Compañía

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"Soundtrack: Peace - Lovesick"

Ingresó al gran edificio resignada. Era tarde para llegar a la primera clase, así que se dirigía a la biblioteca. Se había quedado dormida luego de posponer la alarma y perdió el primer autobús. Después de lo que pasó en the house of valley no había conseguido descansar. Se pasó buena parte de la noche memorizando cada fragmento de lo sucedido, disfrutando del hormigueo en su mano cuando recordaba el tacto del chico.

Cruzaba el pasillo cuando se topo con la última persona que le hubiera gustado ver en ese momento. Él, por el contrario parecía estar a punto de gritar bingo en su cara.

—O'Neill, que sorpresa.

—Buenos días, Will.—Le dijo con una sonrisa, maquinando la excusa que estaba por darle.

—¿Qué pasó ayer? Desapareciste.—Dijo con una amabilidad que no logró disimular su acidez.

—Lo siento, mi papá me necesitaba y fue a recogerme temprano.—Mintió.—Te habría avisado pero no tenía cómo.

—Es cierto, no tienes mi número. Dame el tuyo y te enviaré un mensaje.

No muy contenta con su petición le dictó los dígitos y siguió su trayecto con él acompañadola. Hablaba sobre los planes que podrían hacer pero al ver que este tema no entretenía a la ojiazul cambió sus palabras y se introdujeron en una nueva conversación.

—¿Por qué no estás en clases?—Dudaba mucho que fuera de los que llegaban tarde cuando debía mantener su reputación del Stronghold perfecto.

—Hora libre ¿Y tú?

—Llegué tarde y no falta mucho para la siguiente hora así que prefiero esperar y adelantarme luego.—Respondió y su acompañante asintió despacio.

—¿Vas a la biblioteca? Voy contigo.—Afirmó sin esperar aprobación.

—Bueno.—Musitó ella sin ganas.



Resultó que Will no fue absolutamente insoportable, aunque aún podía ver en sus ojos la arrogancia que tanto le disgustaba fue sencillo hablar con él una vez que no tocó el asunto de invitarla a salir.
Trató de sacar a luz sutilmente la pelea que supuestamente había tenido él con Peace, la necesidad de saber más iba en aumento pero no logró obtener mucho. Según su versión, Warren lo atacó luego de decir algo que convenientemente no recordaba y de ahí todo fue de mal en peor. Pensó en lo que este le pudo haber dicho para causar esa reacción del castaño que siempre parecía en control imperturbable y en lo malo que debía ser si no estaba dispuesto a revelarlo. Las opciones eran variadas y sintió un leve rechazo nacer hacia Will al considerarlas.

El timbre les avisó que la hora terminó y nuevamente sin esperar aprobación la acompañó al gimnasio donde comenzaba su siguiente clase. Se despidió de él con plena cortesía y procedió a entrar yendo directamente al vestidor, sin advertir la profunda mirada que recibía por parte de Warren quien no parecía feliz de ver su compañía.
En lo que avanzó la clase, Alice intento robarle algunas miradas pero él no apartaba la vista del maestro. No fue hasta más tarde sentada en el encerado piso mientras recuperaba el ritmo normal de su respiración luego de haber entrenado, que unas largas piernas acercándose le hicieron levantar la cabeza.

—Hola.

Un par de ojos oscuros la miraban desde arriba. Mantuvo el control y calló el remolino de pensamientos como pudo para contestar con aparente tranquilidad.

—Hola.—Sonrió y le observó sentarse a su lado. La familiaridad de la escena con la tarde del día anterior le dió escalofríos y se obligó a concentrarse en el presente.

WARREN PEACEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora