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ver como cheongsan trataba de defender a su madre ya transformada había roto el corazón de jihyo en mil pedazos, no podía imaginar el dolor que el chico estaba sintiendo

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ver como cheongsan trataba de defender a su madre ya transformada había roto el corazón de jihyo en mil pedazos, no podía imaginar el dolor que el chico estaba sintiendo. era algo muy lamentable de ver.

por suerte, gyeongsu y onjo lo lograron sacar de ahí mientras todos los demás corrían por sus vidas.

—¡no te quedes atrás! —le dijo namra cuando bajó la velocidad.

estaba cansada. no había comido ni tomado algo decente y se sentía débil, no estaba hecha para correr y mucho menos para soportar el estrés que conllevaba tratar de sobrevivir.

simplemente, jihyo no estaba hecha para ese tipo de cosas.

—nos vamos a morir. —lloraba daesu unos pasos más adelante de ellos, todos podían escuchar como los zombies los seguían bajo la lluvia.

—¡vamos a salir todos de aquí! —exclamó jihyo tratando de ser positiva.

cuando gyeongsu llegó a su lado se sintió más aliviada y se animó a si misma a tratar de seguirles el paso sin darse cuenta de que algunos de sus amigos se habían quedado atrás, cosa que alivió a namra ya que jihyo era de ese tipo de personas que estaba dispuesta a arriesgarse por ir a ayudar al resto aunque no pudiese hacer nada al respecto.

cuando jihyo vió como a su lado llegaban personas que no conocía –excepto a hari, la cual sabía que era hermana mayor de woojin– no pudo realmente preguntarse cómo habían llegado ahí o de donde habían aparecido, ya que justo habían llegado al centro deportivo dónde normalmente practicaban volleyball, para poder esconderse.

—entra, rápido. —la apuró gyeongsu mientras se quedaba detrás de ella por si algo pasaba

pronto, jihyo entró junto a los demás, pero cuando namra los paró y gyeongsu tomó su mano fuertemente supo que algo andaba mal, cosa que pudo confirmar cuando un rayo iluminó el gimnasio y vieron a todos los zombies que voltearon a verlos.

—¡por ahí, metanse ahí!

sin pensarlo dos veces, todos corrieron dónde les habían indicado y entraron en una especie de bodega donde dejaban los suministros de deporte viendo cómo uno de los chicos que jihyo no conocía prácticamente se sacrificaba por ellos.

mucho más allá de haber visto a alguien convertirse como isak, nunca había visto como alguien era completamente devorado y estaba segura que sería una imagen que no saldría de su cabeza jamás. ver a alguien con tan buenas intenciones siendo despojado de su vida fue un golpe muy duro para jihyo, más lo fue ver cómo su –suponía– amiga lloraba en silencio por su muerte y sacrificio.

en silencio, jihyo observó como gyeongsu se acercaba a cheongsan para consolarlo y decidió mantenerse alejada para darle espacio a todos para recuperarse de lo traumante que había sido el camino hasta allá.

se sentó a un lado de un estante con materiales deportivos y se puso a pensar en que estaría haciendo en ese momento si nada de eso hubiera pasado. probablemente estaría en su casa, en su habitación, junto a namra y su perrita gaeul estudiando o viendo una película como hacían siempre y probablemente estarían atiborradas en dulces y cobijas por la lluvia. por el contrario, ahí estaba, en el suelo frío de una bodega abrazándose a si misma con el objetivo de aligerar el frío mientras veía a su hermana ser abrazada por suhyeok. decidió dejar de pensar en lo que pudo haber sido y decidió pensar en lo que será, en cómo saldrían de ahí y en cómo debía seguir manteniendo un pensamiento positivo para no perder las esperanzas, ya casi estaban fuera.

—ten.

jihyo levantó la vista observando como gyeongsu le ofrecía su sudadera gris, la cual estaba con varias manchas de sangre pero que de todos modos la ayudaría a abrigarse.

—¿que hay de ti? —preguntó la chica recibiendo la sudadera.

—aun tengo este así que da igual. —le dijo apuntando al suéter verde de la escuela mientras se sentaba a su lado.

—¿cómo está cheongsan?

gyeongsu sabía que era parte de la naturaleza de jihyo preocuparse por los demás, pero no podía evitar sobrepensar las cosas cuando se trataba de cheongsan.

—aún está mal pero quiere estar solo. —respondió el chico.— o solo me dijo eso para estar con onjo.

jihyo miró dónde gyeongsu lo hacía y vió a onjo hablando con cheongsan.

—tal vez. —rió la chica.— ¿estás bien?

gyeongsu asintió en silencio y cuando sintió a jihyo apoyar su cabeza en su hombro, la quitó con delicadeza.

—¿qué pasa?

antes solía rogar por un poco de atención de jihyo y ahora que tenía toda su atención y disposición debía alejarla para no hacerle daño, gyeongsu en verdad creía que la vida lo odiaba.

—no te quiero hacer daño. —murmuró para luego sentir como la chica agarraba su mano.

—no lo harás. —aseguró.— ya te lo dije una vez, nunca me harías daño a propósito.

—no lo entiendes, no es algo que yo controle. —justificó gyeongsu.

—está bien, podemos solucionarlo. —dijo la chica para luego dejar un beso en su mejilla.— no te desesperes, tal vez sobrepensar las cosas te hace estar más pendiente de la mordida y por eso es más fuerte que con namra.

o tal vez, simplemente, no era completamente inmune. tal vez el virus reaccionaba diferente en su cuerpo que en el de namra o gwi-nam, los cuales parecían poder controlar mejor que él los arrebatos. tal vez se estaba transformando mucho más lento que los zombies comunes y tal vez estaba llegando su fin al lado de jihyo.

—tal vez. —fue todo lo que respondió gyeongsu tratando de ignorar los caóticos pensamientos.

jihyo acunó el rostro de gyeongsu entre sus manos y le sonrió tranquilamente aliviando la culpa de gyeongsu, seguido de eso lo besó logrando acelerar no solo el corazón de gyeongsu, sino que el de ella misma también.

no había duda alguna de que los sentimientos de ambos eran sinceros y todos podían presenciar el esfuerzo que hacía gyeongsu por mantener su forma completamente humana y como jihyo lo entendía y apoyaba en lo que podía.

nuevamente, jihyo apoyó su cabeza en el hombro de gyeongsu recibiendo una respuesta positiva por parte de su novio cuando él se acomodó mejor para que estuviera cómoda. así durmieron toda la noche, incómodos, pero juntos y eso era lo único que les importaba.










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ya se está terminando estoy tan triste:(((

siempre fue la idea hacer la ff corta porque en realidad solo quería narrar lo necesario para que conocieran a jihyo y su entorno así que creo que la cantidad de capítulos que van hasta ahora van bastante bien

como siempre, muchísimas gracias por leer y besitos en las nalgas<33333
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𝗦𝗠𝗜𝗟𝗘𝗬 | 𝘢𝘭𝘭 𝘰𝘧 𝘶𝘴 𝘢𝘳𝘦 𝘥𝘦𝘢𝘥 [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora