Crisis

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discreción (?)

Rachel
La venda que tengo se siente más pesada que antes, es como si todo me asfixiara, intento abrir los ojos y no puedo. De pronto siento algo en mi garganta, algo la está presionando y no puedo respirar.

Doscientos cuchillos atraviesan mi piel al mismo tiempo y todo arde. Siento como mis músculos se contraen, apretándose a sí mismos. Consumiéndome a mi.

Esta es de las peores cosas que el HACOC ha hecho en mi, ni siquiera sé cómo describirlas, solo sé que son episodios en los que la abstinencia me mata, donde siento que estaría mejor muerta, donde siento que una dosis se heroina bastará para calmarme. Necesito que pare, necesito que pare.

Grito y grito hasta que mi garganta no da más. Me araño la piel tratando de arrancármela, necesito salir de este cuerpo, no puedo aguantar, no puedo seguir con esto.

Me retuerzo en la cama aún con los ojos cerrados, no los puedo abrir, no tengo control sobre mi cuerpo. Luego alguien me agarra por los tobillos y de un momento a otro estoy en el suelo. Abro los ojos al fin. No hay nadie en la habitación.

Logro sentarme recostando mi espalda contra )la cama, todo mi cuerpo tiembla y odio no poder pararlo.

Un ardor infernal recorre mi cuerpo y siento que me cocinan por dentro, no paro de gritar —por favor haz que pare — lo más triste de todo es saber que no hay alguien que me responda, no hay destinatario mas que yo misma. Me estoy rogando entrar en control y esta vez no puedo responderme.

Una ola de vomito sube por mi garganta hasta aterrizar sobre mi, la incapacidad de mover mis piernas es abrumadora. Soy...fui una soldada de las mejores en mi rango y ahora no puedo mover las piernas para ir a vomitar al baño, soy un fracaso, no sirvo para nada, debería estar muerta.

Lágrimas caen por mi rostro y dejo que el llanto fluya sin restricciones, me siento horrible, soy un ser horrible. Me condenaron a esta droga por segunda vez y esperan que salga viva. No creo que pueda.

De nuevo lo siento, eso que pasa antes de una convulsión, esa sensación, ese presentimiento. Y ahí está, sacudidas sin parar por todo mi cuerpo, no siento mucho, no veo nada. Me lastimo la cabeza un par de veces, me embarro más con mi vomito. Lo último que recuerdo es como todo se vuelve negro.

Muchas personas dicen que sufrir por amor es la peor sensación de todas, porque no se cura fácil y es un dolor invisible pero es mentira; el peor sufrimiento es saber que perdiste todo, que no vales nada, no poder comer tranquila sin que tus partes dejen de responder, estar atada a una rehabilitación tortuosa solo con la esperanza de ser el fantasma de lo que antes fuiste. El peor sufrimiento es saber que aquellos sueños que siempre tuviste jamás pasarán, que nunca serás completamente feliz porque siempre tendrás el monstruo del recuerdo persiguiéndote, saber que todos esperan que seas fuerte cuando lo único que quieres hacer es rendirte.

El peor sufrimiento de todos es no ser suficiente ni para ti misma.

Veo un cuchillo a lo lejos, no se en donde estoy, no se si es una alucinación o si enserio está pasando pero ahí está, el cuchillo, la solución a mis problemas, así que voy por el.

Esta afilado, es uno de esos que se usan para cortar carne, miro mis brazos, casi puedo ver el pulso en mis venas. Sé lo que tengo que hacer, sé como tengo que cortar. Y lo hago.

Verticalmente deslizo el cuchillo sobre mis venas y este, a su vez, corta todo lo que toca. La sangre cae por mi brazo izquierdo hasta aterrizar en el piso.

Una sensación de debilidad me invade, pero es reconfortante porque mi cuerpo ya no tiene energías para sufrir, ya no puedo sentir dolor o desesperación. Mientras más sangre cae, más en paz me siento.

Soy Rachel James y es así como morí.

 Fanfics del EvaversoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora