Capítulo 0.2: Caza

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Pese a no tener ropas limpias ni un lugar cálido en el que dormir, siempre pago por la comida que recibo, no me gustan las limosnas ni admitir cualquier tipo de ayuda por lástima, yo quiero pagar y dar como cualquier otro ciudadano de este pueblo, es por ello que mi único ingreso es la caza más allá de los límites que dan los propios cazadores, para traer las pieles y carne de animales, cuales serían difícil de hallar dentro de la zona  delimitada, creo que es lo mejor para ayudar al pueblo indirectamente y además tener un ingreso seguro sin recurrir a tácticas maléficas. ¿Es lo correcto, no? Es lo que siempre me pregunto al salir del pueblo e ir en dirección al bosque, y es que pensar qué mis habilidades como Zhánshi no serán reveladas me da una cierta paz, porque nadie de ellos podría encontrarme, nadie podría entender la razón de mi huida hace ya media década.

- ¡Vamos D.D, debes cruzar el puente si quieres llegar a la casa embrujada! – Decía una chiquilla de cabellos castaños y vestido maltratado hacia un niño tembloroso de ojos afilados. Por otro lado, niños detrás de ella gritaban y alzaban las manos para que el muchacho delante de ellos cruzara el puente.

- Sabes..sabes que me da miedo cruzar ríos..Mery – Respirando hondo para modular las palabras, el niño apenas podía aguantar las ganas de querer correr hacia la dirección contraria, ¿Cómo llegó a estar en esa situación, dónde su mejor amiga y demás niños le incitaban a cruzar?.


Creo escuchar voces infantiles en el río, espero poder pasar desapercibido, no quiero que me vean matar a uno de los “chocrantes”, esas cosas siguen gimiendo de dolor incluso minutos después de su muerte, sumado a ese olor a bayas podridas que desprenden al retirar su piel, pero es mejor no ir a ver de momento, ahora iré en dirección al Oeste, donde me espera la caza de hoy. ¿Cuánto llevo ya con esta rutina? Cazo para tener el dinero justo y comer al menos 2 veces a la semana, me paso sentado en el callejón y mi único contacto con otra persona es cada vez que compro la comida o vendo los productos que logro sacar del animal. Y hablando de animal, creo que he escuchado los pasos de una manada, pero no son de “chocrantes”, son lentos y algo pesados, parecen estar buscando, creo lo mejor sería avanzar desde los arbustos con lentitud, incluso me he quitado las botas para ejercer el menor ruido posible cuando pise alguna hoja o rama. No pude notarlo en un principio, tuve que acercarme, dar pasos más largos y lentos entre los grandes arbustos que cubrían el paisaje, pese a su belleza, el hecho de estar entre ellos me dolía, la forma en que sus puntiagudas ramas dañaba mi piel y desgarra mis ya poco cuidadas ropas, pero no importa la ropa se cose y las heridas sanan. Y ya que estaba suficientemente cerca, pude identificar esos sonidos, esos asquerosos balbuceos como diferenciar la repugnante apariencia de esas criaturas del ambiente, esa manada era de Orcos, estando tan cerca de ellos es imposible equivocarse, sus dientes tan grandes que no pueden cerrar la boca, un olor nauseabundo desprendiendo de su pelaje, su rostro deforme y sin nariz, solo fosas nasales en las cuáles se asoma la mucosidad, el digno rostro para una pesadilla en vida, la clave para esta situación sería simplemente irme, ellos parecen no saber sobre la existencia del pueblo, y como estamos más allá de los límites para cazar, no creo que alguien se asome o de signos de aparecer, por lo que esta caravana de monstruos nunca llegará.

- ¡Whuaaaaa! – El grito de D.D fue escuchado hasta lo más hondo del bosque, siendo acompañado del fuerte sonidos de una caída, cuál sería la sentencia del niño a las burlas de sus amigos y la llamada de los monstruos.

Miedo, nerviosismo e impotencia, todo eso recorrió mi cuerpo como una descarga eléctrica, pero ese sentimiento tras unos segundos desapareció, los Orcos se quedaron quietos esperando el remate del sonido sin repuesta, decidiendo ignorarlo, avanzando hacia dirección opuesta al pueblo, todos excepto uno, uno que parecía más fuerte que los otros, quién se mantuvo quieto observando en dirección hacia los niños. Y de golpe, avanzo poco a poco hacia los pequeños, sabía que la distancia era amplia, pero en un momento los vería, él los iba ver y ese sería el final no sólo de sus vidas sino también de todo el pueblo.
Apreté con tanta fuerza mis dientes, en mi mente solo me quedaba suplicar para que su avance se detuviera, y sin poder hacer más que observar, mire en dirección a los niños, y ahí una destello de alivio llegó, pude diferenciar como ese grupo de pequeños finalmente se alejaba cada vez más para volver al pueblo. Pero no fui el único que pudo ver ello, él también lo había hecho e iba avanzar, mis esperanzas acabaron cuando escuché las ramas romperse con un paso suyo, entonces no había más que esperar, tuve que actuar.

- ¿…? – El confundido Orco bajaba su mirada, viendo como un hombre apareció de la nada, impidiendo que avanzara, por primera vez en su vida no siguió sus ansías de matar y desistió de ellas para investigar.

- No. – Una negación absoluta fue lo único que el vagabundo pudo decir, volviendo a interponerse en el camino del monstruo, extendiendo ambos brazos, como si su cuerpo pudiese hacer algo contra la gran muralla de músculos naturales que representaba el Orco.


-… - Un silencio gobernó el bosque, la imponente criatura miró fijamente al hombre, alzando una de sus grandes y toscas manos, lanzando una cachetada hacia su pequeño obstáculo, soltando un suspiro mientras una sonrisa era dibujada lentamente en aquel horrible rostro.

Y otra vez lo intenté, me interpuse en el camino del desgraciado sintiendo otra vez la rasposa y mal cuidada piel del malnacido, mi rostro empezaba a sangrar, pero aún así mi cuerpo no permitía que me quedara en el suelo, como si este fuese mi castigo, no era para proteger a los niños, el ser golpeado constantemente por el orco era lo mínimo que merecía por mi error. ¿Cuántas veces lo he intentado ya? No tengo ni la menor idea, he sido lanzado por cada lugar del bosque mientras él sigue avanzando, hasta que sin notarlo llegamos nuevamente al río, mi mirada no quería apartarse del agua, terminando por mirar mi propio reflejo, ¿Cómo he podido acabar así? Hacía años que no miraba mi rostro en un reflejo, no podía creer como estos 5 años me habían arruinado tanto, mi auto desprecio solo pudo crecer mientras miraba mi rostro, gritando que me levantara para hacer algo. “¡Levántate miserable!” resonó en mi mente mientras mi temblorosas piernas me levantaron, mis hombros caídos por el peso de mis brazos, pero ahí pude ver como todos se habían ido, un alivio hizo que mi cuerpo dejase de temblar, ni siquiera la asquerosa esencia del monstruo a mis espaldas podía alterar mi calma.

- Grr.. – un gruñido de decepción hizo al Orco mirar a su alrededor, notando la pérdida de tiempo que fue todo esto, levantando su maza en dirección al humano, quién sería su objeto de desquite.

- Jaja..Ya gané, hijo de puta.. – El Vagabundo se levantó con una risa burlona, extendiendo sus brazos lado a lado, dando la libertad aquel monstruo de actuar, la mirada del hombre era de desgana, no había deseos de luchar.


El desgraciado no dudo ni un segundo en atacar, sentí como la maza impacto contra mi hombro izquierdo, pero nada más, no hubo dolor ni molestia, su primitiva arma cayo destrozada ante el mero tacto contra mi piel, incluso yo me sorprendí, sus puños eran lentos y pesados, chocaron contra mi rostro y torso, obviamente me lanzaba unos cuántos metros, incluso se me dificulto respirar, pero no sangre, ninguna de mis costillas fue rota ni mis órganos salieron heridos, estaba ileso de sus golpes. Y entonces entendí, mi consciencia al igual que yo decidimos que ser golpeado por este Orco antes era suficiente castigo para hoy, había pagado por mi inacción el día de hoy, ahora debía responder, usar por primera vez en años mi cuerpo para combatir una amenaza.
- Grr..¡¡Grrrhuaaaaa!! – Enojo, impotencia, decepción, todo ello llenaba la mente del monstruo, quién nuevamente lanzaba sus puños contra el humano.

- Ultimate Kata… - Respirando hondo, el hombre preparo su cuerpo, apretando su puño zurdo, extendiendo la pierna del mismo lado hacia atrás y doblando la opuesta para quedar levemente incado, una digna pose para un movimiento especial- Dragon Stri..


No puedo, mi cuerpo se paralizó, mi mente solo pudo traer devuelta ese maldito recuerdo, no puedo volver usar esta técnica más, mi consciencia y mi cuerpo no lo aprueban. Entonces si es así, debo usar todo aquello que no me devuelva a ese momento, cambiare de Kata, lo haré para evitar mi pasado. “Defensive Kata: Silence”, Mi mano toco su asqueroso rostro, mis dedos se separaron para tomar cada zona de su cara, presione con tanta fuerza que le hice sangrar por los ojos, como si mi vida dependiera de ello.

No recuerdo que paso después, desperte en el centro médico del pueblo, y tuve que esperar algunas horas médico, quién al llegar se alegro de verme y me hablo sobre lo sucedido. Encontraron el muerto y destrozado cadáver del Orco, tomando por respuesta la espontánea aparición de un Zhánshi que paso de camino por el pueblo, algo que me dejo absuelto de preguntas por lo que únicamente quedaba volver a mi callejon, sin el “chocrante”, lamentablemente. De lo qué me lamentaría hoy no sería por la pérdida de mi presa, sino de haber dejado el cadáver del Orco ahí, dónde su manada debido a la cercanía detectaba el aroma de los pueblerinos. Por ello es que ahora estoy aquí, con mi cuerpo bajo los ladrillos de un hogar común del pueblo, observando como uno de esos monstruos esta a punto de acabar con la vida de la niña que me ha vendido mi alimento durante estos últimos años.


El Vagabundo De DulfordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora