𝑫𝒓𝒐𝒑𝒔 𝒐𝒇 𝒍𝒐𝒗𝒆 [𝑯𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 𝑯𝒂𝒊𝒕𝒂𝒏𝒊 𝒙 𝑳𝒆𝒄𝒕𝒐𝒓𝒂]

Capítulo Nueve.

Pasaron los días y los Haitani cada vez estaban más cerca de ti, no te incomodaba su presencia pero sentías que tramaban algo, estuviste alerta para que no volviera a pasar algo similar a lo que pasó con Sanzu, el cual nunca te dirigió la mirada o la palabra, no esperabas más de él aunque Mikey sabía que sí abrías la boca, podías terminar con la alta seguridad que tenían.

Un día Mikey aviso que haría una reunión con pandillas importantes, los Haitani salieron a comprar alcohol y por fin pudiste tomar un respiro, fuiste a tu habitación y te sentaste en tu cama escribiendo un informe de todo lo que pasaba hasta que alguien tocó la puerta.

Mei;; Adelante

Miraste hacia el frente y en la habitación entró Kakucho con una sonrisa en el rostro.

Kakucho;; ¿Interrumpo algo?

Dejaste a un lado todo lo que traias en las manos y negaste.

Mei;; Para nada... ¿ocurre algo?

El contrario negó y se acercó a ti, sentándose a un lado.

Kakucho;; Solo quería preguntarte si te has sentido cómoda estos días, noté que los hermanos Haitani parecen un chicle y no quería que te incomodaran

Oh por Dios, se veía tan lindo preocupándose por ti, lo mirabas enbobada y negaste.

Mei;; Debo decir que es algo raro que estén junto a mi todo el tiempo pero aún no llegan al grado de incomodarme

El mayor te miró y sonrió de lado, me derrito.

Kakucho;; Bueno, creo que hoy por lo de la fiesta no van a estar tan pegados a ti y podrás tomar un respiro

Asentiste y desviaste la mirada.

Kakucho;; Iré a bañarme para la fiesta, deberías hacer lo mismo

Se levantó y caminó hacia la puerta, tu también te levantaste y lo viste irse.

Mei;; Claro, eso haré...

Kakucho te miró por última vez, sonrió y salió de la habitación, tocaste tu pecho sintiendo tu corazón acelerado, Kaku era muy lindo contigo pero la verdad Rindou también era lindo, Ran parecía el típico hombre intenso que quiere que tengas sexo con el a los minutos de conocerte.

Corriste hacia el baño y te quitaste la ropa, te bañaste rápido y cuando saliste, fuiste a tu closet a buscar algún conjunto o vestido lindo pero que no pensaran que eras alguna prostituta aunque estarías algo alejada de ellos.

Cuando encontraste la ropa indicada, dejaste caer tu toalla y comenzaste a ponerte el vestido.

Alguien entró a la habitación, ibas a reclamar que primero tocaran pero era Rindou quien entraba a esta, cuando te miro se quedó boquiabierto.