Capítulo Ocho.

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En la madrugada comenzaste a recuperar la conciencia, el efecto de la droga había pasado y te sentías un poco mejor, pudiste notar que no estabas en la habitación que te asignaron por lo que decidiste girar un poco tu cuerpo para ver si había alguien más pero al momento en que lo hiciste, un dolor muy fuerte comenzó en tu entrepierna, rápidamente bajaste tu mano hacia tu vientre y apretaste los ojos.

Mei;; Auch...

Dijiste un poco alto por lo que viste a Ran pararse del piso rápidamente mientras se quitaba la cobija de encima.

Ran;; ¿Qué pasó?

Volteó a verte y se acercó rápido a ti.

Ran;; Mei, ¿estás bien? ¿qué te duele?

No le dirigiste la mirada, solo señalaste tu entrepierna, el mayor entendió al instante, tomó un objeto que estaba cerca y lo lanzó a un lado de la cama donde se encontraba Rindou durmiendo, este se despertó rápido y se levantó.

Rindou;; Ya estoy en la tierra...

Ran;; Deja de decir tonterías, la colocaré bien de lado y ponle una almohada entre las piernas, tal vez eso pueda aliviar el dolor

El menor asintió, tomó la almohada y espero a que Ran de acomodara, una vez lo hizo levantó una de tus piernas con cuidado y colocó la almohada, soltaste un ligero suspiro y volviste a relajarte, no era la gran cosa pero aliviada un poco el dolor.

Mei;; Mis hermanos me habían advertido de Sanzu... baje la guardia y por eso me pasó esto... yo soy la culpable de todo lo que me pasó...

Ran se puso delante de ti y se hinco quedando a tu altura.

Ran;; Deja de pensar en estupideces, el agresor fue el y tú la víctima, si no fuera por Mikey, ese sujeto ya estaría tres metros bajo tierra

Mencionó en un tono serio, creías que todo lo que decían solo era para remediar todo lo que te hicieron por lo que le tomaste mínima importancia.

Rindou;; Como sea antes de que te durmieras te di varios medicamentos para el dolor, en la mañana ya no debería de dolerte tanto...

Mei;; En fin, no duerman en el suelo, busquen una cama y duerman ahí, par de idiotas

Ran sonrió de lado y se levantó.

Ran;; Yo puedo irme pero dudo que Rindou se vaya, al final esta es su habitación

No dijo más, recogió su manta y la dobló para luego dejarla en una pequeña mesita que había en la habitación acomodando la almohada encima y después se fue.

Mei;; Si es tu habitación, duerme en la cama, no me incomoda, a parte es demasiado grande

Rindou solo asintió ligeramente, recogió su manta y se acercó a la cama, se recostó y se cubrió dándote la espalda.

Ambos se quedaron dormidos, hubo un momento en el que Rindou se movió y terminó abrazado a ti, lo pudiste sentir pero no le tomaste mucha importancia ya que su cuerpo estaba caliente, así permanecieron hasta que amaneció, el dolor en tu entrepierna había disminuido bastante, Rindou al parecer aún no había despertado porque seguía abrazado a ti, con cuidado te diste la vuelta para quedar cara a cara, llevaste tu mano a su rostro y comenzaste a acariciar este con dulzura, el mayor comenzó a abrir lentamente los ojos encontrándose con los tuyos, pensó que estaba soñando por lo que sonrió hasta que sintió tus caricias, abrió los ojos como plato y al darse cuenta que tenía su mano en tu cintura, se alejó rápidamente.

Rindou;; Lo siento yo... aun estaba dormido... perdón por incomodarte

Sonreiste ligeramente de lado y te sentaste mientras acomodabas tu cabello.

Mei;; Yo en ningún momento dije que me incomodó, tu cuerpo estaba calientito por lo que dejé que te abrazaras de mi

Rindou te miró y asintió ligeramente, se levantó y se estiró.

Rindou;; ¿Puedes ponerte de pie?

Lo miraste, te quitaste la manta de encima y te levantaste, podías mantenerte de pie pero tus piernas se sentían débiles por lo que tambaleaban un poco, Rindou se acercó a ti y te ayudó a sentarte de nuevo.

Mei;; Maldita sea...

Rindou;; Tranquila, solo es cuestión de que por hoy no te esfuerces tanto y mañana estarás mejor

Dijo con una ligera sonrisa para que te sintieras confiada, lo miraste y asentiste ligeramente, se escuchó la puerta abrirse por lo que ambos miraron hacia esta, viendo a Ran entrar a la habitación.

Ran;; ¡Buenos días retoños!

Se acercó a Rindou, le dio un beso en la mejilla y luego te dio un beso en la frente, frunciste ligeramente el ceño mientras lo veías.

Mei;; ¿Te sientes bien?

El mayor asintió.

Ran;; Más que bien solo que nosotros tres vamos a ir a comer a un lugar

Se acercó a ti y te cargó como princesa, se dio la vuelta y caminó hacia la puerta, la verdad no volverías a comer en ese lugar, más valía prevenir, Rindou los venía siguiendo, cerraste los ojos un momento por si había alguien en el camino al auto, por suerte no escuchaste la voz de nadie más, Ran te recostó en el asiento trasero y ambos hermanos entraron al auto, miraste hacia el techo mientras sentías el movimiento del auto.

Ran;; ¿Algo en especial que te guste?

Pensaste en algún platillo que te hacía tu madre antes de que tu padre la asesinara.

Mei;; Quiero Tonkatsu... y también Donburi...

Ambos hermanos se miraron.

Ran;; De acuerdo, conozco un restaurante que prepara esos platillos

Dicho eso aumentó un poco la velocidad para llegar al lugar más rápido, después de unos minutos llegaron a su destino, Rindou abrió la puerta del auto y te ayudó a salir, este se dio cuenta que no tenías zapatos por lo que volteó a ver mal a su hermano.

Mei;; Tranquilo, mis hermanos me hicieron pasar por una prueba y la superficie estaba peor

La verdad por tu apariencia parecías un vagabundo, de esos que dicen "una bañadita y queda al 100" pero no te importaba mucho, comenzaste a caminar hacia el restaurante e ibas a entrar pero antes la recepcionista te detuvo.

Recepcionista;; Lo siento pero gente como usted no puede entrar a este lugar

Arqueaste una ceja, la miraste de pies a cabeza con un gesto de disgusto.

Mei;; ¿Qué insinuas, perra?

Te ibas a acercar más a la chica pero Rindou te detuvo.

Ran;; Lo siento señorita, ella viene con nosotros

Rindou te puso delante de él y comenzó a caminar, te arruinaron tu momento para divertirte pero no dirías nada, los 3 se sentaron en una mesa, les llevaron las cartas y cada quien pidió un platillo, tu decidiste comer Tonkatsu.

Sentías las malas miradas hacia ti pero miradas lujuriosas hacia los hermanos, en tu rostro se formó un gesto de disgusto mientras los veías pero cuando éstos te voltearon a ver, desviaste la mirada. Cuando llegó la comida no esperaste a que los contrarios comieran, realmente tenías mucha hambre lo cual los contrarios entendieron ya que cuando aún estabas drogada vomitaste todo lo que habías comido.

Disfrutabas de cada bocado, sabía exactamente a cómo tú madre lo preparaba lo cual hacia que tus ojos se humedecieran. Agradecidas que Ran te trajera a comer después de el mal momento que pasaste ayer, aún te quedaba curiosidad por saber que le habían dicho o hecho a Sanzu pero sea lo que sea, después te vengarias de nuevo.

𝑫𝒓𝒐𝒑𝒔 𝒐𝒇 𝒍𝒐𝒗𝒆 [𝑯𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 𝑯𝒂𝒊𝒕𝒂𝒏𝒊 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora