❝ Capitulo 2 ❞

739 125 21
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los disparos resonaban al interior de la sala, los balines de pintura encapsulada impacataban con las paredes tiñendolas de colores dando un espectáculo caótico pero agradable a la vista

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los disparos resonaban al interior de la sala, los balines de pintura encapsulada impacataban con las paredes tiñendolas de colores dando un espectáculo caótico pero agradable a la vista. Al exterior de la sala, en una ventana de vidrio blindado, miraba todo de manera minuciosa el padre de Naeya, el señor Seung Kyun, sus ojos miraban cada extremo de la habitación estando atento a cada movimiento de su hija, era la primera vez que la metían a aquella aviación en un 1 vs 10, generalmente eras equipos de igual número de intergantes, pero la chica insistió y por como iba la partida el señor Kyun se preguntaba si hubiera Sido más sensato meter a 20 en vez de 10.

Con solo 13 años, Naeya ya era famosa, no por sus surreales habilidades en combate, o por su pulcra destresa con armas tanto de fuego como armas blancas, si no por su éxito en la carrera de modelaje, siendo codiciada por bastantes empresas pero trabajando únicamente para brigth fashion, la empresa de su padre.

Una vez la partida terminó, la victoria de la chica fue anunciada en el tablero de puntuaciones y las compuertas fueron abiertas, Seung aplaudió y soltó una carcajada aireada, todos los participantes eran mayores a su hija y aún así ella los derrotó, estaba orgulloso.

La chica entró a la oficina donde se encontraba su padre sintiendo el ambiente más tibio que afuera, notó que aquello era gracias a una estufa ubicada cerca de la pared. —Eso no estaba antes.— Declaró señalando el fuego, caminó unos pasos y dejó sus armas de paintball dentro de un armario dedicado únicamente en guardar su arsenal de armas de juguete.

—No, no lo estaba.— afirmó su padre caminando hacía el escritorio en el centro de la habitación, tomó la laptop que estaba sobre el escritorio y caminó con ella hacía la chica, la cual aún estaba guardando sus armas. —Mira, ¿Te gusta?— Con una emocionada sonrisa enseñó en la pantalla la portada de la revista en la que prontamente saldrá su hija, usaba ropa únicamente diseñada por su padre, un maquillaje natural y hecho para hacer ver su cara más natural, no de el blanco enfermizo que era su piel. Y claro, unos lentes de contacto para ocultar sus ojos rojos 'Diabolicos', según ya muchas personas.

—Esta... Bien. ¿Cuando serán publicadas?—

—Ahora mismo, o tal vez mañana, me enviaron la foto para confirmar que esté de acuerdo.— ella asintió y finalmente cerró el closet.

—¿Nos estamos expandiendo?— consultó la niña con su tono indiferente y su expresión neutra.

—Si, de hecho si.—

Asintió y finalmente se retiró de la habitación dejando al adulto solo junto con sus pensamientos, tal vez debió aprovechar ese momento para contarle del amorío arreglado que debe fingir para alcanzar más fama y además, hacer más unida su relación con el empresario Charles choi. —¿Cómo es que se llamaba ese chiquillo?— Murmuró para si mismo. —¿Diego? Diego algo, estoy seguro.— Finalizó su análisis y dejó la laptop en la mesa para volver a su trabajo y arreglar un par de asuntos sin atender.

Por otro lado, Naeya ya estaba en su recamara desnudandose para tomar una ducha, tenía que asistir a un evento de modelaje en el que tendrá que vestir un par de prendas. Tenía exactamente media hora para estar lista y salir para que su chófer la lleve al evento. Ella suspiró y sonrió, aún temblaba.

Ciertamente, las únicas dos personas que tienen acceso a las armas de paint ball son ella y su padre, pero ella solo puede hurgar entre esas armas minutos antes de empezar la partida. Pero Naeya había sido traviesa cambió una de las armas de juguete por una real, realmente la elección de armas era al azar, así que no sabía a ciencia cierta si sería ella o el equipo contrario quien recibiría aquella arma, en este caso fue el equipo contrario. Aún así, el saber que estubo cerca de morir le recordaba el hecho de estar viva, la volvía feliz.

Se abrazó a si misma mientras el agua helada caía sobre su cuerpo y comenzó a reír, no podía evitarlo, estaba feliz.

Se abrazó a si misma mientras el agua helada caía sobre su cuerpo y comenzó a reír, no podía evitarlo, estaba feliz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Si les avisé q actualizo cada un año?

Violence  ━━ Lookism x OC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora