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Era distinto, demasiado distinto.

El omega siguió mirando hacia al frente, viendo la espalda ancha del mayor y arrugando sus cejas unos largos segundos mordiendo su labio inferior con fuerza, sintiendo sus mejillas rojas.

—No, espera. — Le dice al Omega de pronto.

La lluvia caía completamente, ambos miraban la calle que comenzaba a ponerse cada vez más mojada. Ambos sintiéndose nerviosos, sintiendo aquel lazo destinado en ambos cosquillear.

El Omega gimió silenciosamente apretando su mochila en su pecho.

Los nervios comenzaban a aumentar su persona.

—Tranquilo, ven aquí, así no se mojaran tus libros.

Aspen dudó unos largos segundos hasta que se acercó al pecho del Alfa, este abría su gabardina a el, agradeció demasiado ser de mucha menor complexión.

El olor masculino llenó su olfato, sintiendo como lo cubrían con aquel gran y grueso trozo de tela, apretó su mochila con fuerza sintiendo como avanzaban.

Nunca se había imaginado en una situación así, menos con su  pareja destinada, el alfa pasó su musculoso brazo por su espalda y el otro en su cabeza.

—¿Llegamos? - Murmura sacando su cabecita dándose cuenta que estaban bajo un pequeño establecimiento, cerró sus ojitos sintiendo frío, sintiendo mucho frío.

Fue apretado con delicadeza, se intentó refugiar en ese calor mientras avanzaban. Salió despacio de aquel refugio cuando volvieron a quedarse bajo un techo pequeño, el Omega suspiró bajo dejando su mochila en el suelo viendo como aumentaba aquella lluvia.

Soltó un pequeño suspiró nuevamente.

El Alfa acariciaba su espalda, sabía que llegaría demasiado tarde a su Oficina, sin embargo no le interesó.

Intentó tomar su brazo cuando el Omega se tambaleó cuando se tropezó, abrazó su cuerpo de inmediato.

Intentó que no cayera.

Sin embargo a causa de aquel resbaloso suelo tropezó igual, tiró de su brazo cayendo el mismo al suelo con el Omega encima de el.

La lluvia cubrió su cuerpo en segundos, sintiendo su cabello mojado, el menor apretó sus hombros viendolo, su cabello estaba mojado igual, quedandose en silencio.

Se miraron unos segundos mientras que el mayor tomaba su cintura, el Omega miró a un lado y después al Alfa, abrió de más sus ojos dándose cuenta en la situación en que estaban, tomó su mano lentamente ayudándole a levantarse.

Sin embargo nuevamente por aquel resbaloso suelo volviendo a caer, esta vez ambos rienron completamente empapados.



El Alfa pasó su mano sobre su cabeza, acomodando su mojado cabello, el Omega soltó un sonido cansado, mirando a su alrededor, se sintió un poco apenado con su aspecto notando a todos quienes caminaban rápido por el lugar.

Miró su uniforme mojado.

Mordió su labio inferior.

—Ven por aquí, tengo un cambio de ropa para ti, cariño.

El Omega asintió despacio sintiendo el brazo por su espalda hasta llegar a su otro hombro caminando rápido ya que el más bajo comenzaba a temblar con frío.

Cuidando que su ropa no mojara su mochila.

Pudo temblar más al subir. La Oficina del Alfa era demasiado fría para su propio gusto, vió como el Alfa sacaba aquella ropa poniéndola a su lado.

—Ten, lo necesitarás mucho. - Le dice mientras tomaba una toalla —No preguntes por que la tengo, soy muy supertisioso.

El soltó una risita tomando la toalla, pasando la toalla despacio sobre su cuello mientras comenzaba en un intento de secarse, tomó aquella camisa, el Alfa había salido unos minutos, por lo que se la pone después, se poco uso aquel pantalón que le quedaba enorme, soltó una risa cuando el Alfa entró.

Lo vió quitarse su propio cinturón y así abrochando su cintura para que no tuviera dificultad de moverse.

—¿Estas bien, cielo?

El Omega asintió despacio, el Alfa iba hablar, sus manos acarician su cintura mientras le miraba, sus ojos le miraron de forma detenida, sintiendo aquella necesidad de besarle.

Estuvo a punto de besarle hasta que escuchó a la Secretaría, quien tenía una expresión malhumorada al abrir la puerta, entre sus manos había un cambio de ropa.

El Alfa agradeció en un murmullo frío hasta que volvió al Omega quien bajó la mirada con un sonrojo en sus mejillas.

—¿A que hora saldrás hoy? - la mujer sonrió de forma descarada al Alfa, ignorando al chico quien solo se removió incómodo en su lugar.

Balthazar hizo un sonido con su garganta.

—No es de tu interés.

La mujer arrugó sus cejas acercándose al hombre tocando su pecho un poco al hombre quien solo bufó retrocediendo.

—¿No te da vergüenza frente a mi pareja? - le grupo el Alfa, el Omega sintió su rostro arder y la mujer le Miró con molestia para marcharse. - Regresa a tu lugar, no seas descarada.

Aspen suspiró bajó con sus ojos cerrados, sintiéndose tímido.

— P-pero bal-..

—Solo hay un ámbito entre ambos y es el de trabajo, retirate.

El Omega solo escuchó aquel azote en la puerta y miró rápido al Alfa quien le sonrió un poco.

—Perdón si te incomodó, nunca había llegado a esos extremos.

sonrió un poco al sentir como tomó su mentón y le hizo verle.


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⏰ Última actualización: Aug 09, 2022 ⏰

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