Corrí con mis pies descalzos, sentí el ardor del frío apoderarse de mis dedos, estaban paralizados, no pude seguir mi camino y caí, mi cuerpo entumecido, y ella ahí, veía a mi pequeña correr de ellos. Nunca espere sentir este miedo, no a morir, sino a la pérdida.
- ¡Por favor alguien ayuda a mi hija, por favor!
Solo pude gritar, grité tan fuerte que mi garganta se desgarro. Vi como los demás corrieron como podían, pero todos se detuvieron del miedo al estar frente a esos monstruos, ni siquiera los duendes de clase guerrera pudieron acercarse sin recibir un azote.
Un silencio de muerte, en qué ningún bando estaba avanzando, los niños en medio junto a un par de duendes clase mayordomo, y yo aquí, en el suelo intentando levantarme de esta posición tan miserable. Quiero ayudar, quiero proteger a mi hija, pero no tengo la suficiente fuerza, no tengo el poder.
Una pisada fuerte, la rotura del suelo escarchado, la atención de todos incluida la mía fue hacia el causante de tal ruido, y todos mantuvimos el silencio al ver que era el vagabundo, tal vez era decepción o esperanza muerta, pero nadie quiso verlo, todos bajaron sus miradas. Pero yo seguía mirando su avance, como caminaba hacia los niños, y entonces solo hubo un plano blanco frente a todos, uno que al caer nos mostró el destino de cada uno.
- ¡Todos corran, por favor corran! - Grito uno de los ancianos, llevando consigo como podía a uno de los niños.
- ¡Papá, corre! - Desesperación, miedo, los gritos de la pequeña Mery hacia su padre empeoraban la situación mientras el resto de pueblerinos intentaba correr entre las calles.
Es una pesadilla, no puede ser real. Ellos nos rodean y no nos dejan escapar, uno está alzando su mazo, van aplastar a los niños, van a matarlos como a un animal. Solo puedo gritarle a dios, sólo el puede ayudarme ahora.
Me asqueo de mi mismo, no puedo salvar a mi propia hija, todo lo que puedo hacer es quedarme a la distancia, impotente, viendo como el único que pudo intentar actuar fue aquel hombre de apariencia sucia, quién ahora está muerto, que con un solo golpe de esos monstruos ya no existe. No tengo más que hacer, solo puedo rezar en mi mente.
- Defensive Kata: Silence - Una tono suave proveniente de una ronca voz, anunció la esperanza para los pueblerinos.
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El Vagabundo De Dulford
FantasiPerturbado por un trauma de su adolescencia, el guerrero tomo una vida de vagabundo para abandonar a sus amigos y recuerdos sobre aquel fatídico día, pero tras el llamado de su ex compañera de misiones, el ahora joven adulto deberá volver al lugar d...