- Quita esa cara larga Neumann. - Devine se acerca a mí con otra cerveza en la mano. - No todos son buenos para ser estudiantes.
- Vete a la mierda Devine.
Él ojiverde se ríe y se sienta a mi lado, pronto los demás chicos lo acompañan y se instalan a conversar sobre fiestas universitarias, chicas, carros y deportes. Podrá ser mi mejor amigo, pero cada tanto me saca de quicio su personalidad de "a todos les caigo bien porque soy el mejor."
- Sé lo que estás pensando Neumann. - Devine me habla mientras los demás discuten sobre una supuesta fiesta a dónde asistirán chicas de nuevo ingreso de varias universidades. A uno de ellos le escucho decir "carnada fresca". - No te mates la cabeza por no haber podido entrar, no es el fin del mundo.
- Lo sé, supongo que no. - Bebo un poco de cerveza, y el líquido pasa fácilmente por mi garganta. - Pero debo conseguir un trabajo, algo, lo que sea. No puedo ser el mantenido de Joe por siempre.
- Y no lo eres, él no te ve de esa manera y yo tampoco. - Me rodea los hombros con un brazo y choca nuestras botellas. - Somos familia, ¿recuerdas?
- Lo sé. - No es que no esté agradecido con Devine y Joe, ellos prácticamente me criaron. Pero no quiero vivir en un mismo lugar toda mi vida. Quiero mi propio espacio, mi propia vida y mi propia familia, aunque esto último dudo que suceda dado mis circunstancias y mi pasado.
- Vamos, ¡anímate! Tal vez este año no lo lograste, pero puedes intentar el año siguiente. - Devine acerca un balde lleno de botellas negras y abre dos nuevas para los dos. - Piensa en este año como un año sabático, dónde puedes hacer lo que quieras, cuando quieras. - Devine señala con la botella a un grupo de chicas de nuestra edad que justo entra en el local. - Y con quién quieras.
Devine sonríe, y se levanta para acercarse al grupo. No falta mucho para que los demás lo sigan y pronto pidan al menos unos tres baldes más llenos de cerveza.
- A la mierda todo. - Termino la botella que tenía en la mano y la dejo a un lado para unirme al grupo. Devine tiene razón, este año será vivirlo al máximo, nada de reglas ni planes. Dejaré que la vida, el universo, Dios o lo que sea me sorprenda. Ni siquiera la luna llena va a decirme que hacer.
Me paro al lado de una de las chicas y ella inmediatamente me toma del brazo, riendo. Devine me sonríe y me pasa una botella nueva, pronto todos perdemos la cuenta de cuántas botellas hemos bebido, o de que tanto tiempo ha pasado desde que llegamos.
Ya cuando sentimos la fuerza de la luna, nos despabilamos un poco y salimos del local, para prevenir cualquier locura con esas chicas borrachas. Ya es de noche, y la luna llena ha salido completamente.
- Oigan, hoy hay un eclipse lunar. - Dice uno. - ¿Sienten la fuerza?
Todos asentimos, sentimos como nos llama y como su brillo nos da poder. Mis ojos se calientan e intensifican mi vista, y mis encías pican por mis colmillos queriendo salir.
- Vamos, quiero ver ese eclipse en primera plana. - Devine guía la marcha como siempre, así que todos seguimos al Beta.
Caminamos sin rumbo durante unas horas hasta dar con una avenida llena de residencias, escucho risas y voces de chicas venir de algún lugar entre esas calles y sin siquiera decidirlo mis pies me llevan a seguir a ese sonido.
Devine se ubica a mi lado, contando algún chiste malo sobre la luna llena cuando todos lo sentimos. El eclipse no va a tardar en empezar, y la sensación es una que nunca antes había sentido. Es una sensación extraña, no lo voy a negar; la fuerza de la luna la siento en mi pecho, brillante y cálida y se extiende por todo mi cuerpo. Pero hay algo más, un pequeño vacío comienza a crecer dentro de mi estómago y se hace cada vez más grande.
Todo lo siguiente que pasa lo veo desde un punto lejano en mi mente, ya no siento control sobre mi cuerpo ni mis decisiones. Por un momento veo a un grupo de chicas a mitad de una calle oscura, y luego tengo la necesidad de morderá a una de ellas; pero termino de perder la conciencia cuando ese vacío llega a mi corazón y se expande por todo mi cuerpo.
Escucho un grito a la distancia y un ardor en mi mejilla.
¿Qué acaba de pasar?
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¡Que tal gente hermosa! A que seguro no se acuerdan de mi. Les traigo buenas nuevas.
Luego de todo este tiempo, he regresado a mis raices y con una increible noticia: volveré a resubir Licántropa. Tendrá cosas nuevas, quitaré cosas viejas, y será más profunda que la historia a la que estaban acostumbrados; y empiezo con ello agregando un prólogo a la historia -que se me acaba de ocurrir, cabe mencionar-.
Pronto estaré resubiendo cada capitulo editado, nuevos capitulos y aventuras editadas y más interesantes de Alexia. Así que activen todas sus notificaciones y diganle a sus compinches, porque Licántropa ha vuelto, para quedarse.
¡Muchos saludos lobunos y lunares a tod@s!
Atte: super y nat.
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Licántropa
WerewolfAlexia García es una quinceañera venezolana, específicamente caraqueña, quien no tiene ningún sentido común o aprecio alguno por su sencilla y aburrida vida. ¿Por qué digo esto? Respondo a esta pregunta con otra pregunta: ¿A quién rayos se le ocurre...