheongsan

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jihyo no sabía cuándo había comenzado su fascinación por lee cheongsan. para ella, era un chico increíble, dedicado y encantador, ese era su tipo de chico.

por esto mismo, nunca había podido corresponder los sentimientos de otros chicos cuando se le confesaban ya que siempre buscaba similutes con cheongsan y nunca las encontraba, por lo que prefería rechazarlos con una hermosa sonrisa antes de ilusionarlos sin razón.

namra siempre le había dicho que era una enamoradiza y no lo podía negar, se enamoraba muy rápido, pero cheongsan lo había hecho sin querer y ahora no podía dejar de pensar en él ni siquiera en las circunstancias tan peligrosas como era tratar de escapar de zombies.

veía a suhyeok patear y golpear zombies y se sentía inútil y aterrorizada, pero sobre todo estúpida por no parar de preocuparse con cheongsan, el cual se había unido a los golpes con una ventana que había sacado siendo seguido por sus demás compañeros.

de repente, jihyo vió como daesu sacaba una puerta de la nada y empujaba con esta a los zombies, siendo un escudo más fácil de protegerlos por lo que con sus amigas corrieron a ayudar a empujar hasta poder llegar a la escalera que los conduciría al segundo piso. pero de repente, de nuevo, se encontraron atrapados entre dos grupos de zombies en medio del pasillo.

—¡hay que empujar con daesu! —le dijo onjo a jihyo, la cual si bien no sabía que planeaba su amiga, lo hizo de todos modos.

cuando se dió cuenta del plan de onjo, jihyo hizo todo lo posible para ayudarla sin ser un estorbo, cosa que no funcionó por completo ya que en un momento onjo la empujó a un lado diciendo que no estaba ayudando en nada.

jihyo comprendió que no servía para ayudar a su amiga en ese momento, por lo que volvió a empujar la puerta junto a daesu y namra mientras onjo se encargaba de romper el candado de la puerta del laboratorio.

—¡ya se abrió, entren!

cuando todos estuvieron dentro a salvo tuvieron que comenzar a hacer una barrera con mesas y sillas en las ventanas ya que estas estaban rotas y jihyo se sintió como si estuviera en una película de terror.

¿merecía eso? ¿merecía estar aterrada pensando a cada segundo si ella o su hermana iban a morir? no, ella estaba segura que no lo merecía. entonces, ¿por qué le pasaba eso a ella?

de repente se sintió egoísta. solo estaba pensando en ella misma y en namra cuando todos sus amigos y probablemente más personas en la escuela estaban pasando por lo mismo, cuando gente ya había muerto.

sin embargo salió de su ensoñación cuando escuchó a nayeon gritar, como siempre.

—¿tu que te metes?

jihyo volteó a ver qué sucedía y no se sorprendió cuando notó cuando la de suéter rosa se dirigía a gyeongsu de manera grosera.

—¿qué? —le replicó el chico.

—es porque no sostuviste la puerta. si lo hubieras hecho, el profesor no abría entrado. —dijo la chica.— casi morimos por tu culpa.

—entonces tuviste que haberla sostenido tú. —le dijo el chico dando por finalizada la pelea.

—no fue culpa de gyeongsu, no fue culpa de nadie. —se metió jihyo al ver que nadie más lo haría.— si gyeongsu hubiese estado sosteniendo la puerta aún así lo hubiéramos dejado entrar, se veía bien a primera vista. —justificó la pelinegro tratando de alivianar el ambiente mientras seguía apilando sillas.

—deja de hacerte la pacífica y no te metas dónde no te llaman. —dijo nayeon ya cansada de que jihyo siempre defendiera a gyeongsu.— eres tan molesta e inútil.

seguido de eso vió como gyeongsu se dirigió rápidamente hacia nayeon agarrándola de la parte trasera del cuello y esta gritaba que la soltara.

—¡gyeongsu! —exclamó jihyo sorprendida por la actitud del chico.— ya basta, peleen después de terminar esto. —dijo rendida.

—sí, gyeongsu por favor. pelea luego, primero hagamos esto. —apoyó daesu a la chica y seguido los demás también estuvieron de acuerdo.

jihyo agarró a gyeongsu del brazo y lo alejó de nayeon mientras esta hacia berrinche por como todos se le iban en contra.

—gracias por tratar de defenderme pero no me gusta que pelees de esa forma. —le dijo jihyo cuando ya se habían alejado de la chica y seguían con su trabajo.

—yo debería darte las gracias por defenderme siempre. —habló gyeongsu.— además, mientras yo esté vivo ni nayeon ni nadie te tratará de esa forma.

el corazón de gyeongsu se aceleró como loco cuando vió las mejillas sonrojadas de jihyo. jamás había hecho sonrojar a la chica, siempre era al revés y se sentía tan gratificante hacerla sentir al menos un poco de lo que ella lo hacía sentir a diario que hasta se quiso dar palmaditas en la espalda en forma de felicitación. toda la pelea con nayeon desapareció en seguida cuando tuvo a su chica especial en frente con las mejillas sonrojadas y una sonrisa tímida.

—gracias gyeongsu. —dijo la chica sin saber exactamente qué decir ante eso.

jamás habría pensando que gyeongsu, el que se ponía tímido cada vez que ella aparecía en escena, sería casi como un príncipe azul. su frase cursi parecía sacada de un cuento de hadas cosa que a jihyo siempre le había fascinado y soñado con que le dijeran, solo que nunca imaginó que gyeongsu sería el primero en decirle algo como eso.

—¿y suhyeok?

en seguida, jihyo miró a su al rededor y al darse cuenta que el chico alto ya no estaba con ella miró en seguida a namra.

no había hablado mucho con ella las últimas horas por toda la situación que estaban viviendo, pero había notado como algo había cambiado con respecto a suhyeok y es que aunque namra lo negara, a ella también le gustaban los príncipes azules que constantemente tuvieran su atención en ella de una forma dulce y suhyeok se la había pasado haciendo eso.

vió como su hermana se acercaba a la ventana de la puerta y disimuladamente se asomaba para ver si el chico venía aunque esta acción paró cuando sintió la suave mano de su hermana tomar la suya y un apretón.

—debe estar bien, es suhyeok. —murmuró jihyo solo para que namra escuchara.— creo que de entre todos nosotros es el único que podría sobrevivir solo.

la pelinegra vió una pequeña sonrisa en la boca de namra y seguido ella también sonrió al ver a su hermana, sonrisa que fue reemplazada por una mueca cuando un pitido agudo sonó por los parlantes.

—estudiantes y profesores de el instituto hyosan. —escuchó la voz de la señorita park.— soy park sunhwa, la profesora de inglés. algo extraño está pasando en toda la escuela. algunos estudiantes están atacando gente indiscriminadamente, así que, por favor, encuentren un lugar seguro. y si algún estudiante o profesor escucha esto y puede, por favor, llame a la policía y a los bomberos. alumnos, escóndanse en un lugar seguro hasta que llegue ayuda. si puedes salir de la escuela, por favor, háganlo. —decía la profesora.— repito. algunos estudiantes están... —jihyo escuchó los sollozos de su profesora y apretó un poco más a mano de namra para no debilitarse.— chicos, están bien ¿verdad? no están heridos ¿verdad?

seguido de eso, jihyo decidió dejar de escuchar lo que su profesora decía. vió como sus compañeros retenían las lágrimas o lloraban en silencio como su hermana y decidió que no sería ningún aporte si ella comenzaba a llorar en ese momento.

ya que llorar significaba volverse vulnerable y jihyo odiaba sentirse vulnerable a pesar de tener que esconder todo el estrés y dolor que le producían la situación.

























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como siempre muchas gracias por leer<3
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𝗦𝗠𝗜𝗟𝗘𝗬 | 𝘢𝘭𝘭 𝘰𝘧 𝘶𝘴 𝘢𝘳𝘦 𝘥𝘦𝘢𝘥 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora