❝ Capitulo 7 ❞

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Eventualmente terminaron, y Naeya pudo distraerse, aún si fue solo un poco, de lo mucho que la alteró la previa noticia

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Eventualmente terminaron, y Naeya pudo distraerse, aún si fue solo un poco, de lo mucho que la alteró la previa noticia.

No sabía los estilos de pelea de ninguno por lo que se entretuvo un poco intentando adivinarlo, así como pensando en que situación la pelea se volvería favorable para cual. Al final, solo quedaron dos, y Naeya ya no tenía suficiente tiempo como para verlos terminar, así que simplemente los contrató a los dos como dijo que haría, aún que quedo con la curiosidad picando de saber cual de los dos era el más fuerte.

Se retiró, es que hoy tenía una sesión, una en Gangseo, y por suerte tendrá tiempo libre.

Como odiaba su tiempo libre, sobre todo cuando no la autorizaban para usarlo en entrenamientos, necesitaba estar distraída la mayoría del tiempo, así se ahorraba pensar demasiado en su situación jodida.

No quería al señor Kim cerca, así que le pidió al escolta que usualmente se sentaba con ella de pasajero que está vez condujera, y los otros dos repartidos en los dos lugares sobrantes del auto. ━━Dese el día libre.━━ Le dijo mientras caminaba hacia la salida con sus dos perros nuevos detrás, no dio explicaciones y el tampoco las esperó, ya iban más de tres años trabajando como su chófer y empezó a entender un poco como funcionaba la fragmentada mente de Naeya.

━━ Le dijo mientras caminaba hacia la salida con sus dos perros nuevos detrás, no dio explicaciones y el tampoco las esperó, ya iban más de tres años trabajando como su chófer y empezó a entender un poco como funcionaba la fragmentada mente de Naeya

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Las estilistas estaban haciendo su trabajo, pasaban las brochas por su rostro con delicadeza y cierta agilidad propia de su trabajo, tenían un buen desempeño, ellas también trabajaban para Naeya desde hace más de tres años, casi cuatro, de hecho.

━━Linda, deberías teñirte el pelo, las raíces se están empezando a notar.━━ Una mano acarició su cabeza, la raya de division en su cabellera en la cual ciertamente se empezaban a notar las raíces blancas.

━━Ajá.━━ Le daba la razón, podía notarlo desde hace unos días, y es que su cabello tiene un crecimiento realmente lento, por eso lo descuidada de vez en cuando.

━━Tus ojos lucen tristes.━━ Murmuró la otra mientras ponía labial sobre los labios de Naeya.

━━Para eso es el maquillaje.━━

━━No me entendiste...

No le preocupaba entenderla, solo hablaba estupideces, Naeya no se siente triste, se siente enojada. Realmente no le importaba mucho entender lo que le decían, más que nada porque solo se veían una o dos horas a la semana y solo era antes de sus sesiones de fotografía, para su día a día tenía unas estilistas distintas, no eran sus amigas.

 Realmente no le importaba mucho entender lo que le decían, más que nada porque solo se veían una o dos horas a la semana y solo era antes de sus sesiones de fotografía, para su día a día tenía unas estilistas distintas, no eran sus amigas

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Salió del estudio con un nuevo conjunto de ropa, uno más relajado, y se subió al auto con un suspiro.

En el camino de regreso divisó por la ventana polarizada una silueta familiar, la ancha espalda de su mejor guardaespaldas caminando de la mano con una muchacha no mucho mayor que ella. Reconoció también sus manos, de dedos gruesos y cortos, ásperas y llenas de esas cicatrices que siempre le provocaron inmensa curiosidad. Adivinó que la figura más pequeña es su hija de la cual nunca supo su nombre, y sintió algo gorgoreando en su interior.

El señor Kim jamás tuvo mucho tiempo para pasar con su familia ya que pasaba diecisiete horas del día con Naeya, a excepción de los fines de semana, que por una mezcla rara de estima y poca fe le dejaba los fines de semana libres, eran unas ochentaicinco horas a la semana.

Miró ahora a la niña y se preguntó cuantas horas es que pasará ella con su padre ¿ochenaitres tal vez?

El auto al estar detenido en un semáforo le daba el tiempo de verlos caminar hacia una tienda, una calle llena de puestos de comida y tiendas de ropa, Naeya jamás ha visitado algún lugar así, y jamás sintió deseo de hacerlo hasta que los vio. El auto empezó a andar y ella tuvo el tiempo de ver como el señor Kim plantaba un beso en la frente. Una duda se instaló en su cabeza ¿cuantas horas pasaba ella con su padre? Vivían en la misma casa pero Naeya solo pasaba allí para dormir o cenar, y aún así, la casa era lo suficientemente grande como para que aún cuando ambos estaban bajo el mismo techo no se cruzaran. ¿Una hora tal vez? De vez en cuando se reunían, pero solo eran eso, reuniones, demasiado formales como para que alguien ajeno a ellos se dé cuenta de que en realidad son familia.

━━Quiero detenerme a comer aquí.━━ Avisó ella sin siquiera planear lo que decía, su mirada aún estaba fija en el dúo que apenas estaba entrando al local de comida, las palabras salieron de sus labios incluso antes de pasar por su filtro, simplemente las dijo, simplemente las sintió.

No la cuestionaron, estacionaron el auto y Naeya bajó con cuidado y una elegancia propia de ella y su oficio. Caminó a paso lento intentando pretender que estaba decidiendo en cual de todos los lugares comer, fingiendo que sus ojos no tiraban a su izquierda, donde vio entrar al señor Kim. Pronto un par de mujeres se le acercaron con una hoja plastificada en la que indicaban las comidas que vendían, sus voces chillonas quedaron en la lejanía cuando los nuevos guardias las interceptaron, evitando que se le acerquen más de unos metros, pronto llegaron unos hombres vestidos de traje que lograron llamar la atención de Naeya y sacarle de su enfoque en el padre y su hija.

━━¿Quienes son? ¿Y que demonios vienen a hacer acá?━━ Aquel rudo cuestionamiento la hizo girarse, sus dos guardaespaldas estaban siendo hostigados por un muchacho que portaba el mismo uniforme de todos los hombres allí, antes de interferir miró alrededor, habían muchos vestidos iguales y con la evidente pinta de criminal que ella supo en qué clase de calle se habían metido solo por una comida, se supone que solo era una comida. Entendía su reacción agresiva, ella y sus guardaespaldas tampoco parecían solo civiles, ellos también vestían semiformales, y su complexión grande y sus actitudes herméticas los hacían ver también como gangsters, el auto de alta gama también favorecía esta imagen y el tercer hombre corpulento que reposaba su cuerpo en el auto, mirando a Naeya, como esperando a recibir un comando. Ella alzó la mano muy levemente y la agitó, como una forma de decir "calma"

━━Están en territorio de Big Deal, no vengan a causar problemas aquí.

Los confundieron con gangsters, y al parecen piensan que pronto tendrán un conflicto.

Violence  ━━ Lookism x OC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora